Peugeot Traveller by Tinkervan: Autosuficiente

Probamos una de las opciones disponibles en vehículos camperizados que viene de la mano de Peugeot y Tinkervan, la firma especializada en la preparación de vehículos para la aventura en familia. Analizamos el Peugeot Traveller by Tinkervan, con motor BlueHDI de 180 CV y cambio automático. Un furgón camperizado que, equipado a tope, ofrece muchas opciones para montarse unas vacaciones de forma prácticamente autosuficiente.

El Peugeot Traveler by Tinkervan se enmarca dentro del segmento de las Camper de tamaño medio. Aquellas que miden menos de 5 metros de largo y no superan los 2 metros de altura. Hace exactamente 4,95 metros de largo, 1,92 de ancho y 1,98 de alto, dimensiones muy similares a las de un Traveller convencional.

Estas medidas hacen que pueda ser utilizado como furgoneta para fines de semana o vacaciones o bien como un práctico monovolumen para el día a día, ya que podemos desmontar todos sus accesorios, no es difícil con él aparcar en una ciudad y al no superar los dos metros de altura puede entrar en mayoría de aparcamientos privados. Por lo tanto, no deja de ser un vehículo versátil, algo que no ocurre con las camper de mayor tamaño más especializadas.

El Peugeot Traveller es el primo hermano del Citroën SpaceTourer o del Toyota Proace Verso Camper, también construidos con la plataforma EMP2 del grupo PSA. Todos ellos tienen versiones camperizadas desarrolladas por Tinkervan, un especialista en la materia con sede en Huesca.

Peugeot ofrece varias versiones del Traveller camperizadas, con más o menos equipamiento para montarse unas vacaciones en familia. La que os analizo es la versión tope de gama, una Dreams, que solo está disponible para el Traveller con batalla standard, no para la versión con batalla larga.

Equipa, además del techo elevable, una cama sobre asiento, una nevera de 40 litros de apertura superior, dos armarios con persiana y un módulo de cocina extraíble, como principales elementos. También venía con algunos extras, como el portabicicletas, el toldo y la toma exterior de 220 voltios, ideal para enchufar en los campings.

La he probado con el motor más potente: un diésel de cuatro cilindros BlueHDI con 180 CV de potencia y cambio automático EAT8 de tipo convertidor de par. Hay otras opciones disponibles, con motor de 120 y 150 CV, pero esta es la tope de gama.

El acabado sobre el que se basa esta camperización es el Allure, el superior. Tiene un precio de tarifa de 45.269 euros.

A este precio hay que añadir 17.000 euros de la preparación más 1590 euros de los extras ya comentados, estos precios sin impuestos. En total, el precio de venta al público de la unidad probada se va, con impuestos incluidos, a 67.762 euros. Aquí no se han restado posibles descuentos y promociones, por lo que podría salir algo más barata si os acercáis al concesionario.

Pero aún así es un importe considerable, que todo sea dicho, está en la línea de lo que piden sus competidores por camperizaciones similares. Estos furgones camperizados valen casi lo que se pide por un pequeño apartamento, en según que zonas de España. La diferencia es que este caso nos lo dan con ruedas.

De hecho, estos coches están diseñados para conducir de forma tranquila y suave, no aceptan bien una conducción viva, especialmente en carreteras de montaña, en las que aparecen inercias y balancea la carrocería debido al peso. Es un furgón muy bien insonorizado, apenas hay ruidos mecánicos ni de rodadura, sólo algo de ruido aerodinámico al golpear el viento con los grandes retrovisores.

También es confortable, ya que tiene unas suspensiones muy absorbentes y unos asientos muy cómodos. El motor también responde de forma lineal y progresiva, y además lo hacde con potencia. Los 180 CV que ofrece se notan, y empuja bien el Traveller incluso en las pendientes más pronunciadas. Los consumos no son altos, teniendo en cuenta el peso y la altura de este Peugeot: 8 litros a los 100 de media es lo que registró la semana que tuve el vehículo de pruebas, en la que hice un viaje con mucha autopista, algo de montaña y muy poco de ciudad.

Como puntos mejorables destacaría la presencia de algunos crujidos en el interior del habitáculo provenientes de algunos elementos accesorios, y el tacto de frenada, que era bastante extraño: no tenía mordiente al principio, y después frenaba con brusquedad.

