Peugeot 208 GTi
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Peugeot 208 GTi

Néstor Abarca

Néstor Abarca

63 opiniones

Nos volvemos a poner al volante de uno de los Peugeot 208 GTi que más está dando que hablar en los últimos meses. Y es que los amantes de estos pequeños deportivos estaban un poco de capa caída tras comprobar que las variantes GTi de Peugeot, tanto del 206 como del 207, habían perdido aquella esencia que transmitía el estupendo 205 GTi. Para encontrar “algo” con lo que divertirse había que apuntar aún más alto: a las variantes RC.

Peugeot 208 GTi mirando al pasado

Con la llegada de la nueva generación del 208, más pequeño y menos pesado que los anteriores “200”, todo hacía prever que quizás la marca del león habría tomado un nuevo rumbo a la hora de desarrollar una de las variantes más esperadas en el año de la batalla. Una guerra compuesta por la nueva hornada de “deportivillos” entre los que podemos encontrar el Renault Clio RS, el Ford Fiesta ST, el Volkswagen Polo GTi y el Seat Ibiza Cupra. Además del Opel Corsa OPC y del Skoda Fabia RS que ya empiezan a ser unos veteranos, aunque en mi opinión no creo que sus respectivas marcas tarden demasiado en actualizarlos.

Sobre el papel todo pinta bastante bien. Tomando una buena base como lo es el 208, añadiendo unas gotas de picante, podríamos estar ante uno de los GTi más divertidos y rápidos de estos años. Lo comprobaremos. Pero también veremos qué tal se comporta al costado del referente, del mito de Peugeot, el 205.

Para pasar desapercibido

Destinado a una clientela exigente y juvenil, podríamos pensar que la variante vitaminada del pequeño utilitario tiene que expresar su carácter más rácing con una apariencia exclusiva y deportiva. Nada más lejos de la realidad, no será fácil reconocerlo a simple vista porque apenas incorpora novedades destacables en cuanto a diseño, que haberlas haylas, pero demasiado sutiles para mi gusto.

Soy de los que piensa que un vehículo con aspiraciones deportivas debe diferenciarse rápidamente y no conformarse con un simple logo en el portón que lo delate. Con esto no pido grandes alerones sobredimensionados, tubos de escape que parezcan lanzacohetes, ni tampoco faldones que vayan rozando el asfalto, pero sí una orientación más rácing, para destacarlo sobre el modelo base de forma notable como ya ocurre en otras marcas.

Pero como este artículo no va sobre mis gustos automovilísticos, y la percepción de cada uno sobre cómo tiene que ser un GTi puede ser tan dispar que no acabaríamos nunca de ponernos de acuerdo, lo mejor es que os detalle las pequeñas diferencias que existen con respecto al modelo base.

Empezando por el frontal podemos apreciar una parrilla específica de color negro brillante, con inserciones cromadas en formato ajedrezado. La gran toma de aire central está remarcada por un contorno cromado de mayor tamaño añadiendo en su parte inferior un junquillo rojo. La firma luminosa está compuesta por faros halógenos equipados con una guía de luz de última generación “flatguide” y tecnología LED para los intermitentes y las luces de día. En su parte inferior, los faros antiniebla se incorporan de serie con el modelo.

A juego con los embellecedores cromados que rodean las ópticas antiniebla, las carcasas de lor retrovisores exteriores también son cromadas.

Con unas vías aumentadas en 10 mm en la parte delantera y 20 mm en la trasera, el modelo de tres puertas también ve como se le han tenido que ensanchar ligeramente los pasos de rueda, muy ligeramente, que albergan unas sofisticadas llantas “carbone” de 17 pulgadas que, entre sus radios, dejan ver los discos de freno ventilados de 302 mm delante y refrigerados de 249 mm detrás con las pinzas de freno pintadas de rojo. En el montante trasero se ha instalado un embellecedor con la inserción GTi en cromado y rojo que rinde homenaje al ilustre 205 GTi.

En la zaga, atravesando el faldón trasero negro brillante, se ha instalado la doble salida de escape con forma trapezoidal que expulsa un sonido más depurado gracias a una línea de escape específica para el 208 GTi. Situado en la parte superior del portón, el spoiler es quizás el elemento más significativo de la carrocería.

Entre las pocas posibilidades de personalización del modelo, tan sólo podremos escoger entre 6 colores para la carrocería –además de un Blanco Nacarado Satinado correspondiente a la edición limitada- y dos diseños de llantas de aleación de 17 pulgadas.

