Audi A5 Coupé 3.0 TDI quattro S Line edition

Si se busca el carácter polivalente dentro de la gama A5, no hay duda de que su carrocería Sportback es la más adecuada. No obstante, si la prioridad es una apariencia estilizada y aún más atractiva, el elegido debe ser el A5 Coupé. Su carrocería de dos puertas, unida a los elementos específicos de esta versión S Line y al potente motor 3.0 TDI de 218 CV dan lugar a un automóvil divertido y con carácter. Y todo ello sin olvidar la elegancia y el confort de marcha, dos de los aspectos que también integra el modelo de la marca de los cuatro aros.

Dentro del habitáculo se respira una atmósfera de alta categoría gracias a unos excelentes acabados y a la comodidad del puesto de mando. El precio de esta unidad, sin tener en cuenta opcionales, es de 51.755 euros, un importe algo elevado que crece considerablemente a poco que nos animemos con los opcionales. Entre los rivales más directos del modelo de Audi se encuentran el Mercedes-Benz Clase C Coupé y el BMW Serie 4.

La elegancia y la deportividad son dos de los factores que pone de manifiesto el Audi A5 Coupé en lo que a diseño se refiere. El modelo alemán, con carrocería de dos puertas y una longitud de 4,63 m, se distingue por una apariencia frontal aplanada y ancha, dominada por la conocida parrilla Singleframe de la marca de los cuatro aros. Con sus esquinas oblicuas, en esta variante del automóvil alemán el marco de la calandra es de color negro brillante.

Esta unidad pertenece a la versión S Line Edition, que amplía el equipamiento con elementos adicionales y le aporta un aspecto más deportivo. Exteriormente cuenta con faros inteligentes “Smart Beam”, faros de xenón Plus con iluminación diurna de tipo LED, lavafaros y paquete exterior S Line. Éste último incluye parachoques delantero y trasero de diseño deportivo, faldones laterales del color de la carrocería, difusor trasero de color gris platino y emblema S line tanto en las aletas delanteras como en los umbrales de las puertas.

De forma opcional, la unidad probada equipa en su exterior unas vistosas llantas de aleación ligera Audi Sport de 20 pulgadas de cinco brazos dobles (670 euros) con las que gana aún más carácter. También cabe señalar, en este sentido, el color Rojo Misano efecto perla (1.025 euros) de la carrocería.

En el habitáculo del A5 Coupé se respira un ambiente lujoso desde el primer momento. Los materiales de alta calidad se encargan de dar la bienvenida al puesto de conducción, que se distingue por su amplitud y por un confortable asiento de tipo baquet que recoge el torso a la perfección incluso al practicar una conducción dinámica. La óptima ergonomía es otra de las características del vehículo puesto que todos los mandos se encuentran al alcance de la mano y son de uso sencillo e intuitivo.

Eso sí, el hecho de que cuente con el volante multifunción con la parte inferior achatada no es demasiado práctico durante la conducción, sobre todo al afrontar curvas cerradas. Al pasar a la segunda fila el resultado no es tan bueno como en los asientos delanteros. El vehículo ofrece en esta zona dos plazas con un buen espacio para las piernas pero con una altura al techo algo limitada para pasajeros que pasen de 1,80 m. La causa es el diseño coupé del vehículo, que está más pensado para acentuar el atractivo estético que para fomentar su carácter práctico. Por su parte, el maletero cuenta con un volumen bastante considerable de 455 litros.

El equipamiento de serie de esta variante del coupé alemán incluye climatizador automático, volante de cuero con levas, sistema de ayuda al aparcamiento trasero, control de estabilidad, freno de estacionamiento eléctrico, control automático de velocidad Tempomat, sistema de arranque y parada automático, Radio Concert con lector de CD y Bluetooth. Entre los extras de esta unidad se encuentra el techo solar panorámico (1.380 euros), con el que el vehículo gana una importante luminosidad interior.