El Peugeot Traveller ofrece una buena motricidad y potencia con este motor diésel, pero no está disponible con tracción integral, como sí ofrecen algunos de sus rivales, como el Volkswagen California (enlace a la videoprueba del Volkswagen California Ocean) o el Mercedes-Benz Marco Polo, por ejemplo. A cambio, monta el sistema Grip Control, que aunque no es un sistema de tracción integral ni pretende sustituirlo, sí que actúa sobre el control de tracción para mejorar el avance en cuanto se detecta una pérdida de adherencia en alguna rueda. Ofrece tres programas de actuación, según el tipo de terreno que pisemos: Normal, Nieve, Barro, Arena y el modo de desconexión del ESP.

La posición de conducción es alta, y hay buena visibilidad frontal, no tanto hacia la parte trasera del vehículo, como es lógico. Tenemos una cámara de visión trasera muy útil. El salpicadero es el mismo que podemos ver en un Peugeot Traveller convencional. Está bien ajustado aunque hay bastante plástico, como corresponde a un vehículo de origen comercial. Aun así, equipa una buena pantalla digital de 7 pulgadas con menús sencillos pero intuitivos de utilizar. Tiene un buen navegador que puede manejarse por control de voz, además de conexión Android Auto y Apple CarPlay.

El cuadro de instrumentos es analógico ,de buena lectura e información.

La información que se recibe mientras se conduce es muy completa, y se lee fácil ya sea a través de este cuadro de instrumentos o a través del Head up Display de lámina escamoteable.

Uno de los gadgets que podemos encontrar en este Traveller camperizado es la posibilidad de girar prácticamente 180 grados los asientos de conductor y pasajero para poder montar un pequeño salón en las plazas traseras. Para ello, sólo hay que dar a una pequeña palanca para accionar el mecanismo. Ahora bien, requiere jugar con la altura de la banqueta y la inclinación del respaldo para hacerlo correctamente. Además, obliga a bajar el freno de mano, otro punto a mejorar.

Una vez con los asientos girados, podemos retrasar la banqueta trasera y en el hueco que queda montar una mesita plegable que tenemos guardada en el espacio de maletero.

En este salón podemos controlar la calefacción auxiliar Webasto de gasoil a través de su programador, visualizar la centralita de baterías (que indica el estado de carga de la batería del coche y la auxiliar) y conectar aparatos en las conexiones Inverter de 550 Watios y la conexión de 230 voltios situadas debajo del asiento del pasajero.

En el lado derecho del furgón se sitúa la cocina con fogón y pica, alimentadas por butano y una bomba de agua respectivamente. También hay una nevera de 40 litros de apertura superior y justo detrás dos armarios con persiana.

Si abrimos el portón accedemos a un maletero con una bandeja que podemos fijar en varias posiciones para poder acceder a la carga más fácilmente o bien fijar la base para montar la cama sobre asiento. Esta cama tiene unas dimensiones de 1,10 de ancho por 1,80 de alto, por lo que es apta para un adulto o dos niños. Se monta en 5 minutos.

Hay otra cama en la parte superior del techo, que hace 1,30 de ancho por 2 metros de largo, casi una cama de matrimonio. El colchón es viscoelástico y el somier tiene discos flexibles que aportan una buena comodidad.

Esta cama se monta de forma muy simple, desmontando las fijaciones en forma de hebilla y palomilla que hay en el techo de las plazas delanteras, y con un pequeño impulso con el cuerpo o los brazos se activa el sistema neumático que despliega el techo de forma automática.

En esta cama superior hay dos ventanillas tipo mosquitera y una de invierno, así como un flexo con luz LED para la lectura, de tipo mesita de noche.

En el supuesto de que no utilicemos la cama superior es posible subir la plataforma del techo hacia arriba, también de forma neumática, para dejar un espacio interior con una altura de hasta 2,50 metros, y así movernos por todo el furgón de forma mucho más cómoda.

El toldo desplegable es un buen accesorio para instalarse en campings con un buen nivel de confort. El sistema de despliegue del toldo es convencional, a través de una palanca, de forma manual. El inconveniente es el poco espacio que hay para dar a la manivela, ya que fácilmente tocan nuestras manos con la carrocería o el piloto trasero. Antes de acabar, una puntualización: no se puede acampar allí donde nos plazca. Hay que hacerlo en lugares habilitados o permitidos. Siempre informaros antes de desplegar el toldo o el techo para dormir. No cuesta nada. Y a disfrutar del viaje.