Probamos la versión más prestacional del Hyundai i30 Fatback, el Fastback N, la cual recibe en su última puesta al día algunas mejoras de diseño y equipamiento y un plus de picante en su motor de gasolina, que ahora ofrece 280 CV asociados a un cambio automático de doble embrague.
Hace algo más de un año cuando probé el Hyundai i30 Fastback normal, os decía lo siguiente:
“El Hyundai i30 Fastback es uno de los modelos asequibles más originales que puedes plantearte. Sinceramente, creo que es la excusa perfecta para todo aquél que busque un coche con cierto matiz deportivo, con un buen motor y con un poco más de maletero”.
Pues bien. Quedaros con toda esa explicación, excepto con lo de con un cierto matiz deportivo. Porque la versión más racing del Fastback, la N, de matiz deportivo no tinene nada. Este coche es uno de los coches generalistas más deportivos y más apetitosos del momento.
La firma coreana Hyundai es de las pocas marcas que sigue apostando por los conductores “petrolheads”, con una gama de modelos N, los más deportivos, para todos los gustos.
¿Que quieres un utilitario deportivo? Pues toma Hyundai i20 N. Capaz de plantar cara en sensaciones, que no en prestaciones, incluso a un Toyota GR Yaris.
¿Te molan los compactos GTI de toda la vida? Te diría que uno de los mejores es el Hyundai i30 N.
Pero ahora la moda son los SUV, ¿no? No te preocupes, el Hyundai Kona N te sorprenderá, y mucho.
Y ahí no acaba la cosa, porque además también tienes un i30 N con carrocería cupé de cinco puertas bautizada como Fastback, y que en mi opinión es incluso más bonita que la compacta.
Total, cuatro modelos N capaces de sacar una sonrisa a su conductor por prestaciones, por sonido y por un enfoque tremendamente rácing. Sin olvidar sus precios, de los más accesibles en comparación a sus rivales. Lo que me lleva a hablar precisamente del precio de este Hyundai i30 Fastback N.
Precio y equipamiento del Hyundai i30 Fastback N
A diferencia del i30 N compacto, que podremos elegir con 250 o 280 CV y cambio manual o automático, en el Fastback sólo se nos presenta la opción N Performance, con 280 CV y cambio automático, y en un único acabado N Performance Sky.
Es decir, equipado hasta las trancas: con cristales tintados, sensores de luces y lluvia, luces, pilotos e intermitentes LED, llantas de aleación de 19 pulgadas con neumáticos Pirelli PZero específicos, asientos calefactados y eléctricos de alcántara y tela, volante deportivo de cuero perforado y calefactado, pedales de aluminio, techo solar, climatizador, pantalla multimedia de 10,25 pulgadas, cargador inalámbrico… y un montón de ayudas a la conducción como el cambio de carril involuntario, el mantenimiento de carril, la asistencia en la frenada de emergencia, reconocimiento de señales, sensores de aparcamiento, cámara trasera, y un largo etcétera…
No podrás añadir ni quitar nada. Excepto la pintura. Eso es lo único que puedes cambiar. El color Engine Red es gratis, los demás se pagan. El Shadow Grey de nuestra unidad cuesta 500 euros adicionales, así que el precio de este Hyundai i30 Fastback N, “full equipe” es de 46.460 euros (41.450 € con descuentos).
Puede parecer caro, y lo es, pero en los tiempos que corren… es lo que hay. Pero mirad, para comparar: Un Ford Focus ST completo de equipamiento sale por unos 48.000 euros. Un Cupra León de 300 CV a tope de equipamiento son más de 50.000 euros y un Honda Civic Type R se va a los 55.000 euros. Ahí lo dejo…
Recuerda que en coches.net encontrarás las mejores ofertas del Hyundai i30, con todas sus carrocerías, tanto nuevo, como de Km0 o de segunda mano.
Aspecto discreto, pero deportivo del Hyundai i30
La gama i30 recibió en 2021 algunas actualizaciones de media vida. Es un pequeño lavado de cara estético que, sumado a los numerosos detalles deportivos de estos N, amplifican aún más su aspecto deportivo.
El paragolpes delantero es más agresivo, con tomas de aire más grandes, la forma de la parrilla también es ligeramente distinta, el formato de las luces diurnas se actualizó y ahora incorpora faros LED de serie.
Acompaña a todos los N la característica línea roja que recorre el lip delantero y el difusor trasero más deportivos, como los faldones laterales con el emblema N. Además, en esta versión Performance, la única disponible para el Fastback, las llantas de 19 pulgadas también son nuevas, y pesan 14 kg menos que las normales que sí puede montar el i30 N compacto.
Atrás, poco más que contaros. Que las dos salidas de escape ahora son aún más grandes, y que es un festival cómo suenan…
Un interior con toques racing
El interior está bien resuelto, con materiales de tacto blando en salpicadero y puertas y otros plásticos duros que más o menos dan el pego. Encontramos un volante deportivo de tacto exquisito, con botones de acceso rápido a los distintos programas de conducción y levas para el cambio, y unos asientos cómodos, con buen agarre, con ajuste eléctrico, pero que incluso en su posición más baja, me siguen pareciendo altos.
Podemos encontrar algunos detalles deportivos en los propios asientos, con la inserción N en los respaldos, y con una combinación de cuero, alcántara y pespuntes azules muy acertada. Los mismos pespuntes los encontramos en el apoyabrazos central, en el volante y en el pomo del cambio.
