Los reyes de la ciudad
Ponemos frente a frente a los más pequeños de Seat y Renault. Dos amantes de la ciudad, ágiles, ahorradores y con carrocería de cinco puertas. Estéticamente poco tienen que ver, eso está claro y mecánicamente, como veremos, tampoco ya que ambos optan por soluciones radicalmente distintas; el Seat es un coche pequeño tradicional, con motor y tracción delanteros mientras que el Twingo revoluciona el segmento volviendo a una estructura muy popular en los años 60 del siglo pasado, la del motor y la propulsión trasera que el uso de la electrónica ha permitido recuperar si los inconvenientes a nivel de comportamiento que tenía antaño.
Mientras el Renault apuesta por unas líneas redondeadas, entre retro y atrevidas, el Seat mantiene un estilo más conservador en el Mii. La estética, no obstante, es cuestión de gustos. En lo que sí coinciden ambos es en el planteamiento general. Ambos son coches de pequeñas dimensiones, prácticos -los dos disponen de cinco puertas- de espíritu joven, y prestaciones más que decentes para realizar su cometido que deberá ser, principalmente, callejear por la urbe y realizar desplazamientos de media distancia.
Por el contrario, y tal como hemos avanzado, están totalmente alejados en cuanto a soluciones técnicas. Bajo el capó delantero, el Mii dispone de un propulsor 1.0 de tres cilindros en línea, 75 CV, cinco marchas y tracción delantera. Por su parte, el Twingo propone también un motor 1.0 de tres cilindros en línea, cinco marchas y 70 CV, pero situado en la parte posterior y tracción trasera. Diferentes, ¿no? Tendremos que ver cómo se comportan y qué ventajas aportan uno y otro con soluciones tan opuestas.
Carácter “chic” contra línea atrevida
La versión Mii by Mango pertenece a la gama alta del urbano de Seat y desprende esa atmósfera “chic” inseparable de todo lo que se relaciona con la moda. Está versión parte de la terminación Style pero dispone de elementos exteriores propios que la diferencian. Se reconoce por fuera por sus molduras específicas, llantas de aleación de 15" de color gris oscuro, espejos exteriores eléctricos y calefactables del mismo color y el logo Mii by Mango situado en el portón trasero y en el montante inferior de las puertas. Además, el color Beige Glamour opcional, que cuesta 400 €, le da un toque aún más “fashion”.
Huelga decir que mecánicamente no hay diferencias con respecto al resto de Mii con carrocería de cinco puertas y motor de 75 CV de manera que todo lo que expongamos a nivel mecánico y de comportamiento de esta versión personalizada es aplicable a cualquier otro modelo de la gama con este mismo motor.
El Renault, con la terminación tope de gama Zen, deja a un lado la elegancia para buscar una apariencia más fresca y desenfadada. Nuestra unidad estaba pintada en el tono amarillo Sport opcional, facturado a 200 €, y personalizado, en este caso, con la decoración Striping Way, un adhesivo de color negro sobre la carrocería que cuesta otros 200 €, de manera que entre una cosa y otra, el precio de "diferenciarse" es el mismo; 400 € en ambos casos.
Aprovechando hasta el último milímetro
No por ser pequeños tienen necesariamente que disponer de un interior limitado. Hay que ser conscientes de que estamos ante coches de cuatro plazas de poco más de 3,5 metros, pero que tienen bastante que ofrecer en cuanto a habitabilidad. Los de las cuatro plazas es importante ya que debéis tener en cuenta que ni uno ni otro disponen de cinturón para un hipotético tercer ocupante trasero. En este mismo segmento existen coches que sí permiten usar esa tercera plaza trasera (otra cosa es que se viaje cómodo en ellos). Se trata del Fiat Panda, en el que es posible elegir entre cuatro y cinco plazas (la homologación de 5 plazas cuesta 155 €), el nuevo Opel Karl, el Kia Picanto, el Hyundai i10 y el Mitsubishi Space Star.
En el puesto de conducción el Mii ofrece una mayor sensación de espacio, sobre todo gracias a que su altura al techo es mejor. De todas formas, el del Twingo también es razonablemente espacioso para sus dimensiones. Los dos tienen la limitación del volante regulable sólo en altura, lo que no ayuda a conseguir la mejor postura con rapidez. También ambos proponen los reposacabezas integrados en los asientos delanteros que, por cuestión de mullido y posición son más confortables en el Mii.
