El Lamborghini Aventador LP 780-4 Ultimae Roadster es un supercoche con motor V12 de 780 CV que cuesta casi 600.000 euros. Probamos a fondo en Italia esta última serie del ya mítico Aventador.
El Lamborghini Aventador LP 780-4 Ultimae Roadster tiene un precio en España ronda los 550.000 euros. Según la configuración es fácil pasar la barrera de los 600.000 euros. Pero no tenéis que preocuparos por el precio, aunque tengáis el dinero no os lo podéis comprar. Están todos vendidos. Problemas del primer mundo.
Aventador de récord
El Aventador se ha convertido en leyenda. Es el modelo con motor V12 de mayor éxito de la historia de Lamborghini. Desde que llegó en 2011 se han vendido más de 10.000 unidades. Hace unos años, en el primer Italian Job tuve la suerte de probar el Aventador SV. Aquella experiencia en los alrededores de Sant’Agata Bolognese fue casi mística. Escuchar ese V12 a pleno pulmón y sentir su empuje fue bestial.
Hoy 6 años después es el momento de despedir al Aventador por todo lo alto con el Ultimae. Esta es la última evolución del Aventador. Una serie limitada a 350 unidades con la carrocería coupé y 250 unidades del roadster.
Según Stephan Winkelmann Presidente y CEO de Lamborghini esta será la última vez que la marca ofrezca su motor V12 atmosférico sin hibridación alguna. Es por tanto la última oportunidad de disfrutar del 12 cilindros que proyectó el ingeniere Maurizio Reggiani. Una obra de arte que por fortuna seguirá en la marca con el futuro sustituto del Aventador, pero con sistemas híbridos que de bien seguro seguirán los pasos del Sián.
Ultimae = último
El Aventador Ultimae une lo mejor del Aventador S y del Aventador SVJ. Todo ello combinado con una carrocería que respeta las líneas del primer Aventador. Su nombre LP 780-4 delata su potencia 780 CV, una cifra que llega a 8.500 rpm. El par máximo de 720 Nm también se encuentra en la zona alta, en las 6.750 rpm.
Esta evolución del V12 de 6,5 litros atmosférico entrega 10 CV más que en el Aventador SVJ y 40 CV más que en el Aventador S. Para la aguja de la báscula en 1.600 kilos, la versión coupé es 50 kilos más ligera ofreciendo la misma relación peso potencia que el SVJ de 1,98 kg/CV.
Las prestaciones son escalofriantes con una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos, una décima menos para el coupé. Ambos declaran una velocidad punta de 355 km/h, de locos. El sonido de su V12 es demencial.
Hay mucha diferencia con el SV, se nota mucho el trabajo del eje posterior direccional. La dirección tiene una calibración más usable, y la suspensión filtra también mejor. Eso sí, el gran problema está en los neumáticos Pirelli Sottozero de invierno que montaba. Son ideales sobre asfalto frio o nieve, pero sobre asfalto caliente son imprescindibles los PZero Corsa ultra prestacionales. No se puede tener todo en esta vida.
Mientras que en el SV me sentía siempre al filo de la navaja, el Ultimae parece que es incluso hasta domable. Sí, es una bestia salvaje, pero parece que se puede domar. La caja de cambio ISR de 7 velocidades, que sólo necesita 50 milisegundos para subir de marcha. Ahora bien, ofrece unas sacudidas descomunales a la hora de cambiar. Es justo lo que esperas en un Lambo que sea salvaje salvaje.
El chasis de carbono está ahí, una solución de competición pensada para el asfalto idealmente liso de un circuito. En carretera este monocasco copia todos los baches que te encuentras, lo que hace que rebote mucho en todo momento, pero merece la pena decir que algo menos que el SV.
Los frenos carbono-cerámicos de serie responden bien, con discos de 400 mm delante y pinzas de 6 pistones, detrás de 380 mm y pinzas de 4 pistones. Muerden bien, pero con la goma de invierno no termina de ofrecer las prestaciones necesarias para este coche.
Hay que tenerlo muy claro para llevar a esta nave espacial a un ritmo alegre. Cabe recordar que las carreteras secundarias italianas no ofrecen precisamente el mejor asfalto del planeta y tampoco son las más anchas. Lo que sí es ancho es el Ultimae, contando los retrovisores pasa de los 2,2 metros de ancho…
El sistema de tracción integral con diferencial Haldex de cuarta generación ha sido recalibrado para trabajar en conjunción con el sistema de dirección activa integral. Busca en todo momento aportar más par al eje posterior y así aportar un comportamiento más sobrevirador, pero con gran control.
Dos colores
La versión Ultimae se distingue por poderlo configurar con una livrea en dos colores. La parte más baja de la carrocería puede presentar un color distinto a la superior. En este caso cuesta verlo, pero si os fijáis el azul es más oscuro en la parte inferior.
Hay 18 colores estándar, más de 300 a través del programa Ad Personam y si tampoco así consigues encontrar el esquema cromático que más te gusta Lamborghini te permitirá escoger el color de tus sueños.
El frontal presenta un diseño nuevo que busca ofrecer más carga aerodinámica, prácticamente la misma que la que entrega el SVJ. Las entradas de aire que hay en los extremos buscan reducir las interferencias derivadas de los neumáticos delanteros. En la misma línea las entradas de aire laterales que hay después de las puertas se encargan de optimizar el flujo de aire hacia los radiadores traseros.
El parachoques trasero aligerado completa el conjunto de cambios estéticos más destacado del exterior. Una pieza inspirada en la que luce el SVJ, pero que no se complementa con un alerón tipo competición en lo alto del capó trasero. Aquí se recurre a un alerón perfectamente escondido que se puede ofrecer tres posiciones distintas: plegado, máximas prestaciones y carga máxima.
Todo el carbono que se aprecia en el exterior, faldón delantero, taloneras y difusor trasero son extras. En este tipo de coches todo se paga a parte y el carbono más. El carbono del habitáculo también es todo opcional. La Alcantara del volante, salpicadero, túnel central y demás es una seña de identidad del Ultimae.
Otros detalles especiales son el ribeteado del tapizado de los asientos a nuestro gusto, en este caso en color blanco. Y también en los asientos encontramos bordado el nombre de esta serie especial.
Lo que más sorprende es que todas las unidades lucen la placa “1 of 250” en el caso del roadster y “1 of 350” en el coupé. Con lo bonito que sería que cada uno luciese la placa con la numeración que le corresponde dentro de esta serie limitada…
En resumidas cuentas
Lamborghini ha despedido al Aventador por todo lo alto, como se merece con este Aventador Ultimae. Un coche que suena de narices, va muy bien y encima es espectacular. Todo lo que tiene que tener un Lamborghini. Esto es un Lamborghini Lamborghini.
Aiiixx, bendito Euromillón