El volante, completamente redondo (gracias...), también incorpora la insignia N, y para rematar se nos proponen umbrales de puerta y pedales de aluminio con ese toque más sport.
La pantalla central de 10,25 pulgadas también es nueva. Cuenta con Apple Carplay y Android Auto, navegación, y muchísimas otras opciones. Se ha mejorado tanto el rendimiento, ahora es más rápida y precisa, como la resolución.
Lo que más me gusta de esta pantalla es el menú N, con muchísima información del coche enfocada al rendimiento: fuerzas G, temperaturas, potencia, cronómetro… así como el menú Custom para modificar a dedo, nunca mejor dicho, cada uno de los reglajes que queramos para configurar nuestro modo de conducción ideal. De lo más completo que he visto.
Contrario a la tendencia actual, el cuadro de instrumentos sigue siendo analógico, como los de toda la vida, y con una pequeña pantalla TFT central con alguna información relevante. A mi particularmente incluso me gusta, aunque tecnológicamente hablando queda un paso por detrás de sus rivales.
Las plazas traseras son exactamente iguales a las del i30 Fastback normal, con una entrada un poco justa por la baja altura del pilar del techo. Un techo que también resulta bajo para personas altas como yo, pero con suficiente espacio para las rodillas.
Lo mismo ocurre con el maletero, no varía, y que con sus 450 litros de capacidad ofrece 55 litros más que un i30 compacto. Tiene rueda de repuesto bajo el piso, incluye una trampilla en el respaldo del asiento central y abatiendo los asientos se llega a los 1.351 litros totales para cargar bultos de gran tamaño.
¿Qué motor lleva el Hyundai i30 Fastback N?
Debajo del capó tenemos un gran motor. No porque sea grande, sino porque su rendimiento es excelente. Este es el motor 2.0 T-GDI, que ha recibido una pequeña actualización para aumentar su potencia hasta los 280 CV y el par motor hasta los 392 Nm. Pero eso no es todo, porque ahora tanto la potencia como el par se ofrecen a menos revoluciones, así que la respuesta es aún más directa.
Otra de las novedades incorporadas a la gama i30 N es el cambio automático de doble embrague N DCT de ocho relaciones. En el i30 N compacto se puede elegir cambio manual o automático, pero por desgracia, para los puristas del cambio manual, en el Fastback sólo tenemos la opción del cambio automático.
Es un cambio bastante rápido subiendo marchas, casi instantáneo, pero a la hora de reducir le cuesta un poco más. Según el modo de conducción seleccionado su comportamiento es totalmente distinto. En el modo normal las transiciones son suaves y siempre mantiene el motor a bajas vueltas para gastar poco. En los modos Sport y N, es mucho más rápido y directo subiendo marchas, las cuales acompaña con un bonito sonido de escape que sinceramente, enamora.
Podremos usarlo de forma manual-secuencial de verdad, llegando al corte y sin cambiar a una marcha superior. Se puede usar mediante toques a la propia palanca (para subir marcha hacia atrás y para bajar hacia adelante) o usando las levas del volante, que a mi particularmente no me están gustando demasiado. Primero porque son de plástico y segundo porque el tacto al apretarlas se nota artificial. A mi me gusta que hagan “clic”.
Este es un coche con el que es complicado no disfrutar de la conducción. Con un 0 a 100 en 5,4 segundos y con un sonido de escape muy "macarra". Sólo el precio de la gasolina nos obligará a modular nuestro temperamento al volante. El i30 Fastback N, en conducción normal, ya gasta en torno a los 9 litros de media, pero si además eres de los que le gusta apretar los coches de lo lindo, te vas a acabar haciendo amigo del gasolinero.
Orientado al rendimiento puro
Su chasis es de los mejores que existe en el mercado. Pero ¡ojo! porque este no es un coche para todos los públicos. Si lo que buscas es un coche para el día a día y de vez en cuando darte alguna alegría, deberías mirar otra opción. La puesta a punto de este i30 Fastback N me parece tan radical que podrías acabar amargado si no te corre gasolina por las venas.
La suspensión es exquisita para un tramo de montaña o para circuito, pero llega a ser tan dura, incluso en su modo más confortable, que hará que se te salten los empastes. El coche no balancea nada, y en el modo N es una auténtica tabla, pero por contra no filtra absolutamente nada. Así que todo lo recibes en el cuerpo.
Con la dirección ocurre algo similar, es tremendamente precisa, directa e informativa, pero la dureza del volante puede llegar a agotar a según qué conductores. Además, el radio de giro es muy limitado, por lo que te va a tocar hacer más maniobras de las deseadas.
Y por último los frenos, que ahora también son un poco más grandes, de 360 mm delante, y consiguen aguantar bastante bien la fatiga ante una conducción algo deportiva en carretera. En circuito tengo mis dudas sobre su aguante…
A todo esto que os acabo de contar hay que sumarle el diferencial mecánico delantero, con gestión electrónica, que aporta un nivel de tracción y agarre tremendo, y varios refuerzos en el chasis para hacerlo aún más rígido, como la barra de torretas trasera que se puede ver en el maletero. Todo ello hace que el Hyundai i30 Fastback N sea uno de los coches de calle más enfocados al rendimiento puro.
Eso sí, el modo N déjalo para cuando salgas del parking y la ciudad, porque tus vecinos pueden acabar odiándote con tanto "pop & bang"…
42.000 euros de pet, pet, put, ru, ru, ru, pet y más pet. Mucho ruido y poco sentido.