Este excepcional coupé de altas prestaciones, que ocupa la cúspide de la gama A5, está movido por un impresionante propulsor 4.2 FSI de 450 CV asociado a un cambio S tronic de siete marchas. Con este conjunto obtiene unas prestaciones espectaculares, cumpliendo con creces con las expectativas que plantea un integrante de la familia RS de la marca de los cuatro aros.
En lo que respecta a tamaño, cabe señalar que el RS5 Coupé es 2,3 centímetros más largo y 6 milímetros más ancho que el A5 Coupé, mientras que su altura se reduce en 6 mm. Cuenta con un brillante chasis fabricado en buena parte de aluminio para bajar peso. En definitiva, toda su arquitectura está ajustada al límite para sacar el máximo partido a sus posibilidades dinámicas.
A esto se añade un habitáculo de alto "standing" del que emanan exclusividad y deportividad a partes iguales. Con todo ello pelea de lleno contra contendientes coupés de su talla como el Mercedes-Benz E 500, el BMW M3 o el Porsche 911 Carrera S. Caballaje inacabable
Como no podía ser de otra manera, la protagonista principal en el coupé alemán es su mecánica. Y es que el corazón del RS5 es un motor 4.2 FSI V8 atmosférico de 450 CV, basado en el V10 que monta el superdeportivo R8. Con estas credenciales, no son de extrañar en absoluto ni su excepcional rendimiento ni sus impresionantes prestaciones. Para empezar, cabe señalar que dispone de una entrega de par de 430 Nm entre 4.000 y 6.000 rpm. Su entrega de fuerza, por tanto, es enorme, lo que fomenta una respuesta extraordinaria desde bajas revoluciones.
Prueba de ello es el tiempo en el que detiene el cronómetro durante el 0-100 km/h, que es de solo 4,5 segundos. La velocidad punta que puede alcanzar el modelo de Audi es de 250 km/h, si bien ésta puede llegar hasta los 280 km/h si el cliente lo solicita previamente al concesionario en el momento de la compra.
Teniendo en cuenta la alta cilindrada del propulsor, es evidente que su consumo no es precisamente testimonial. Sin embargo, debido de la presencia de multitud de tecnologías eficientes entre las que se encuentra el sistema de recuperación de energía, homologa una media de 10,5 litros cada 100 km, lo que le sitúa entre los más ahorradores de su segmento. Mientras tanto, nuestro consumo fue de 15,3 litros llevando a cabo una conducción normal por distintos tipos de vía.
Asociada al bloque se encuentra la transmisión S tronic, una caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades de respuesta fantástica. Gracias a ella, la espectacular potencia del motor se exprime hasta el límite. La transmisión cuenta con modo secuencial que puede gestionarse desde las levas situadas tras el volante, lo que incrementa la experiencia de conducción deportiva.
Espíritu de competición
Otro de los puntos fuertes del RS5 se encuentra en su excelente chasis. Su configuración, integrada por suspensión delantera de cinco brazos y suspensión trasera de brazos trapezoidales autoajustables, hace que el automóvil se agarre al asfalto de forma sobresaliente. Asimismo, proporciona una sorprendente sensación de control y seguridad al encarar las sucesiones de curvas. Con el objetivo de lograr una dinámica más deportiva, la altura al suelo está rebajada en dos centímetros con respecto al A5.
Buena parte de los componentes de la suspensión están fabricados de aluminio, aspecto que contribuye a aumentar la ligereza del conjunto. Por otra parte, los avances en materia aerodinámica aplicados sobre el RS5 no sólo logran recortar el consumo sino también propician una estabilidad aún más optimizada.
No hay que pasar por alto la extrema precisión de la dirección asistida, que varía su dureza según la velocidad. Para modificar la conducta del vehículo según las preferencias del conductor, el RS5 cuenta de serie con el sistema Audi Drive Select, que permite escoger entre los modos Comfort, Auto y Dynamic. Dichos modos modifican el comportamiento de la dirección, la caja de cambios y el acelerador.
