Skoda e Hispano-Suiza trabajaron juntas
Skoda presentó un Skoda Hispano-Suiza 25/1000 KS de 1928 en la Techno Classica de Essen, este pasado fin de semana en Alemania. Una unidad que ha sido recientemente restaurada por el Museo Skoda de Mladá Boleslav.
Todos sabemos que el SEAT Ateca se produce junto al Skoda Karoq en la República Checa. Lo que no sabíamos es que mucho antes, casi 100 años atrás, ya existió una alianza hispano-checa a la hora de producir automóviles.
Entre 1926 y 1930 se fabricaron en torno a 100 unidades del Skoda Hispano-Suiza, un modelo basado en el Hispano-Suiza H6B. La producción de este vehículo bajo licencia Hispano-Suiza en la entonces República Checa empezó el 10 de noviembre de 1924. Sin embargo, la primera unidad no se entregó hasta el 10 de mayo de 1926 al entonces presidente del país Tomas Garrigue Masaryk.
En aquel entonces la factoría de Pilsen no contaba con un taller de construcción de carrocerías. Con lo que los chasis completos eran enviados a la planta de Mladá Boleslav. Otros carroceros locales como: Aero, Brozik, J.O. Jech, Petera, Pokorny & Beiwl o Uhlik se encargaron de vestir estos chasis con sus diseños.
Esta unidad en estado de colección fue creada en 1928 por el carrocero independiente J.O. Jech en Praga. Su primer propietario Robert Mandekik (1875-1946) lo usó hasta mediados de la década de los años 30.
Su ha sido de lo más movida. Durante la Segunda Guerra Mundial fue transformado en coche de bomberos. En los años 70 fue adquirido por un coleccionista de automóviles eslovaco. Su siguiente propietario de Praga encargó una restauración que duró 10 años. Tras cambiar de manos un par de veces más pasó a formar parte de la colección del Museo Skoda en el 2010.
En agosto de 2019 se inició un largo proyecto de restauración tomando como punto de partida documentos originales en posesión del archivo del Museo Skoda. Se descubrieron numerosos defectos, tanto en lo que diseño como a mecánica se refiere que fueron corregidos por completo.
Está animado por un motor de 6 cilindros en línea y 6,6 litros que declara 100 CV a apenas 1.600 rpm. Según Skoda este propulsor le permite alcanzar una velocidad punta de 120 km/h, modesta para los estándares de hoy en día, pero más que destacable a mediados de la década de los años 20.
Las dimensiones de esta berlina de gran lujo estaban a la altura de lo que esperaba un alto dignatario, mide más de 5 metros de largo y más de 2 metros de altura. Su peso también va en consonancia con una cifra que ronda las 2 toneladas.
Este majestuoso automóvil ya completamente restaurado fue presentado el pasado fin de semana en la Techno Classica de Essen, una de las ferias de automóviles clásicos y de colección más importantes del mundo.