Kia Carens: Precios desde 14.470 € con descuento

Kia comercializa el nuevo Carens en España con unos precios muy competitivos. La gama se articula en torno a tres motores (un gasolina y dos diésel), tres niveles de equipamiento y versiones de cinco o siete plazas, con una diferencia entre ambas de 700 euros.

Los precios de tarifa son los que siguen y, entre paréntesis, figura el importe que deberá abonarse si se aplica el descuento promocional y el cliente puede acogerse al Plan PIVE. En caso de no disponer de un coche que sustituir que entre en el Plan, el precio será de 1.000 euros superior al específicado entre paréntesis.

Kia Carens 1.6 GDi Concept 5 plazas: 19.990 € (14.740 €) Kia Carens 1.7 CRDi 115 CV Concept 5 plazas: 21.990 € (16.740 €) Kia Carens 1.7 CRDi 115 CV Drive 5 plazas: 23.690 € (18.440 €) Kia Carens 1.7 CRDi 136 CV Drive 5 plazas: 24.690 € (19.440 €)Kia Carens 1.7 CRDi 136 CV Emotion 7 plazas: 29.095 € (23.843 €)

Que la evolución de Kia en los últimos diez años ha sido espectacular es algo que no se le escapa a nadie y que la marca coreana pretende seguir incrementando sus ventas en Europa a base de lanzar modelos en segmentos nuevos, es también más que obvio. A esas dos premisas, se une una tercera; Kia ha aprendido a hacer de todo.

El ejemplo más claro es el nuevo Carens. No es el primer monovolumen de la marca, que llevaba ya tres generaciones del compacto Carens (aquí la prueba de la generación anterior) y dos del Carnival, un modelo de tamaño grande ahora discontinuado, pero sí el primero que tratará de igual a igual a sus rivales. De los dos modelos citados Kia había vendido 300.000 unidades en Europa pero siempre con el precio como principal argumento.

El nuevo Carens supone para la marca culminar una nueva etapa en su evolución en Europa; la de competir de tú a tú con sus rivales europeos en segmentos dominados por estos. Y si hay un segmento donde los europeos son los reyes, éste es el de los monovolúmenes compactos donde las grandes referencias son francesas (Renault Scénic, Citroën C4 Picasso, Peugeot 5008) o alemanas (Volkswagen Touran, Ford C-Max, Opel Zafira).

Para aspirar a rascar ventas a coches tan consolidados como los mencionados, el Carens estaba obligado a ofrecer dos características indispensables; la misma modularidad y practicidad que sus rivales, y un pequeño plus en diseño que le permitiera distinguirse en un segmento ultra-competitivo. Veamos si lo ha logrado.

El Carens es un monovolumen compacto que se sitúa, por longitud (4,52 metros) a la altura de los modelos de siete plazas de la competencia (será más rival del Grand Scénic que del Scénic, para entendernos). Es, además, relativamente ancho (1,80 metros) y tiene una generosa distancia entre ejes de 2,75 metros. Pero es bajo (1,61 metros).

Esas cotas le sitúan como uno de los coches más cortos del segmento (igualado con el Grand C-Max y superando sólo al Touran) y como el más estrecho (junto al propio Touran) pero su distancia entre ejes está en la media (le superan el Ford, el Renault y el Opel por entre 1 y 3 cm) y es, con diferencia, el más bajo de todos.

Esta menor altura, hasta 8 cm por debajo de sus rivales, estiliza notablemente su estética y, junto a un morro largo y perfilado, le aleja del aspecto de monovolumen de sus adversarios. Lateralmente y visto por detrás tiene notables similitudes con el Ford C-Max (más con el corto que con el largo) mientras que en el morro destaca la parrilla típica de "nariz de tigre" de la marca, ahora con el logotipo desplazado a la base del capó.

Contribuye también a ese aspecto casi más de break que de monovolumen al uso, una línea de cintura alta y unas ventanillas que describen una línea en ascenso y que están enmarcadas por un perfil cromado.

El techo con caída en la parte trasera (no muy acusada pero alejada de la estética cuadrada del resto de coches del segmento) y esa altura inferior podrían hacer presagiar que el Carens iba a ser un coche menos habitable que otros monovolúmenes y, en efecto, algo de eso hay. No cede terreno en la distancia entre filas (especialmente entre la primera y la segunda) y la marca asegura que mejora ligeramente las cotas de espacio para las piernas y altura al techo del Carens anterior pero eso no era muy difícil ya que la anterior generación de este modelo había quedado muy alejada de los tenores del segmento.

