Lamborghini Countach LPI 800-4

El Lamborghini Countach es uno de esos pocos nombres de la historia del automóvil que en sí mismo es toda una leyenda. Jóvenes y no tan jóvenes lo conocen y lo reconocen. Es el Lamborghini por antonomasia, un nombre que se escuchó por primera vez en el Salón de Ginebra de 1971. Esta es la obra maestra del genial diseñador italiano Marcelo Gandini, cuando Gandini trabajaba para Bertone.

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El Countach terminó llegando a la serie en 1973, con el LP 400 Periscopo, la primera evolución de este supercoche con afilado diseño que los ingleses bautizaron como “wedge shape”. La revolución que introdujo no únicamente fue estilística, también técnica.

Para empezar, llevó a la calle un diseño que hasta la fecha únicamente se había podido contemplar sobre la moqueta de un salón del automóvil. El prototipo Alfa Romeo Carabo, también creado por Marcello Gandini había sido toda una revolución en 1968. Por su afiladísima línea de carrocería, por sus faros retráctiles y por sus puertas de apertura vertical. Gandini trasladó todos estos elementos tan futuristas al Lamborghini Countach.

A nivel técnico Lamborghini apostó por la disposición longitudinal posterior de su motor V12, de ahí la designación del modelo LP400, por “longitudinale posteriore” y 400 por los 4 litros de capacidad de su mecánica. Además, se dispuso la caja de cambios por delante del motor, prácticamente dentro del habitáculo, entre los dos ocupantes. Con ello se buscaba lograr un óptimo reparto de pesos.

Al Periscopo de 1973 le siguieron distintas evoluciones como LP 400 S, LP 500 S, LP 5000 S, Quattrovalvole… La última evolución del Countach es la conocida como 25 Aniversario. Celebraba el 25 aniversario de la marca Lamborghini, nacida en 1963. Fue diseñada por Horacio Pagani y estuvo a la venta entre 1988 y 1990.

Lamborghini sustituyó al Countach con el Diablo, luego con el Murciélago y finalmente con el Aventador. Ahora la firma de Sant’Agata Bolognese, aprovechando el 50 aniversario de la presentación del prototipo del Countach original ha creado un nuevo Countach. Una serie limitada a 112 unidades creada tomando como base el Sián, un coche que a su vez también deriva del Aventador.

El diseño del nuevo Countach es obra de Mitja Borkert, el alemán que está al mando del Centro Stile Lamborghini, el departamento de diseño de la firma italiana. Este cometido entiendo que fue sumamente difícil puesto que el modelo original es considerado por muchos como uno de los más bellos y avanzados en términos de diseño de toda la historia del automóvil.

Antes de verlo en vivo y en directo, con las fotografías y vídeos que había podido ver a través de Internet no me había terminado de encajar. El Countach es la obra maestra de Gandini y Gandini es uno de los más grandes diseñadores de todos los tiempos.

Sin embargo, una vez lo tienes delante mejora mucho. El morro es ultra bajo, al estilo del Countach original, su carrocería está repleta de líneas rectas. Los grupos ópticos delanteros se inspiran en los intermitentes del original. Lamentablemente por motivos de homologación no puede equipar faros retráctiles.

Los pasos de rueda también buscan esas formas trapezoidales del modelo clásico, muy al estilo de los Quattrovalvole. También este evolución vitaminada recupera unas llantas con diseño de cinco agujeros y una toma de aire en el lateral tipo Naca.

Como no podía ser de otra forma, recurre a puertas de apertura vertical, unas puertas que terminaron recibiendo el apelativo de LSD o Lambo Style Doors, por el Countach original. En el techo hay un rebaje en la parte central que busca reproducir la forma del LP 400 Periscopo, incluso la forma del capó también emula al capó de las últimas evoluciones del Countach.

Ahora bien, la parte que menos me termina de encajar es la de los pilotos traseros. Las ópticas del Sián le sientan muy bien al Sián, con un diseño muy futurista y orgánico encaja a la perfección con aquel modelo. No obstante, para mi el Countach merecía unas ópticas posteriores específicas, inspiradas en el diseño de las del original.

El alerón practicable es otro elemento que puede llevar a la crítica. Mientras está cerrado respeta la silueta de un LP 5000 S, pero una vez abierto no ofrece el impacto visual que sí brindaba el alerón opcional de aquellos 5000 S de los años 80.

