Kia Rio: Preparado para la lucha (diaria)

Sí, los SUV están de moda. Y sí, los compactos son todavía los coches de mayor éxito en España. Pero en Europa, el mercado más numeroso y disputado sigue siendo el de los utilitarios. Todas las grandes marcas están ahí, y ninguna pierde el tiempo: durante los últimos meses hemos presenciado la puesta al día de los Renault Clio, Ford Fiesta y Dacia Sandero, la profunda transformación de los Nissan Micra y Citroen C3, y la llegada al segmento B de los nuevos Ford Ka+ y Suzuki Baleno.

Pero la cosa no acaba aquí: como sabéis, acaba de ser presentado el nuevo Seat Ibiza -evento desde el que os trajimos este vídeo con nuestro primer análisis-; y de cara al Salón de Frankfurt será desvelada la próxima generación de otro histórico, el Volkswagen Polo. Como veis, son muchos y peligrosos los rivales con los que tendrá que vérselas el nuevo Kia Rio, modelo cuya cuarta generación vio la luz en el Salón de París 2016 y que acabamos de conducir por primera vez con motivo de su presentación internacional.

A mi entender, los dos utilitarios que más tiempo llevaban pidiendo una renovación estética eran precisamente el Volkswagen Polo y el Kia Rio. Del modelo alemán poco sabemos todavía; pero del coreano, después de haberlo conducido durante un par de días, sí puedo deciros que los cambios aplicados le han servido para mejorar en todos los sentidos. Sin ir más lejos, en el de la vista: para mi gusto, la nueva estampa del Rio se muestra mucho más acertada. Tal vez algo más convencional, os lo concedo, pero también más propia de la de un utilitario que pretende conquistar el corazoncito de los europeos y las europeas por igual. Su línea, formal y canónica, presenta un capó

más alargado y horizontal que antes; y del mismo modo, la zaga es también más vertical. Adiós, en suma, a ese look monovolumen que tantos coches buscaron en la última década.

Curiosamente, el cambio de silueta no es consecuencia de presentar unas medidas claramente superiores, sino más bien de alterar sus proporciones. El nuevo Rio mide 4,07 m de largo (1,5 cm más que antes) por 1,73 m de ancho (0,5 cm más) y 1,45 m de alto (0,5 cm menos), con una distancia entre ejes de 2,58 m (1 cm más). Así pues, la clave del nuevo diseño está en la de trasladar el habitáculo ligeramente hacia atrás, prolongando el voladizo anterior y recortando el posterior. El frontal sigue siendo tan Kia como antes, pero con una parrilla alargada y unos faros de apariencia no tan “oriental”; mientras que la zaga acentúa su impresión de amplitud empleando unas ópticas rectangulares que se comunican mediante una marcada nervadura.

El puesto de conducción ha ganado muchos enteros con su nuevo diseño, dominado por líneas horizontales. Eso sí: se puede echar en falta la oferta de personalización del interior del vehículo (ni del exterior tampoco) que sí encontraremos en el Nissan Micra, por ejemplo; pero en cualquier caso la sobriedad del ambiente no envejece su apariencia. Los plásticos que recubren el salpicadero y las puertas son de tacto duro, pero la calidad de acabado buena y su nivel de ajuste también. El tacto de los mandos no me ha parecido exquisito, pero sí correcto.

La ergonomía está bien cuidada y los asientos son confortables; resulta fácil encontrar la posición adecuada por su ajuste milimétrico y también porque el volante es regulable en profundidad. Me gusta que todo esté en su sitio, que resulte fácil accionar los mandos y botones sin desviar la mirada, y que la instrumentación sea legible. Y en el Kia Rio, así es. También sé que a muchos no os gusta encontrar un “tablet” en lo alto del salpicadero, y acepto que no es una solución muy agraciada estéticamente, pero en la práctica es el lugar ideal donde situar la pantalla del navegador. La pantalla táctil de 7” que veis en las imágenes forma parte del nuevo sistema multimedia opcional (es de 5” en el modelo básico), que además de navegación TomTom ofrece conectividad CarPlay y Android Auto.

Al igual que el nuevo Seat Ibiza, el Kia Rio sólo estará disponible en carrocería de 5 puertas. El acceso a las plazas traseras es suficientemente amplio, y no hace falta agacharse mucho para entrar. Dos personas viajarán atrás con bastante comodidad a menos que midan más de 1,85 m, en cuyo caso encontrarán el techo bastante cerca de la cabeza.