La habitabilidad es una de sus principales virtudes aunque los ocupantes de la segunda fila irán más cómodos y, sobre todo, tendrán más sensación de espacio en un Grand Picasso o un Grand Scénic, por ejemplo, pero el Carens ofrece una segunda fila muy bien pensada y con una modularidad "a la francesa" que, personalmente, es la que más me gusta para este tipo de coches.

La fila central está integrada por tres asientos individuales, deslizantes (13 cm), con el respaldo reclinable y plegables. El central es ligeramente más estrecho, como sucede con la mayoría de sus rivales (sólo C4 Picasso y 5008 presentan tres asientos idénticos en la fila central) y se convierte en una mesilla con una parte posterior plana que incluye dos portavasos.

La tercera fila está integrada por dos asientos también individuales (aunque al desplegarse conforman una banqueta de dos plazas), fijos (ni deslizantes ni reclinables) y con los defectos habituales de este tipo de asientos; son más cortos de banqueta que los centrales, tienen menos mullido, están situados muy bajos y no disponen de espacio para las piernas como para sentar en ellos a personas adultas. Se trata, por tanto, de dos plazas auxiliares para niños que nos pueden sacar de un apuro en un momento dado si necesitamos siete plazas para adultos y adelantamos los centrales pero en ningún caso para viajar en ellos en tiradas largas si sus ocupantes miden más de metro y medio y les tenemos cierto aprecio.

El Carens se venderá en España en versiones de cinco y siete plazas exactamente igual que el resto de sus rivales y la diferencia entre ambas será, a falta de confirmación definitiva, de unos 700 euros.

Las versiones de cinco y siete plazas homologan la misma capacidad de maletero. La marca declara unos anecdóticos 103 litros con las siete plazas ocupadas, 536 con cinco plazas (en la media del segmento) y 1.694 con las dos filas abatidas. La central tiene un plegado no muy convincente. Para abatirla, simplemente se pliegan los respaldos contra las banquetas, sin posibilidad de que estas bajen o se eleven antes de que se abatan los respaldos. La consecuencia es que el piso de carga con la segunda fila abatida queda bastante elevado, muy irregular y con ligera inclinación hacia arriba como se ve en la imagen inferior.

Además de la tercera y la segunda fila puede abatirse también el respaldo del asiento del acompañante, con lo que se consiguen 2,15 metros de longitud de carga en la parte derecha del coche. Ideal para esos muebles embalados en paquetes planos de esa megatienda sueca que todos visitamos de vez en cuando. Cabe señalar que en su parte más estrecha, el maletero mide unos buenos 110 cm de anchura.

El equipamiento del maletero no está nada mal. En la versión de siete plazas, hay un hueco bajo la parte del piso que toca al portón donde caben el kit de reparación de pinchazos y, perfectamente colocada, la bandeja cubre-equipajes enrollada en su soporte. En las versiones de cinco plazas, ese hueco existe también en el resto del maletero -en el lugar donde en el siete plazas queda la tercera fila abatida- donde este cajón nos permitirá dejar objetos de hasta un palmo de altura.

En el maletero encontraremos algunos ganchos para bolsas de compra, las típicas argollas de sujeción de carga y una linterna que vale tanto para iluminar el maletero al abrir la puerta como para utilizarla como tal fuera del coche y que siempre está cargada, una idea tomada del C4 Picasso.

Por lo que respecta a las plazas delanteras, el diseño es agradable pero en este caso más alemán que francés. Tiene la instrumentación en su sitio (con una gran pantalla de 4,3" pulgadas entre los dos instrumentos principales), la palanca en el piso, la pantalla del navegador opcional en el centro de la consola y una guantera convencional. Delante no hay excesivos huecos para objetos (la guantera y el del reposabrazos son los más grandes) pero bajo el piso delante de los asientos traseros hay dos trampillas en el suelo.

Otros detalles claramente "monovolumen" como las bandejas tipo avión o las cortinillas parasol en los cristales traseros completan los elementos de vida a bordo entre los que sólo echamos en falta el segundo retrovisor interior para controlar a la prole.

El habitáculo, que estará disponible en color negro o en una combinación bastante resultona de negro y beige tiene la buena calidad percibida de los últimos modelos de la marca, con plásticos blandos en toda la parte alta del salpicadero y el ajuste me pareció sin crítica.

