Volkswagen Golf Variant 1.6 TDI 105 CV DSG Advance

La naturaleza funcional de esta versión familiar del popular compacto alemán no sólo se obtiene mediante un interior modulable y práctico sino también gracias a uno de los mayores maleteros de su categoría. Culminado con una muy buena calidad de acabados y un equipamiento bastante completo, el habitáculo es ideal para familias activas ávidas de kilómetros por todo tipo de vías. Y es que el modelo del fabricante de Wolfsburg demuestra unos niveles de confort de marcha, estabilidad y aplomo que nada tienen que envidiar a su hermano de carrocería corta.

Si, en una escala de valores, las prestaciones se encuentran por debajo del ahorro de combustible en nuestras preferencias, la conocida mecánica 1.6 TDI de 105 CV que hemos probado será una alternativa muy a tener en cuenta. Para ganar aún más comodidad al volante, nos hemos decantado por la versión con el cambio automático de doble embrague DSG de siete velocidades.

Si lo que buscamos es una conducción sencilla y suave, vale la pena añadir los 1.870 euros adicionales que implica esta transmisión. El precio, precisamente, puede ser uno de los condicionantes a la hora de decidirnos por este modelo, pues es superior a buena parte de sus competidores como por ejemplo el Ford Focus Sportbreak, el Opel Astra Sports Tourer, el Peugeot 308 SW, el Honda Civic Tourer o el Seat León ST.

Crecimiento global

Lo primero que hay que tener en cuenta en esta variante familiar de la séptima generación del exitoso modelo de Volkswagen son sus proporciones. Todas ellas superan a la versión anterior excepto la altura. El modelo ha aumentado su longitud en 2,8 cm, hasta los 4,56 metros, mientras que es 1,8 cm más ancho. No debemos olvidarnos de la distancia entre ejes, que también se ha incrementado 5,7 cm. La única cota que ha disminuido es la altura, pues el vehículo ahora es 2,3 cm más bajo.

Si observamos la estética del Golf Variant veremos que el morro se distingue por las numerosas franjas de orientación horizontal, cuyo objetivo primordial no es otro que aportar una imagen más ancha del automóvil visto de frente. Las nervaduras en forma de V que recorren el capó así como el considerable tamaño de los faros son otros de los rasgos característicos de la variante familiar heredados del Golf de cinco puertas.

Siguiendo con la apariencia del modelo alemán debemos señalar que los diseñadores de Volkswagen han aprovechado su mayor longitud para estilizar ligeramente su silueta. Este aspecto se refuerza además con el estreno de las barras de techo. Mientras tanto, la zaga está rematada por un spoiler que le aporta un cierto toque deportivo. De forma opcional, nuestra unidad contaba con la pintura exterior Blanco Oryx (950 euros).

Pasemos a uno de los ámbitos en los que más destaca el Golf Variant, que no es otro que la vida a bordo. El protagonismo en el tablero se lo lleva la pantalla táctil de 5,8 pulgadas HD, con los mandos del climatizador justo debajo, mientras que la totalidad de la columna central se distingue por un óptimo grado de ergonomía. El nivel de acabados no varía con respecto al Golf convencional, por lo que estamos ante un interior muy bien terminado, con ajustes sólidos y con mandos que transmiten una buena calidad. El asiento del conductor se caracteriza por su confort y una importante sujeción lateral. No hay que olvidar la luminosidad interior que se consigue con el techo panorámico opcional (1.010 euros).

Por su parte, la segunda fila de asientos ofrece un muy buen espacio para las piernas de los pasajeros, aunque la plaza central no es tan confortable como las otras dos. En cualquier caso, la amplitud para hombros y caderas es destacable así como la generosa altura al techo en estas plazas.

Uno de los argumentos de mayor peso que puede condicionar positivamente la elección del Golf Variant se encuentra en el maletero, pues se trata de uno de los mejores de su segmento. Y es que cuenta con una amplia capacidad, de 605 litros, que puede llegar hasta los 1.620 litros si abatimos los asientos traseros. La bandeja que sirve para esconder el doble fondo también puede emplearse para distribuir el espacio en el maletero aprovechando sus articulaciones.