El rojo como seña de identidad del Peugeot 208 GTi

Es tradición que los modelos deportivos apuesten por detalles coloridos como por ejemplo el rojo, el amarillo o el azul. Como ya hemos visto en el exterior, en las pinzas de freno, en los logotipos GTi del portón trasero y en el embellecedor del montante trasero y en el juntillo de la parrilla frontal, el interior se “deportiviza” con múltiples detalles en rojo repartidos por todo el habitáculo.

Nada más abrir las puertas nos topamos con unos umbrales cromados con las letras de Peugeot iluminadas en rojo. Antes de entrar ya se puede observar como los asientos deportivos de cuero “Club Nappa” y tejido “Maille Caro” ya incorporan en la parte interior de los aletines la tonalidad roja, acompañada por una línea en el centro del mismo color. Me acomodo en el del conductor y compruebo como me arropan como un guante a la mano, tanto en la zona de la espalda como en las piernas. Además pueden reglarse un centímetro más bajos que los convencionales y permiten adoptar una postura de conducción un poco más deportiva.

El pequeño volante ovalado y recto en su parte inferior, la cual alberga el distintivo GTi, es específico. De cuero perforado con el rojo a contraste, también ofrece una característica marca roja en su parte superior, a semejanza con un volante de carreras. Tras el aro podemos ver, por decirlo de alguna manera, el cuadro de mandos elevado, en este caso con un fondo ajedrezado negro, con el contorno retroiluminado en rojo. Como en la variante estándar del 208 no logré encontrar una posición de conducción que me fuese cómoda y a la vez que me permitiera ver con claridad las dos esferas del velocímetro y del cuentarrevoluciones.

El salpicadero está revestido con “TEP PU” negro con pespuntes rojos, un material blando muy agradable al tacto, y un elemento decorativo plástico con un degradado de negro a rojo que también podemos encontrar en las agarraderas de las puertas. A mi modo de ver, creo que desentonan un poco con la buena calidad que exhiben la mayoría de los materiales empleados en la confección del interior, pero para gustos colores.

En el centro del salpicadero se encuentra la gran pantalla táctil, situada a una altura muy correcta que permite que apenas debamos separar la vista de la carretera para su manejo. Hablando del manejo, habrá que tomarse un rato para entender como va o, en su defecto, echarle una ojeada al manual de instrucciones porque su funcionamiento no es todo lo intuitivo que uno desearía.

El pomo del cambio de marchas es de aluminio y se sitúa bastante cerca del volante. Está decorado con un adorno lateral rojo, al igual que la palanca del freno de mano de cuero picado pespunteada en rojo.

Las plazas traseras ofrecen la misma habitabilidad que en el modelo convencional, es decir, un poco mejor que en el 207 pero igualmente justas para un “larguirucho” como yo. Para alguien con una estatura media las calificaría de correctas. Lo mismo que el maletero, que con sus 285 litros de capacidad ha crecido en 15 litros comparándolo con la generación anterior.

200 leones de GTi

El 208 GTi corre mucho, pero mucho mucho… Su propulsor 1.6 THP de 200 CV junto con otro de sus grandes atributos como es el bajo pesoapenas 1.160 kg- hacen de este utilitario deportivo uno de los más rápidos del segmento. Al menos en línea recta, donde puede alcanzar los 230 km/h y acelerar de 0 a 100 en apenas 6,8 segundos. Sólo está disponible con caja de cambios manual de seis velocidades, con unos desarrollos más cortos, que consigue sacarle todo el jugo al motor turbo.

Sus 275 Nm de par máximo ofrecen la posibilidad de adoptar dos conducciones totalmente opuestas: por un lado nos lo podemos tomar con calma, subiendo una marcha apenas pasadas las 1.600-1.800 rpm y efectuando una conducción relajada y eficiente con la que nos moveremos en torno a los 6 litros cada cien kilómetros de consumo medio. Por otro lado está su cara más gamberra, la que nos dice que pisemos el acelerador sin tregua, que le saquemos toda la sustancia a su motor turboalimentado y que disfrutemos de unas aceleraciones y recuperaciones realmente excelentes usando con brio el cambio manual de seis velocidades. Todo a un precio, por supuesto, porque estos 200 leones que llevamos bajo el capó son insaciables y harán que el consumo se dispare muchísimo.

También se ha modificado el esquema de suspensión pensando en una conducción más deportiva, aunque sin dejar de lado la posibilidad de usarse como coche para los desplazamientos diarios. De esta forma, tanto muelles, tarado de los amortiguadores, barra estabilizadora y subchasis delantero y trasero más rígidos, se comportan bastante bien cuando decidimos aumentar el ritmo. Sin ser para nada radical.