La mecánica seleccionada para esta prueba del coupé de Audi ha sido la 3.0 TDI de 218 CV, la segunda versión diésel más potente de la gama sólo por debajo del mismo motor en su variante de 245 CV. El alto rendimiento de este V6 de 218 CV se percibe nada más poner en movimiento el vehículo. Al pisar a fondo el pedal del acelerador se aprecia la enérgica entrega de fuerza desde muy bajas revoluciones. Y es que su cifra de par máximo es de nada menos que 500 Nm entre 1.400 y 3.000 rpm, lo que le origina una impecable salida desde parado así como unas excelentes recuperaciones.

La elasticidad es otra de las principales virtudes del propulsor, que también se muestra realmente refinado. No hay que pasar por alto su remarcable nivel prestacional, ya que para acelerar de 0 a 100 km/h sólo necesita 6,2 segundos mientras que su velocidad punta es de 243 km/h. Asociada al motor TDI se encuentra la caja de cambios automática de doble embrague S Tronic de siete velocidades. El resultado de la combinación de ambos es magnífico. La rapidez de cambio y el escalonado de la transmisión hacen posible exprimir al máximo las cualidades del motor, sobre todo cuando se trata de sacar a relucir su alma deportiva. Las levas de cambio presentes en el volante facilitan aún más las cosas cuando se escoge el modo secuencial. De igual forma, la suavidad de funcionamiento del S Tronic también se agradece cuando se opta por una conducción más tranquila.

Culminan los valores del motor 3.0 TDI las cifras de emisiones y consumo que, según los datos homologados, son de 158 g/km de CO2 y de 6,1 litros cada 100 km, respectivamente. La media de consumo obtenida tras nuestra prueba, en la que se combinó ciudad, carretera de montaña y autovía, fue de 7,6 litros, lo que supone igualmente una cifra muy ajustada. Y no sólo lo es valorando la cilindrada y la potencia del motor sino también teniendo en cuenta que el vehículo tiene cuatro ruedas motrices gracias al sistema Quattro.

Los primeros kilómetros al volante del coupé de la firma de los cuatro aros sirven para poner de manifiesto su gran suavidad de marcha y una calidad de rodadura de alto nivel. Todo ello, unido a un destacable aplomo por grandes rectas, lo convierte en un automóvil ampliamente confortable que ofrece unos resultados ideales a la hora de realizar viajes largos por autopista.

Cuando llega la hora de afrontar sucesiones de curvas, la suspensión deportiva de serie que integra el vehículo contribuye a lograr una gran estabilidad. Las oscilaciones de la carrocería son casi inexistentes, algo que se consigue además sin un tarado de suspensión demasiado firme. El sistema de tracción integral permanente de esta versión refuerza aún más el agarre del vehículo al asfalto incluso en situaciones de baja adherencia mientras que, por su parte, la dirección es extremadamente precisa. En consecuencia, permite tomar las curvas a velocidad elevada con una importante sensación de control en todo momento.

El vehículo permite ajustar además diversos parámetros gracias al sistema Audi Drive Select opcional (365 euros), que cuenta con los modos Comfort, Auto, Dynamic y Efficiency. Cada uno de ellos modifica de forma diferente desde la asistencia de la dirección hasta la sensibilidad del acelerador, pasando por la rapidez del cambio de marchas.

En definitiva, el modelo de Audi combina las virtudes de un automóvil pensado para realizar largos viajes con la cautivadora y atractiva estética coupé de su carrocería de dos puertas. Además, se trata de un vehículo altamente confortable que permite también buenas dosis de diversión por carreteras de curvas. El propulsor 3.0 TDI de 218 CV contribuye a ello gracias a su enérgica capacidad de aceleración. Dentro del habitáculo no encontramos la misma polivalencia que en su hermano A5 Sportback pero sí la atmósfera de lujo que consigue gracias a la calidad de los materiales empleados. El precio, algo elevado, es uno de sus principales hándicaps, aspecto que también se extiende al catálogo de opcionales.