La potencia se transmite a las ruedas mediante el sistema de tracción integral permanente quattro, que integra un diferencial central de corona encargado de distribuir la fuerza entre ejes. Normalmente, el reparto es de 40/60 entre los trenes delantero y trasero, pero puede llegar a enviar hasta el 70%, delante o hasta el 85%, detrás.
Entre el equipamiento destinado a la seguridad del vehículo se encuentran airbags frontales y laterales para conductor y acompañante, airbags de cabeza delanteros y traseros sideguard, detector de fatiga, distribución electrónica de la fuerza frenado (EBV), asistente de frenado (SAFE), control electrónico de tracción y programa electrónico de estabilidad. Éste último sistema cuenta con un modo Sport y, además, puede desconectarse totalmente.
Esprínter con toques clásicos
En cuanto a línea estética, el RS5 se rige por el concepto de carrocería coupé de dos puertas que armoniza una imagen de berlina clásica con un gran carácter deportivo. El modelo está presidido por la habitual parrilla Singleframe de la marca de los cuatro aros, que cuenta con las esquinas superiores biseladas y dispone de una rejilla gris antracita brillante de tipo nido de abeja, así como un marco de aluminio mate. De serie se incluyen faros de xenón plus envueltos por las finas luces diurnas de tecnología LED con los que se obtiene una apariencia muy sofisticada.
Después de contemplar la parrilla, la mirada se va rápidamente a las grandes y agresivas entradas de aire integradas en un paragolpes específico. Éste incorpora un labio inspirado en los automóviles de competición y llama la atención por la forma remarcada de sus bordes. Debido a ello, el vehículo proporciona una sensación de mayor anchura y menor altura en el frontal. Cabe señalar también las aletas ensanchadas propias de este modelo.
Mientras tanto, en la zaga llaman la atención los dos tubos de escape de forma oval. Entre el catálogo de opcionales, es posible montar un escape deportivo que, además de generar un sonido más intenso, cuenta con la parte final de color negro. La tecnología LED también llega a los pilotos traseros. En esta zona trasera del vehículo, se aprecia la presencia de un spoiler que se despliega de manera automática cuando se alcanzan los 120 km/h, así como un difusor en la zona baja del paragolpes.
Pura exclusividad
Nada más abrir la puerta y acceder al habitáculo del coupé deportivo de Audi, el lujo lo acapara todo. En un interior donde predomina el color negro, la calidad de los acabados es imponente. Además de la combinación de cuero y Alcántara de la tapicería, los diseñadores de la marca alemana han utilizado materiales como el aluminio o la fibra de carbono, que se suman a los plásticos de tacto sublime.
Los asientos delanteros, pensados para conducción deportiva, recogen el torso de manera muy efectiva y hacen posible adoptar la posición más idónea al volante gracias a la multitud de reglajes eléctricos disponibles. Para conseguir un mayor grado de ergonomía, la columna central está ligeramente orientada hacia el conductor. El resto de mandos, como los del MMI ubicados a la derecha del puesto de conducción, se activan de forma muy accesible. Según las preferencias, el volante de cuero multifunción puede escogerse con la parte inferior achatada para incrementar su aire deportivo.
Incluido en el sistema de información para el conductor, y al igual que el resto de modelos de la gama RS, se encuentra un menú especial que incorpora un contador de tiempo de vuelta así como la temperatura del aceite. Esta deportividad no supone una limitación de sus cualidades habitables. Por eso, en la segunda fila, dos ocupantes pueden alojarse con total comodidad, con el comprensible acceso algo incómodo originado por la carrocería de dos puertas. Por su parte, el maletero proporciona un volumen de 455 litros, cifra que puede crecer hasta los 829 litros si se abate la banqueta trasera.
Conclusión
Las rotundas cualidades del RS5 en materia de prestaciones son incontestables y están unidas a una dinámica deportiva que, bajo una apariencia de solemne berlina coupé, esconde un automóvil con alma de competición. Su exclusivo habitáculo, rematado lujosamente con materiales nobles, proporciona además un alto grado de amplitud para los ocupantes. Como es de esperar, el precio es uno de los pocos hándicap de un modelo de tal categoría.
No hay del 2008,se fabricaron a partir del 2010.