En carretera de montaña, si no existe la posibilidad de entrar en circuito, es donde los GTi tienen que demostrar de qué están hechos. Con el 208 GTi, sinceramente, me he quedado un poco frío. El chasis deportivo va perfecto y es difícil encontrarle las cosquillas, el problema que le veo es que, como os acabo de comentar, las suspensiones se han ajustado de tal forma que ofrezcan suficiente agrado en cualquier tipo de conducción, y esto le resta algo de eficacia en fuertes apoyos. La carrocería tiende a balancear algo más de lo deseado y, aunque no llega a perder la compostura fácilmente, esperaba algo más de aplomo.

También se ha trabajado en la respuesta de la dirección, otorgando al conductor una mayor información de la calzada y un guiado un poco más preciso. El pequeño volante recuerda más al de un periférico de videoconsola que al de un vehículo normal, pero lejos de malas comparativas su tacto es muy bueno y permite efectuar correcciones rápidas y precisas.

Los frenos detienen el vehículo de forma contundente y eficaz, aunque tras someterlos a largos esfuerzos puede aparecer algo de fatiga. Por supuesto siempre hablando de una conducción casi extrema. Un punto a favor del Peugeot es la posibilidad de desconectar por completo el control de estabilidad. De esta forma se aumentan las sensaciones de pilotaje, pero habrá que trabajar bastante más para mantener el coche estable y no sufrir demasiado con los acusados subvirajes.

Peugeot 208 GTi vs 205 GTi

Antes de entrar a valorar las múltiples diferencias que existen entre uno y otro, me gustaría dar las gracias a Albert, el propietario del Peugeot 205 GTi que nos acompaña en algunas de las fotos que podéis ver en esta prueba. Un hombre tremendamente amable que no dudó en aceptar nuestra propuesta para hacer aún más completa y bonita esta pequeña comparativa, y de paso darnos su particular visión del nuevo GTi de Peugeot.

Albert me cuenta que su 205 GTi está tal cual lo compró hace más de veinte años, todo original, a excepción de las pegatinas decorativas. Echándole un primer vistazo pude comprobar cuánto aprecio le tiene a su coche porque parece que esté prácticamente nuevo, bien limpio por dentro y por fuera, sin toques ni arañazos en la carrocería, la tapicería original sin apenas desgaste… ¡Vamos! Una joya en estado puro.

Amablemente me abre la puerta y deja que me siente para admirar su interior. Salvando las distancias, ambos tienen rasgos bastante parecidos. La posición del cuadro de mandos, los detalles en rojo, asientos deportivos… Pero sobre todo, me resulta increíblemente sorprendente la habitabilidad que ofrece. Siendo muchísimo más pequeño que la nueva variante del GTi, el 205 no es ni mucho menos tan angosto como podría pensarse viéndolo desde fuera.

Tras un buen rato de charla y anécdotas contadas, cogemos los dos coches y nos fuimos a una carretera de montaña, sin apenas tráfico, donde poder descubrir por mí mismo hasta dónde llegan las posibilidades de todo un mito sobre ruedas. Me subo de copiloto y su propietario empieza a “darle cera”. Rápidamente compruebo que salé disparado, metiendo marchas a un ritmo vertiginoso y viendo como la aguja del cuentarrevoluciones sube y sube sin rechistar hasta prácticamente el corte de inyección. El sonido que expulsa por el tubo de escape es embriagador, mucho más ronco y potente que el del 208 GTi, que parece un gatito a su lado.

Enlazamos curvas a izquierda y derecha totalmente poseídos por las increíbles prestaciones que proporciona el conjunto chasis-suspensiones-motor del diminuto Peugeot. Es en este instante cuando me doy cuenta del porqué del sobrenombre de “el mito”. Alucinante.

Pero más fascinante fue poder conducirlo. Sentarse al volante de todo un "matagigantes", un coche que en su época les daba estopa a modelos mucho más potentes que él. Cambio el chip totalmente y me dispongo a disfrutar, comprobando como hay que trabajar con la dirección –no tiene dirección asistida y un mayor número de vueltas- para domarlo. La respuesta del acelerador es muy directa: pisamos poco y acelera poco, pisamos a tabla y sale disparado. Es capaz de comerse todo el tramo de curvas tan sólo en tercera velocidad. Recuperando bien desde abajo y, estirando la marcha, se pueden alcanzar prácticamente los 120 km/h.

Es un coche muy nervioso, subvirador y a la vez sobrevirador cuando se suelta el acelerador en plena curva. Aún y así, transmite una gran sensación de aplomo que hace que vayas mucho más rápido de lo que pensabas.