Entre los elementos de equipamiento disponibles hay que resaltar la cámara de visión trasera, el sistema de aparcamiento automático, un equipo de audio con tomas USB y jack y Bluetooth con mandos al volante, el freno de estacionamiento eléctrico, el acceso sin llave con puesta en marcha por botón, el techo de cristal panorámico de grandes dimensiones, las luces "anti-charcos" en la base de los retrovisores, los faros de xenón y, entre los sistemas de seguridad, un ESP con control de dirección y el sistema de mantenimiento de carril.

Lo del ESP con control de dirección requiere una rápida explicación. Se trata de un sistema que además de corregir la trayectoria a base de frenar las ruedas, como hace cualquier ESP, endurece o sobreasiste la dirección para ayudar al conductor a marcar con el volante la dirección óptima del coche para evitar que este sub o sobrevire. Esta función es posible gracias al montaje de una dirección con tres modos de asistencia; sport, normal y confort ya vista en otros modelos de Hyundai-Kia.

Por lo que respecta al navegador, tiene una pantalla táctil de 7 pulgadas y, en aquellos modelos que lo monten de serie, los clientes tendrán una actualización gratuita de la cartografía cada año durante los siete de garantía que se ofrecen para este modelo.

Otros detalles como los asientos delanteros y traseros calefactables, los delanteros ventilados y el volante calefactable seguramente no llegarán a España.

La gama de motores para nuestro mercado estará integrada por tres motores; un 1.6 GDi de gasolina de inyección directa con 136 CV de potencia y un consumo de 6,2 litros a los 100 km y dos diésel, ambos de 1,7 litros, ya conocidos en otros modelos de la marca como el Sportage. Rinden 115 y 136 CV y consumen 4,7 y 4,8 litros respectivamente. Todos llegarán con caja de cambios manual de seis marchas.

En nuestra toma de contacto en Mónaco, pude conducir brevemente la versión de gasolina y la diésel más potente. Ambas me parecieron adecuadas para un coche de este tipo. La de gasolina, con una buena elasticidad a partir de 3.500 vueltas, lo que obliga a jugar bastante con el cambio para que no caiga de ahí si queremos mantener un cierto brío, es agradable e interesará a los que hagan pocos kilómetros al año.

Los más viajeros amortizarán el diésel, un coche con una entrega de potencia más franca y con mejor respuesta en bajos lo que se traduce en una mejor aceleración y, sobre todo, en una capacidad de recuperación notable.

El Carens no es un coche deportivo -ningún monovolumen lo es salvo extrañas excepciones como el Opel Zafira OPC de la anterior generación, por ejemplo- pero tiene un comportamiento muy noble, sin grandes inclinaciones de carrocería, esta vez más alemán que francés. No tiene el dinamismo de marcha de un C-Max pero es más dinámico que un Grand Picasso o que un Grand Scénic, por ejemplo.

En definitiva, se trata de un coche que supera a sus rivales alemanes en modularidad interior y se queda en este apartado muy cerca de los franceses y que, en materia de comportamiento, supera a estos últimos y entra directamente a competir con los teutones, siempre más dinámicos aunque un pelín menos confortables.

Un coche, por tanto, equilibrado, que juega sus cartas situándose en la media del segmento, aprovechándose de ser el último en llegar para atacar a sus competidores sin errores de planteamiento y con el argumento de una línea más dinámica y menos "boxy" que la de sus rivales directos.

En la gama para España, el equipamiento inicial Concept dispone de ABS, ESP con ayuda al arranque en pendiente, airbags frontales, laterales y de techo, faros antiniebla, luces de día LED, retrovisores eléctricos calefactables, barras de techo, cuatro elevalunas eléctricos, red de maletero, equipo de audio con mandos al volante, Bluetooth y USB, control de crucero con limitador de velocidad, ordenador de a bordo y aire acondicionado.

El equipamiento intermedio Drive añade llantas de aleación de 16 pulgadas, retrovisores exteriores plegables eléctricamente, retrovisor interior antideslumbramiento, climatizador bizona, faros y limpias automáticos y sensores de aparcamiento traseros. Puede llevar navegador en opción.

Finalmente, el Emotion, además de 7 plazas de serie (en el resto cuestan 700 euros), dispone de llantas de 17", control de presión de neumáticos, luces traseras LED, techo solar panorámico, panel de instrumentos "supervisión", navegador con cámara de retrovisión, arranque sin llave y sensores de aparcamiento delantero.