Ferrari 296 GTB con un V6 y PHEV

Los de Maranello acaban de presentar oficialmente el Ferrari 296 GTB, su próximo deportivo con tecnología híbrida enchufable. Ideado para revolucionar el espíritu de la firma italiana, esta berlinetta biplaza con motor central trasero introduce un motor V6 completamente nuevo, de 663 CV, junto a un bloque eléctrico de 122 kW. Firman 830 CV de potencia conjunta, imprimidos en una carrocería con ciertas reminiscencias al pasado y al SF90 Stradale (del que os hablamos en este artículo) pese a lucir líneas más sensuales y redondeadas.

Esperábamos su llegada desde 2018, cuando la firma del Cavallino Rampante admitió encontrarse inmersa en el desarrollo de un deportivo electrificado. La singularidad de este recién llegado va más allá del propulsor eléctrico, estrena un bloque 2.9 litros V6 nunca utilizado hasta la fecha. De ahí su denominación 296, junto a las siglas GTB (gran turismo berlinetta). Es, por tanto, el primer automóvil de carretera de la firma con un V6 a 120 grados, parecido pero no igual al monoplaza Dino 156 F2 con bloque de 1,5 litros en el que se colocaron los 6 cilindros a 65 grados.

La firma es consciente de sus raíces en el mundo de la competición, motivo de sobra para dotar a su presente de cierto aire retro. Un juego entre el pasado y el futuro que ha dado como resultado un modelo compacto, el que más en su gama, con estética refinada, muy aerodinámica y referencias a las décadas de los 60’s y 70’s.

Fue entonces cuando el 246 SP, con su bloque V6 en posición central-trasera, se coronó en la Targa Florio del 61 y 61. Es más, un motor V6 a 120 grados fue el que llevó a Ferrari a la victoria de su primer título de constructores de la Fórmula 1, con el monoplaza 156 F1 de 1961.

Pero de vuelta a la actualidad, el Ferrari 296 GTB es un producto para una nueva era. Su diseño se ha dibujado en el Centro de Stile Ferrari para terminar convirtiéndose en el modelo más pequeño de su portfolio, con 4,56 metros de largo, 1,95 metros de ancho y 1,18 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,60 metros. Su corta distancia entre ejes nos recuerda al pasado, así como las musculosas aletas traseras y la luneta completamente vertical. Un modelo más para seguir engrandando la cuenta de resultados de una firma de lujo que vende más de 10.000 coches al año.

La introducción de la electrificación lejos está de amargar la esencia de Ferrari, que huye de las comparaciones con el SF90 Stradale pese a que son obvias y esperadas incluso con el modelo spider que te mostramos en este enlace. Es un modelo más corto (14,5 centímetros), más estrecho (14 cm) y más alto (1 cm), pese a que en las imágenes parece todo lo contrario. Esta arquitectura de visera, como le llaman los italianos, se ha dejado ver en otras ediciones limitadas como el One-Off P80/Cf y concede más protagonismo al compartimento del motor transparente.

Todo en la zaga del Ferrari 296 GTB rezuma estilo, empezando por la simplicidad de un único escape central justo por debajo de la cola con el alerón activo, alojado justo entre ambos grupos ópticos traseros. El enorme difusor trasero solo es un elemento más de dimensiones exageradas y motivos de sobras, así como los diferentes volúmenes de este para un correcto efecto suelo.

La vista lateral nos concede un recorrido por la imaginación más tórrida. Su compacto tamaño junto a sus trazos decisivos y acentuados son una oda al refinamiento y la clase que hace a todos los Ferrari deseables. Las caderas redondeadas, junto a las entradas de aire necesarias para la refrigeración son una funcionalidad de lo más agraciada. Como lo son las llantas de aleación de 20 pulgadas y cinco radios que ayudan a la extracción del aire hueco que se queda en la rueda y que, de manera opcional, pueden ser de carbono (8 kilogramos menos).

El frontal nos recuerda todavía más al Stradale, con unos grupos ópticos súper afilados y en forma de lágrima. El minimalismo ha conquistado los frontales del Cavallino, que optan por una monoparrilla de tamaño bastante contenido. Las formas hacen al morro del Ferrari 296 GTB más picudo pero sin llegar a la agresividad del SF90, apostando por líneas más redondeadas y sensuales. También vemos una aleta inferior suspendida, que parecen haber adoptado de la Fórmula 1.

El interior del Ferrari 296 GTB sigue la estela del clasicismo exterior, con una clara apuesta por el modernismo más sencillo. Nos encontramos el grupo de instrumentos principal incrustado en el salpicadero, justo frente al conductor y convirtiéndole a este (o esta) en el protagonista de su función. La digitalización llega para quedarse en la instrumentación, con head-up display incorporado y una pequeña pantalla frente al asiento del copiloto. Sobre los tejidos y las tapicerías de este deportivo poco podemos aportar que no sea habitual en la marca: refinamiento, ligereza y deportividad.

