Uno de los grandes valores de Jaguar reside en el aire de exclusividad que da a sus vehículos. Esto es algo inherente en todos los Jaguar, desde el modelo más básico de la gama, el XF que ahora nos ocupa, hasta el buque insignia XJ. Así lo demuestra el nuevo Jaguar XF, versión 2012, que recoge precisamente algunos detalles estéticos de su hermano mayor para ganar en elegancia, refinamiento y belleza. Pero esta berlina también destaca por incorporar un nuevo motor turbodiésel de 2,2 litros, caracterizado por su bajo consumo y emisiones. Se trata del primer cuatro cilindros que Jaguar decide fabricar en serie, y el motor con menor consumo en la historia de la marca británica (5,4 l/100 km de media). Estamos seguros que con este nuevo propulsor Jaguar incrementará sus ventas en los próximos años, al entrar en un segmento del mercado más "popular" y demandado en Europa. Además, permite que podamos acceder a un XF desde 45.900 euros. Sin duda, un coche que ahora es más apetecible que nunca.
PVP: JAGUAR 2.2 Diesel Classic 45.900 € JAGUAR 2.2 Diesel Luxury 49.330 € JAGUAR 2.2 Diesel Premium Luxury 55.480€ JAGUAR 3.0 V6 Diesel Classic 53.600 € JAGUAR 3.0 V6 Diesel Luxury 57.170 € JAGUAR 3.0 V6 Diesel Premium Luxury 63.570 € JAGUAR 3.0 V6 Diesel S Luxury 61.470 € JAGUAR 3.0 V6 Diesel S Premium Luxury 67.870 € JAGUAR 3.0 V6 Diesel S Portfolio 70.244 € JAGUAR 5.0 V8 Luxury 76.110 € JAGUAR 5.0 V8 Premium Luxury 81.908 € JAGUAR 5.0 V8 Porfolio 88.787 € JAGUAR 5.0 V8 S/X XFR 107.141 €
Diseño
La tarea del director de diseño de Jaguar, Ian Callum, queda bien patente en el nuevo XF. La renovación estética que ha recibido este coche le ha sentado francamente bien, y los retoques efectuados en el frontal y la zaga le dan una presencia más deportiva y atlética. Visto de frente, destacan el capó con nuevos volúmenes, la calandra en negro, el paragolpes rediseñado y el nuevo grupo de ópticas con tecnología bi-xenón HID y luces diurnas LED (en forma de J) que le dan un aspecto más agresivo y actual. En los laterales destacan las branquias horizontales con acabado cromado. Visto por detrás, el nuevo XF se identifica por los las nuevas ópticas, también con diodos LED y con forma distinta a la de la versión precedente. Para rematar este restyling, Jaguar ofrece a sus clientes nuevas opciones de llantas de aleación y una nueva gama de colores para la carrocería.
Habitabilidad
Al subirnos al interior del coche nos llaman la atención varias cosas: en primer lugar, la gran consola central, en posición elevada y claramente deportiva, con un elemento que resulta familiar, derivado del XJ. Se trata del JaguarDrive Selector, un dial cromado que emerge automáticamente al dar el contacto y que utilizamos para seleccionar el tipo de marcha. También de forma automática (y un tanto sorprendente) giran las rejillas de ventilación hasta la posición de abierto, una vez pulsamos el botón de arranque. Otro detalle que llama la atención y que demuestra el nivel de acabados es el salpicadero revestido en cuero, con doble costura en blanco. En posición central se sitúa una pantalla táctil de 7" con la que controlamos el navegador o el equipo de sonido (puede ser un Bower & Wilkins de 17 altavoces y 1.200 W). La conectividad es buena: conexión para MP3, dos puertos USB (uno de ellos para ipod) y Bluetooth. Además, podemos controlar algunas funciones del vehículo mediante un sistema de voz que Jaguar denomina "Interactive Voice". La calidad de todo este equipamiento, junto con el tacto de los materiales utilizados y la impecable terminación que presentan nos indican desde el primer momento que estamos ante un Jaguar y su reconocida exclusividad y refinamiento interior.