Pero si en cuanto a habitabilidad no se ha ganado gran cosa, el maletero sí que es notablemente más grande: su capacidad crece hasta los 325 litros; es decir, 37 l más que en el modelo anterior. El suelo plegable permite crear ambientes separados, y los asientos abatibles en secciones 60:40 vienen de serie. también disponemos de ganchos para colgar bolsas además de enganches para sujetar una red.

El hecho de que las dimensiones exteriores del nuevo Rio apenas hayan cambiado se debe en gran medida a que el chasis de esta cuarta generación se basa ampliamente en el de la anterior, aunque con importantes modificaciones para mejorar tanto la seguridad pasiva del vehículo como sus cualidades dinámicas. El porcentaje de acero de alta resistencia en el bastidor se eleva hasta el 51% desde el 33% inicial, lo que ha permitido reducir el peso en un 5% y al mismo tiempo aumentar su rigidez. Los ingenieros de la firma coreana han revisado el diseño de las suspensiones de ambos ejes, empleando además nuevos muelles y amortiguadores. También se ha trabajado para rebajar los niveles de ruido y vibraciones que llegan al habitáculo; y por último, la dirección queda ahora menos desmultiplicada.

Se ha cuidado especialmente el apartado de la seguridad activa. El conjunto de tecnologías ADAS, opcional en nuevo Rio, incorpora los sistemas de frenada automática de emergencia (con reconocimiento de peatones) y aviso de salida involuntaria del carril. Más adelante, Kia sumará a lo anterior el control de ángulo muerto, vigilancia de fatiga del conductor y asistencia de luces de carretera.

Al inicio de su comercialización, la gama de motores se compone de dos opciones de gasolina y dos turbodiésel. Estos últimos son dos variantes sobre el mismo bloque 1.4 CRDi, con 77 CV (3,5 l / 92 g) y 90 CV (3,8 l / 98 g) respectivamente. En gasolina podemos elegir entre el sencillo 1.4 CVVT atmosférico de 84 CV (4,8 l / 109 g) y el nuevo 1.0 T-GDI tricilíndrico sobrealimentado de 100 CV (4,5 l / 102 g). Todos los propulsores vienen con caja manual, de 5 relaciones para los gasolina y 6 para los diésel. A finales de año llegará otro 1.0 T-GDI de 120 CV de potencia, con cambio manual o automático, y que según nos indica la marca se reservará probablemente para el futuro Rio GT.

Durante las dos jornadas de pruebas dinámicas, celebradas en el fantástico entorno de Lisboa, Estoril y Sintra, tuve ocasión de conducir el nuevo Rio con las tres motorizaciones que probablemente serán las más vendidas en nuestro país. Comencé con el nuevo 1.0 T-GDI de 100 CV, que pese a su escaso cubicaje y a su arquitectura tricilíndrica, es el más destacable de todos. Es un motor mucho más lleno de lo que parece, con buen empuje incluso desde la zona baja del cuentavueltas (el par máximo de 172 Nm llega a sólo 1.500 rpm), suficiente para compensar hasta cierto punto que sólo contemos con cinco marchas muy largas. Y para ser un “tres cilindros”, su giro no es muy áspero, ni su sonido desagrada.

El nuevo Rio mejora en todos los sentidos. Sin ir más lejos, en el de la vista.

Visto el buen rendimiento del 1.0 turbo de 100 CV, me cuesta recomendar el 1.2 CVVT de 84 CV salvo por su precio. Además de la obvia distancia en cuanto a potencia y par (sólo 122 Nm), lo que menos me gusta de éste y del resto de motores atmosféricos de baja cilindrada es el vacío de su respuesta a bajo y medio régimen. El par máximo llega a 4.000 rpm, y por debajo hay poca cosa. Este 1.2 es más lento, más ruidoso y más “gastón” que el T-GDI; por lo que si os podéis permitir el gasolina de 100 CV, creo que deberíais elegirlo con los ojos cerrados…

… A menos que por algún motivo prefiráis el diésel 1.4 de 90 CV. Tal y como está el patio, cada día cuesta más justificar un diésel bajo el capó de un utilitario; pero en este caso, además de la pertinente rebaja en el gasto de combustible disfrutaréis del motor con más “patada” de todo el lote. La zona media de este CRDi ofrece un empuje considerable, con 240 Nm disponibles entre las 1.500 y 2.500 vueltas; aunque a partir de ahí sus prestaciones decaen rápidamente. Como buen diésel, no destaca por su silencio ni finura, pero sí es el motor que da mayor sensación de agilidad al nuevo Rio, también por acompañarse de una caja de seis relaciones en vez de cinco.