Como sucede con el SF90 Stradale, los clientes más radicales de Ferrari pueden configurar su 296 GTB con la puesta a punto Assetto Fiorano. Este equipamiento incorpora amortiguadores Multimatic derivados de la experiencia en las competiciones GT, apéndices de fibra de carbono en el parachoques delantero para obtener 10 kilogramos más de carga aerodinámica frontal y materiales ligeros repartidos por la carrocería y el habitáculo para ahorrar más de 12 kilogramos en báscula. Si no es suficiente puedes añadir (opcionalmente) una luneta trasera ultraligera y los neumáticos Michelin Sport Cup2R.

A los aficionados al motor nos hablan de electrificación y algo se apaga en nuestro lóbulo frontal. Sin embargo, un Ferrari 296 GTB despierta cualquier conexión neuronal que hayamos perdido, y eso que es un híbrido enchufable. Es el primer modelo del Cavallino en utilizar un bloque turbo de 6 cilindros colocados a 120 grados de ángulo y encima le han calzado un bloque eléctrico plug-in. Pero lejos de asustarnos, seguid leyendo.

El V6 de este 269 GTB ha sido diseñado desde cero y tal como cuentan desde la firma: “sitúa los turbocompresores en el interior de la V, lo que se traduce en importantes beneficios en cuanto a su compacidad, su menor centro de gravedad y su reducción de masa, todo ello redundando en altísimos niveles de potencia.” En resumen, estamos ante un coche capaz de firmar 221 CV por litro de cubicaje.

Esta colocación de los cilindros, que se encienden en el orden Su orden de encendido es (1-6-3-4-2-5), permite instalar los turbos en posición central, reduciendo el volumen y el recorrido del aire para una mejor eficiencia. Resultado: una entrega de potencia muy progresiva, junto con un sonido único para un Ferrari que alcanza el tope de vueltas a las 8.500 rpm.

La parte eléctrica la completan un motor eléctrico de 122 kW (167 CV) derivado de la Fórmula 1 y una batería de 7,4 kWh dispuesta en el piso del coche. Es muy parecida a la del SF90 Stradale pero con cuatro celdas menos. A esto le sumamos el TMA, el dispositivo encargado de hacer funcionar los motores de forma conjunta o por separado, algo que sucede al activar el modo eDrive hasta los 135 km/h de velocidad punta y 25 kilómetros de autonomía eléctrica.

Todo combinado nos deja con un deportivo de berlinetta 830 CV acoplado a la caja de cambios DCT de 8 velocidades, con el embrague situado entre ambos propulsores para desacoplar en caso de ir en modo eléctrico. Funcionan de manera conjunta en el modo Hybrid (por defecto) que prioriza la eficiencia, el modo Performance pensado para la conducción deportiva y el modo Qualify, que sacrifica la batería para exprimir la potencia eléctrica que concede durante un periodo más breve del que deseamos cualquiera de nosotros.

Para hacer del Ferrari 269 GTB un coche divertido de conducir han trabajado en nuevas soluciones en el tren motriz híbrido. La distancia entre ejes más corta (hasta 50 milímetros respecto otras berlinettas Ferrari) nos vaticina un deportivo radical, de reacciones ágiles y rápidas pero hay mucho más. Este coche frena un 8% mejor que un F8 Tributo, como el probado por Gerard en este vídeo, gracias al ABS evo y su integración con el sensor 6w-CDS, que garantiza la no fatiga (un 24% más) y reducen al mínimo el recorrido del pedal al contar con un sistema de cable. Los neumáticos calzados son de 245/35 delante y 305/35 atrás y a través de sus llantas veremos los frenos de 398 x 223 mm y 360 x 233 mm respectivamente.

Al utilizar un único motor eléctrico que distribuye solo a las ruedas traseras se consigue un reparto de pesos casi perfecto, de 40,5% en el eje delantero y 59,5% en el eje trasero. Con un dato final de 1.470 kilos conseguido, en gran parte, por la introducción del V6 (-30 kg) para compensar la presencia de las baterías y el sistema eléctrico.

Dejar las prestaciones para el final es toda una estrategia de marketing, sabemos que son los datos que buscaréis con ansia. Ya os hemos hablado de los 630 CV del bloque térmico, 830 CV si contamos con la energía eléctrica, y los 740 Nm de par máximo sobre las 6.250 revoluciones. Esto convierte al Ferrari 269 GTB en una flecha capaz de alcanzar 330 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos, firmando un 0 a 200 km/h en 7,3 segundos.

La electrificación tendrá sus cosas buenas, no podemos negarlo. La introducción de nuevos modelos en Ferrari es el primer ejemplo. Este Ferrari 269 GTB llegará durante el primer trimestre de 2022 desde 269.000 euros en su configuración de acceso para el mercado italiano, lo que puede suponer un redondeo de 300.000 euros en nuestro país. Si optamos por la configuración Assetto Fiorano nos vamos a 40.000 euros más.