Mecánica
La gran novedad en la gama XF 2012 es el motor turbodiésel AJ-i 4D de 2.2 litros, 190 CV y cuatro cilindros que a partir de ahora montará la versión más básica de la gama. Este motor monta pistones de baja fricción, turbocompresor refrigerado por agua y sus elementos periféricos han sido diseñados para funcionar con el menor nivel de ruido, vibración o traqueteo. El resultado es un diésel que no lo parece, especialmente en lo que hace referencia a rumorosidad mecánica, que es prácticamente inapreciable. Sus 190 CV son suficientes para dar un carácter dinámico al coche, acorde con la imagen de deportividad latente en todo Jaguar. No obstante, en su carácter prevalece la necesidad de dar una respuesta elástica, suave y confortable, marca de la casa. Jaguar afirma que con este 2.2 el XF hace el 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y permite acelerar el coche hasta los 225 km/h de velocidad máxima. Aunque lo mejor de él está en su registro de consumo y emisiones: 5,4 l/100 km y sólo 149 g/km de CO2. La caja de cambios es la nueva transmisión automática ZF de 8 velocidades, ya vista en el XJ, que contribuye a una mejor aceleración gracias a su respuesta inmediata, bastante deportiva. Se asocia perfectamente con el carácter del propulsor. Como éste, su respuesta se orienta más hacia el confort que hacia la deportividad pura y dura. Es decir, aunque la transición entre marchas es muy rápida y permite una conducción deportiva cuando llevamos el motor alto de vueltas (disponemos de modo secuencial y levas de cambio detrás del volante) en realidad tiene tendencia a llevar el motor hacia un régimen bajo de revoluciones (en torno a 1.500- 2.000 vueltas), con el objetivo de generar un rodar suave y confortable, sobre todo si la utilizamos en modo Directo.Por supuesto, este es uno de los detalles que contribuye a reducir el consumo de combustible y las emisiones. A cambio, no evita el típico resbalamiento del convertidor de par durante el primer recorrido del gas cuando queremos recuperar, algo perceptible en el motor 2.2, no tanto en el 3.0. Por primera vez en un Jaguar, en el motor 2.2 se incluye de serie un sistema Stop/Start, que apaga automáticamente el motor cuando detenemos el coche. El sistema funciona perfectamente, aún tratándose de un motor diésel y con cambio automático. Contribuye a reducir el consumo de combustible entre un 5 y un 7%, según la marca. Además del nuevo 2.2, gama de motores se completa con el diésel 3.0 de 240 o 275 CV, y los gasolina 3.0 V6 de 238 CV y 5.0 V8 de 385 o 510 CV.
Comportamiento
Tuvimos oportunidad de conducir las dos versiones diésel disponibles en la gama XF: la que monta el nuevo 2.2 y la conocida 3.0 de seis cilindros y 275 CV (se vende también con 240 CV). En cualquiera de las dos versiones, el comportamiento dinámico es ejemplar. Como buen Jaguar, su chasis equilibra perfectamente la necesidad de transmitir confort y la suavidad de marcha con la posibilidad de aprovechar sus buenas aptitudes en conducción deportiva. Las suspensiones absorben perfectamente las irregularidades del asfalto, pero también sujetan con firmeza el coche cuando se trata de avivar el ritmo, ya sea a alta velocidad en las autopistas alemanas como en una carretera de montaña. En el primer escenario, el coche va sobre raíles. En el segundo, hace gala de un guiado fácil, preciso y placentero, sin molestos balanceos. Si tuviésemos que escoger entre el 3.0 y el 2.2, nos quedaríamos con el motor de tres litros. Y es que dos cilindros más se traducen en mayor potencia y mayor par. El 3.0 ofrece una respuesta más elástica y potente que el 2.2, como es lógico, y esto redunda en el placer de conducción. Con el 3.0 podemos aprovechar mejor las aptitudes del excelente chasis de este Jaguar, eso sí, a cambio de un mayor precio y un consumo más alto. El 2.2, por su lado, es una excelente opción si somos más sensibles con el tema de los consumos o simplemente, buscamos un XF más asequible a nuestro bolsillo. De hecho, excepto el bloque motor, el resto de cadena cinemática es la misma.
Seguridad
El equipamiento de seguridad es todo lo completo que cabe esperar en un coche de este nivel: control de estabilidad, asistencia de frenadas de emergencia, control de velocidad de crucero adaptativo con sistema de frenos inteligentes de emergencia, limitador automático de velocidad, control de frenada en curvas, airbags delanteros, laterales y laterales de cortina, sensor de baja presión de neumáticos e incluso dispositivo de protección en caso de error en el tipo de diésel repostado. Un original detalle en el XF es el sistema que inserta la posición P del cambio automático justo en el momento en el que nos desabrochamos el cinturón de seguridad. El coche entiende que vamos a salir del coche y lo bloquea por sí solo si no lo hacemos nosotros. Jaguar lo vende como un avance de confort, aunque también lo es de seguridad.
Valoración final
Echando un vistazo a las fotos podemos hacernos una idea de la belleza que exhibe este coche, aunque no estamos seguros que las imágenes le hagan del todo justicia. Y es que este Jaguar visto en vivo gana muchos enteros. Sin duda, el restyling efectuado al XF ha acabado de pulir un coche ya de por sí muy elegante y conseguido estéticamente, según nuestro punto de vista. Por otro lado, la incorporación del nuevo motor diésel de 190 CV abre nuevas perspectivas de comercialización para este modelo. Ahora Jaguar puede hacer frente a toda la legión de berlinas de lujo con motores diésel de cuatro cilindros: BMW Serie 5 520d, Mercedes-Benz Clase E 250 CDI o Audi A6 2.0 TDI, por citar algunos de sus principales competidores. Y lo hace a un precio competitivo: desde 45.900 euros en acabado Classic, hasta 55.480 la versión Premium Luxury. Esta ampliación de la gama también permite a Jaguar ofrecer un producto más "ecológico" y económico de mantenimiento, algo que todas las marcas "Premium" procuran no dejar de lado, teniendo en cuenta los tiempos que corren. Nos parece una buena elección mire por donde se mire. Si queremos más, siempre podemos optar por las versiones más potentes, a cambio de un desembolso superior. Tú eliges.
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