En su conjunto, el Kia Rio ha resultado ser un coche muy agradable de conducir. Principalmente porque tiene la virtud de hacernos sentir cómodos desde el primer momento (como dije antes, su sentido de la ergonomía es muy acertado), pero también por el tacto del volante, el cambio y los pedales; y porque el aislamiento acústico del habitáculo está a buen nivel. Me ha convencido la impresión general de ligereza, favorecida por una dirección suficientemente rápida y con la asistencia justa. Las suspensiones buscan y logran un tacto equilibrado: en carreteras muy bacheadas, el vehículo copia bien el asfalto sin permitir que la carrocería balancee más de la cuenta; aunque en conjunto es un coche ligeramente más confortable que dinámico -que es, al fin y al cabo, lo que desea encontrar la mayoría de clientes-.

Quisiera comprobar cómo podría ser un Kia Rio algo más “canalla”, con suspensiones firmes y un motor prestacional; pero con un poco de suerte, este deseo se hará realidad antes de fin de año con la llegada del Rio GT.

Hasta entonces, el Kia Rio estará disponible con tres niveles de equipamiento: Concept, Drive y Tech. El nivel Concept trae de serie 6 airbagas, retrovisores eléctricos, aire acondicionado, sensor de luces, quipo de sonido con USB y Bluetooth. Salvo en el 1.2 CVVT, también son de serie las llantas de aleación de 15”, las luces diurnas LED y los faros antiniebla delanteros.

El acabado Drive (el mejor en producto/precio, según mi criterio) añade parrilla delantera cromada, retrovisores y tiradores de las puertas en el color de la carrocería, retrovisores plegables, volante y palanca de cambio en piel, climatizador, elevalunas eléctricos traseros, sensores de lluvia y de aparcamiento (paragolpes trasero), cargador USB en las plazas posteriores y sistema multimedia con pantalla de 7”, navegador, cámara trasera, Android Auto y Car Play.

Por último, el nivel Tech suma a lo anterior neumáticos en medida 205 con llanta de 17”, ópticas traseras LED, lunas oscurecidas, red de carga para el maletero, retrovisor interior fotosensible, cuadro de instrumentos con pantalla TFT de 3,5”, asistente de mantenimiento de carril y asistente de frenada de emergencia. Queda claro que el equipamiento puede ser bastante rico, pero aun así le encuentro una carencia reseñable: de momento no podremos acceder a unos faros de xenón o LED, debiendo conformarnos con los de bombillas halógenas.

El nuevo Kia Rio saldrá a la venta en el mes de abril. Como oferta de lanzamiento, la marca ofrece un descuento de 2.300 euros (150 de ellos si entregamos nuestro viejo coche), más otros 750 euros si financiamos la compra a través de la marca; aplicada esta rebaja con el IVA del 21%, el Rio más barato cuesta 10.909 euros. A continuación os traslado la tarifa oficial de precios sin descuento:

Gasolina Kia Rio 1.2 CVVT 84 CV Concept 14.600 € Kia Rio 1.2 CVVT 84 CV Drive 16.500 € Kia Rio 1.2 CVVT 84 CV Tech 17.600 € Kia Rio 1.0 T-GDI 100 CV Concept 16.175 € Kia Rio 1.0 T-GDI 100 CV Drive 17.500 € Kia Rio 1.0 T-GDI 100 CV Tech 18.600 €

Diésel Kia Rio 1.4 CRDi 77 CV Concept 16.975 € Kia Rio 1.4 CRDi 77 CV Drive 18.300 € Kia Rio 1.4 CRDi 90 CV Concept 17.475 € Kia Rio 1.4 CRDi 90 CV Drive 18.800 € Kia Rio 1.4 CRDi 90 CV Tech 19.900 €