Eso sí, esta reinterpretación retiene ese halo de nave espacial del modelo original. Sobre todo, por sus líneas de carrocería tan rectas. No tiene prácticamente ninguna curva, algo que sí encuentras en cualquier coche moderno. Lo mires desde el ángulo que lo mires es una escultura sobre ruedas. Pero lo mejor de todo es que es una estructura móvil.

El habitáculo recuerda bastante al que encuentras en un Sián, así como al de un Aventador. Introduce grafismos específicos en la pantalla principal, así como en la nueva pantalla táctil que hay en el centro del salpicadero.

Sólo los clientes más especiales de Lamborghini recibieron la opción de poder comprar el nuevo Countach. Esta serie limitada a 112 unidades se mostró al público por primera vez en el concurso de elegancia de Pebble Beach, pero incluso en ese momento ya estaban todas las unidades vendidas.

Bajo el gran capó trasero se esconde la última evolución de motor 12 cilindros con V a 60 grados que salió de la mesa de diseño del ingeniero Maurizio Reggiani. Una mecánica de 6,5 litros atmosférica capaz de generar 780 CV a 8.500 rpm y 720 Nm a 6.750 rpm. Una mecánica con un régimen de giro máximo de 8.700 rpm que ofrece un sonido épico. En esta ocasión va asociado a un sistema híbrido formado por un supercapacitador y un motor que tan solo pesan 34 kilos y son capaces de generar 34 CV y 35 Nm.

Según Lamborghini el LPI800-4 para la aguja de la báscula en 1.595 kilos, un peso bastante contenido para los estándares de hoy en día. No en vano, prácticamente todo el vehículo ha sido creado en fibra de carbono.

Recurre a una caja de cambios de embrague pilotado, como la que ya conocemos en Aventador. Ofrece unas reacciones salvajes, cada vez que subes de marcha te sacude en el asiento con una brutalidad no vista en otros supercar. No es tan rápida como las cajas de doble embrague de otras marcas, pero aun así Lamborghini sigue apostando por ella.

Cuenta con tracción a las cuatro ruedas, al igual que Aventador. Además, como en los Aventador S, SVJ y Ultimae, el nuevo Countach también dispone de un eje trasero dirección que ayuda en todo momento a mejorar la estabilidad del conjunto.

El equipo de frenos del Countach está formado por discos de 400 mm y pinzas de 6 pistones delante. Mientras que en el eje trasero recurre a discos de 380 mm y pinzas de 4 pistones. Un conjunto a la altura de las circunstancias, pero que no ha sido concebido para circuito.

Pese a contar con el sistema de recuperación de energía de la mano del supercapacitador, la respuesta del pedal del freno es la que esperas en un coche de este calibre. Permitiendo modular la frenada con precisión.

Declara unas prestaciones atómicas con una velocidad punta de 355 km/h, una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y una aceleración de 0 a 200 km/h en 8,6 segundos. Eso sí, lo mejor de todo es el aullido de su motor V12.

Unos registros estratosféricos, ahora bien, las sensaciones que transmite el Countach son también de nave interestelar. Es todo lo salvaje que esperas que sea un Lamborghini, ¡incluso más!

De hecho, las reacciones en general del coche son bastante parecidas a las que vives en un Aventador Ultimae. Podríamos decir que no es un coche apto para todos los públicos, que hay que saber lo que uno lleva entre manos antes de salir a la carretera. Y tenerle respeto, mucho respeto, como el torero se lo tiene al toro bravo. Porque las cosas como son, este Countach es un toro muy bravo.

Lamborghini ha hecho algo difícil. Reinterpretar un clásico no sólo de la marca, de la historia del automóvil. Por fortuna gracias a proyectos como este la firma de Sant’Agata Bolognese garantiza la continuidad de la saga V12. Ahora mismo todavía se encuentra en fase de desarrollo el sustituto del Aventador, un modelo que al igual que el nuevo Countach recurrirá a una leve hibridación mediante el sistema del supercapacitador. Además, el efectivo que se conseguirá con la venta de estas 112 unidades del Countach contribuirá ostensiblemente a seguir contando con motores V12 en los próximos años.