Tras este breve prueba toca enfriar la cabeza y pensar con claridad si realmente el 208 GTi tiene algo que ver con el 205 GTi, un modelo que se fabricó para el disfrute de su conductor. Y lo cierto es que me ha costado horrores encontrar similitud alguna entre uno y otro.

La filosofía es parecida: potencia y bajo peso. Mientras que el “abuelete” apenas pesa 850 kilogramos, el nuevo GTi debe conformarse con unos muy buenos 1.160 kg. Uno es atmosférico, el otro turbo, pero ambos empujan con fuerza "a su manera".

La diferencia más acusada está en las suspensiones: uno es una tabla, bien duro, mientras que el 208 GTi bastante más confortable. Por potencia, mayor ancho de vías, neumáticos con un mayor contacto con la calzada y por sistemas de ayuda a la conducción, el nuevo modelo casi seguro es bastante más rápido que el 205, pero a favor de este último cabe destacar que multiplica las sensaciones al volante, aportando mayores dosis de diversión teniendo en cuenta que entre uno y otro hay más de dos décadas de diferencia... ¡casi nada!

Albert, tras conducir ambos, me comenta que aunque el nuevo modelo sea un tiro, mucho más efectivo, se le hace hasta aburrido de conducir. Tiene la misma sensación que me ha quedado a mi tras conducir ambos: la idea está bien, pero ni de lejos puede equipararse al hecho de “pilotar” un antiguo GTi de verdad. Un coche que transmite muchas más sensaciones y que te hace volverte joven desde el primer momento en el que arrancas el motor.

Pros y contras

Pros
  • Velocidad y recuperaciones
  • Cambio rápido y preciso
  • Consumo bastante contenido
Contras
  • Suspensiones demasiado confortables
  • Visibilidad del cuadro de mandos
  • Estética muy conservadora

Galería de fotos de Peugeot 208 GTi

Opiniones de Peugeot 208 GTi

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Anónimo

es gracioso eso que dice los v8 nunca morirán simplemente se quedaran para los que podemos mantenerlos .

Anónimo

Da igual el gti, pero hubo modelos irrepetibles, nada que ver como los de ahora , y probé todos: 205gti, 309 GTI, Fiat uno turbo ( el primero),"solo" tenía 105 cv, Renault 5 copa turbo, clio Williams, Kadett GSI, ford fiesta XR2,los de hoy mucho mas seguros pero con menos "sensaciones"...

Anónimo

El cuadro tiene un fallo total de diseño, diga lo que diga el de la marca.

Anónimo

Pués si que es práctico, porque tiene 5 puertas con lo bueno que si no te fijas bien, parece que fuera un 3 puertas, y es nervioso,pero no se le levanta la rueda en las curvas.

Anónimo
| 1 respuesta

Este coche está chulo, pero prefiero un clio rs, este me parece poco práctico y demasiado nervioso

Anónimo

#62 y el clio si es practico y no es nervioso?

Anónimo

Chaval Que tienes un kia!!!!! 24000 eurazos por eso no es precisamente un chollo.

Anónimo

Para que te enteres, nadie y digo nadie encuentra una posición de conducción idónea,todos los expertos de revistas y demas dicen lo mismo, el interior es una cagada, te pongas como te pongas, un deportivo sin una posición buena no ea un deportivo. Y a los superlistos ingenieros de Peugeot les mandaba al paro a todos. El interior es HORRIBLE, antes prefiero un golf que ya es decir.

Anónimo
| 1 respuesta

Solo hay un verdadero GTI y es el vw golf GTI las demás marcas solo an imitado la formula su excelencia nunca sera alcanzada

Anónimo

#57 Puede que VW fuera la primera en montar las siglas, pero el concepto ya existía hace unos anitos. Y eso de inventar en VW poquito, ni se les da bien, ni se les dará, porque para eso hace falta imaginación, y a un tío que usa sandalias con calcetines poco se le puede pedir, pero hay que reconocerles que tienen un departamento de publicidad buenísimo, que si mañana se empeñan en hacer creer a la gente que ellos descubrieron América, tranquilo que habrá gente que lo defienda.

Anónimo

Como siempre Peugeot haciendo muy buenos coches peques deportivos. Me gustaba más el 207 RC.

Anónimo

la relación peso potencia de este coche es fantástica.cada cv. debe arrastrar solo 5.8 kgs.muchos premiun con ínfulas deportivas ya lo quisieran para si.tiene un par 275 Nm. a solo 1.700 vueltas.ya lo quisieran para si,la mayoría de los diesel.si la casa diese una buena oferta en el precio de salida,triunfara.

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