El modelo alemán, en el acabado intermedio Advance de la unidad probada, cuenta con un completo equipamiento de serie. Entre el destinado a la seguridad se encuentran siete airbags, sistema proactivo de seguridad Pre-Crash, ESP y freno de mano eléctrico. También cuenta con asientos “Confort” para conductor y acompañante, cajones bajo los asientos delanteros, pantalla multifunción Plus, control de crucero, detector de fatiga, climatizador bi-zona, Sensores de aparcamiento delanteros y traseros, limpiaparabrisas con sensor de lluvia, retrovisor interior fotosensible, luces automáticas, radio CD con MP3, ocho altavoces, entrada para USB, tarjeta SD y Aux-In, volante de cuero multifunción y llantas de 16 pulgadas Dover. El precio de salida (26.140 euros) es, no obstante, muy elevado. Y más teneindo en cuenta que se trata de un motor de apenas 105 CV.

Si hace pocos meses poníamos a prueba a la variante 2.0 TDI de 150 CV del Golf Variant, ahora nos hemos puesto al volante del motor diésel de acceso a la gama. Se trata del 1.6 TDI de 105 CV, potencia que consigue a 4.000 rpm. Este bloque de cuatro cilindros en línea, más que conocido en el grupo Volkswagen, entrega un par máximo de 250 Nm entre 1.500 y 2.750 rpm. Le falta algo de ímpetu a bajas revoluciones, lo que se aprecia principalmente cuando precisamos una aceleración fuerte desde parado. A medida que lo vamos subiendo de vueltas su comportamiento mejora, y es entonces cuando saca lo mejor de sí mismo.

En cualquier caso, su comedido caballaje hace que no destaque especialmente por su nivel de prestaciones, pero si ésta no es una de nuestras principales prioridades entonces no hay inconveniente. En lo que se refiere al 0 a 100 km/h, necesita 11,2 segundos para completarlo y su velocidad máxima, por otra parte, es de 193 km/h. Engranada al motor de nuestra unidad de pruebas se halla la caja de cambios automática de doble embrague DSG de siete velocidades, que integra levas en el volante. La rapidez y la suavidad de cambio de esta transmisión, asociadas al buen escalonado de marchas generan una conducción fácil y agradable.

El sistema Start-Stop con modo de recuperación de energía contribuye considerablemente a ahorrar combustible al circular por ciudad. La media oficial de consumo, según datos de Volkswagen, es de tan sólo 4,0 litros cada 100 km, mientras que logra unas emisiones de CO2 de 102 g/km. Los registros de consumo después de nuestra prueba fueron de 5,2 litros, un valor excelente dada la variedad de vías y de trazados por los que circulamos, incluyendo ciudad, que le sitúan sin duda entre los más eficientes de su categoría.

Cómodo y estable

A nivel dinámico, no hay demasiadas diferencias entre el comportamiento del Golf Variant y su hermano con carrocería corta. Hay que tener en cuenta, eso sí, un grado de firmeza ligeramente mayor en el tren trasero que en el Golf de tres o cinco puertas. Sin embargo, esta diferencia no resta en absoluto confort de marcha a los ocupantes. Ello queda patente cuando rodamos por carreteras en mal estado, pues los pequeños baches se absorben de forma muy adecuada.

Cabe subrayar que esta es la primera generación del Golf Variant que dispone del sistema XDS+, una función del ESP que imita un diferencial electrónico de deslizamiento limitado. Gracias a ello, el comportamiento dinámico mejora considerablemente en carreteras reviradas, obteniéndose un gran nivel de estabilidad en los apoyos y facilitando el trazado de las curvas. Por su parte, la dirección tiene un tacto suave y preciso, con lo que se consigue un guiado muy efectivo cuando conducimos por curvas rápidas. Además, de la dirección también hay que señalar su buena asistencia.

La capacidad de frenada del vehículo va acorde con la dirección, lo que nos proporciona en conjunto unos notables resultados dinámicos. Teniendo en cuenta que es 31 cm más largo que el Golf convencional de tres y cinco puertas, su maniobrabilidad en espacios pequeños es algo peor. No obstante, no cabe subestimarlo en este aspecto, ya que se mueve razonablemente bien por el entramado urbano si lo comparamos con buena parte de sus rivales.

Conclusión

El nuevo Golf Variant asociado al 1.6 TDI de 105 CV es una opción más que interesante para aquellos conductores que tengan en mente un familiar del segmento medio de carácter funcional y polivalente, con un destacable maletero y unos muy buenos acabados. A estas cualidades hay que sumar el gran confort de marcha que proporciona el automóvil alemán así como el excelente grado de eficiencia del propulsor de esta versión turbodiésel y la suavidad y rapidez del cambio DSG de siete velocidades. El precio, elevado entre los modelos de su categoría y potencia, es uno de sus principales hándicaps.