(Actualización- Jaume Gustems). La Comisión Europea ha decidido que todos los coches eléctricos que lleguen al Viejo Continente procedentes de China deben efectuar su correspondiente registro en aduanas, con el objetivo de que, en el caso de decidir imponer aranceles a estas importaciones, pueda hacerse con carácter retroactivo.
La decisión se ha tomado después de comprobar que la importación de coches eléctricos procedentes de China se ha incrementado considerablemente en los últimos meses. Se calcula que se han importado unos 200.000 vehículos entre los meses de octubre de 2023 y enero de 2024, lo que supone un incremento medio de un 11%.
La Comisión Europea investiga si esas importaciones procedentes de China están siendo subvencionadas de forma ilegal, y en el caso de confirmarse o demostrarse este supuesto, procedería a aplicar los correspondientes aranceles. El objetivo es preservar la producción de vehículos en la Unión Europea, que podría verse afectada por la disminución del volumen de ventas y la reducción de los niveles de producción.
(14/09/2023) ¿Debe la Unión Europea protegerse de la llegada masiva de coches eléctricos chinos más baratos que los que se venden en Europa? Pues al parecer la comisión europea piensa que sí. Su presidenta, Ursula Von Der Leyen deslizó ayer la posibilidad de que la Unión Europea investigue las ayudas públicas que puedan haber recibido los diferentes fabricantes chinos de coches eléctricos que operan en Europa para comprobar si están llevando a cabo una especie de competencia desleal en el mercado europeo. Y en este caso, incrementar los aranceles que se aplican a los vehículos eléctricos chinos, que actualmente son de un 10 %, a una cifra superior.
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Las ventas de coches eléctricos chinos son ya del 8% en la Unión Europea y la propia Comisión estima que pueden llegar a ser del 25% en el año 2025, sobre todo con el ritmo actual de entrada de nuevos fabricantes, tal como pudo verse en el reciente salón de Múnich con la presencia de marcas como Dongfeng, Leapmotor, Zeekr o Avatr que hasta ahora no estaban presentes en Europa y que se suman a otras como MG, Hongqi, Seres, BYD, Smart, Nio, Xpeng, HiPhi, Omoda, Aiways o Great Wall, que ya venden coches en diferentes mercados del Viejo Continente.
¿Por qué los coches eléctricos chinos son más baratos?
Los motivos son varios. En primer lugar, en China existen numerosas marcas de coches eléctricos, nacidas recientemente y, por lo tanto, la oferta es mucho más amplia que en Europa. Además, fabricar en China resulta más económico, motivo por el cual marcas europeas como BMW, Citroën, Polestar, Volvo o Dacia ya fabrican en China algunos de sus modelos eléctricos para importarlos luego al viejo continente. Otro motivo es que China domina la parte alta de la cadena de valor del coche eléctrico, es decir, la extracción y el refinado de los materiales necesarios para la producción de baterías como el litio y el cobalto, así como la producción de las citadas baterías. Y finalmente, porque los fabricantes del gigante asiático reciben numerosas subvenciones estatales para su proceso productivo. Y eso es a lo que se agarra la Unión Europea para justificar su idea de penalizar a estas marcas.
Hasta ahora las marcas chinas de coches eléctricos se ocupaban de abastecer el enorme mercado local, pero se ha llegado a un punto en el que las ventas de eléctricos en China no crecen como se esperaba y en el que los fabricantes son tan numerosos que deben buscar expandirse a otros mercados para consolidarse. Su llegada al mercado estadounidense está prácticamente descartada por la importante presencia de aranceles y es también casi imposible que las marcas chinas lancen sus coches eléctricos en mercados que ya dominan como el del sudeste asiático o el de América del Sur puesto que en ellos no existe ni la infraestructura de recarga ni el poder adquisitivo necesarios para que los ciudadanos compren de manera masiva coches eléctricos. En este sentido, Europa, un mercado ya preparado para la electrificación, es su principal objetivo.
La llegada masiva de coches eléctricos chinos a Europa es claramente perjudicial para la industria automovilística europea que está, ahora mismo, en un periodo de transición desde los coches de combustión a los vehículos eléctricos, un proceso que las marcas chinas, muchas de ellas nacidas como eléctricas, se han ahorrado. Las marcas europeas no cuentan con las mismas subvenciones a la producción de los fabricantes chinos y sus costes de fabricación en Europa son también superiores.
Este es el motivo por el que la comisión europea ha decidido tomar cartas en el asunto, estudiar la situación de la industria del automóvil eléctrico en China y decidir si han existido subvenciones gubernamentales que permitan reducir el precio de los automóviles fabricados en ese país. De este modo, la Unión Europea podría imponer aranceles superiores a los actuales para los modelos de origen chino, algo que ya ha generado una respuesta de las autoridades del gigante asiático, contrarias a esta investigación.
Un posible incremento arancelario, que afectaría únicamente a los coches eléctricos, permitiría la industria europea respirar y afrontar la transición a la electrificación con menor presión, aunque hay que tener en cuenta que algunos fabricantes como Tesla, que, por cierto, también fábrica en China, pero que ha inaugurado recientemente una planta en Alemania para atender la demanda del mercado europeo, han reducido drásticamente los precios de sus vehículos, algo que los fabricantes europeos parecen reacios a llevar a cabo.
En cualquier caso, está por ver si la Unión Europea actuará en este sentido y si la posible medida puede acabar afectando también a los coches chinos de combustión y a aquellos de marcas europeas fabricados en suelo chino. En este último caso y teniendo en cuenta que las plantas de producción son propiedad de empresas mixtas entre los grandes fabricantes europeos, japoneses, coreanos y americanos, y empresas locales, deberían también entrar en el juego de los aranceles más elevados teniendo en cuenta las subvenciones recibidas para la construcción de esas fábricas y para la producción de coches.
Años aprendiendo de los europeos, que nadie dude en qué calidad estará igual o superior. Saben hacerlo y han estudiado nuestro mercado. Es cuestión de tiempo que monten sus fábricas aquí. Al entrar en el mercado europeo se les acaba el chollo a algunas marcas, que estas chinas irán comiendo terreno.