Las dos plazas traseras de estos rivales urbanos pueden alojar a dos adultos de altura media sin problemas, con un espacio razonable para las rodillas -ligeramente mayor en el Twingo gracias a sus 4 cm más de longitud- aunque más importante que esa diferencia son los 7 cm de más de distancia entre ejes de que dispone con respecto al Seat. Por otro lado, si se trata de ocupantes "altitos", hay que considerar que el Mii ofrece una altura al techo algo mayor, aunque se pierde espacio para las piernas.
En lo que respecta a los maleteros gana el Mii claramente, con 251 litros contra los 219 litros del Twingo. Aquí vemos uno de los inconvenientes de llevar el motor bajo el plano de maletero. Por cierto, este motivo también provoca que el Renault no pueda llevar rueda de repuesto y deba conformarse con un kit de reparación de pinchazos.
El Mii sí que puede llevarla, por un coste extra de 70 euros. Los litros que pierde el Twingo en el maletero no se compensan con un espacio bajo el capó delantero, ya que allí se encuentran la batería y los depósitos de los diferentes líquidos (refrigerante, de frenos y del limpiaparabrisas). Una solución un tanto extraña y poco práctica en mi opinión.
Ideas mecánicas opuestas
Aunque ambos montan sendos motores tricilíndricos de gasolina y 999 cm3, las diferencias mecánicas, por concepto, son más que importantes. Comenzaré por el que rompe moldes si lo comparamos con la gran mayoría de su competencia. Sí, hablo del Twingo, y su particularidad se encuentra en que su motor está situado atrás. El propulsor es un 1.0 atmosférico de 70 CV con un par motor máximo de 91 Nm a 2.850 rpm.
Al motor no le falta voluntad, tiene una salida bastante buena y reacciona bien en la parte baja del cuentarrevoluciones. Está engranado a una transmisión manual de cinco velocidades dotada de un buen compromiso en el escalonado de marchas. Ofrece unas prestaciones humildes pero correctas, ya que necesita 14,5 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y su velocidad máxima es de 151 km/h.
Hay que recordar que el Twingo dispone de una segunda variante con un motor más potente, de 90 CV, que mejora las prestaciones y le convierte en un modelo más apto para abandonar de vez en cuando la ciudad. En este enlace os dejo la videproeba que hizo Gerard Farré de esta versión más potente.
Pasemos al Mii. El 1.0 tricilíndrico se encuentra debajo del capó delantero, en una posición más convencional. Tiene 75 CV y entrega un par motor máximo de 95 Nm entre 3.000 y 4.300 rpm. Se trata de un motor bastante elástico, que también rinde bien desde abajo. Como ocurre con el motor del Twingo, el del Mii no es un relámpago, pero los cinco caballos de diferencia a favor del Seat marcan la diferencia a la hora de acelerar. Con 13,2 segundos, rebaja el 0-100 km/h en más de un segundo respecto a su rival y, además, puede alcanzar una velocidad punta de 171 km/h.
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También cuenta con una caja de cambios manual de cinco marchas, de tacto algo más suave que la del Renault. En ahorro de gasolina, la balanza cae del lado del Twingo, con un consumo homologado de 4,2 l/100 km y unas emisiones de 95 g/km de CO2. No olvidemos que equipa Start/Stop de serie y eso le viene fenomenal cuando se mueve por ciudad para ajustar el gasto de combustible.
Por cierto, este sistema responde rápido pero es algo brusco en las arrancadas. Para montar esa misma tecnología deberíamos escoger el Mii en versión Ecomotive, que no es el caso de la unidad que probé, por lo que el homologado del Seat de este comparativo es de 4,7 l/100 km y sus emisiones de CO2, de 108 g/km. Hay que recordar aquí que Seat también ofrece una segunda del Mii, en este caso de menor potencia (60 CV) además de una versión que funciona con gas natural comprimido. En esta videocomparativa os explicamos las diferencias de consumo y de rendimiento entre la versión de gasolina y la de gas.
Para escabullirse en la urbe
Pongámonos en marcha para descubrir qué nos ofrecen estos dos pequeños en su territorio favorito que, como sabéis, es la ciudad. Está claro que por tamaño y por características los dos ofrecen una gran maniobrabilidad que les permite moverse muy a gusto por los callejones de cualquier gran ciudad. Pero en este aspecto, el verdadero amo es el Twingo. Y es que en este sentido el francés saca provecho de montar el motor atrás, lo que permite que las ruedas delanteras puedan girar bastante más de lo habitual al estar libres de la función motriz.
¿El resultado? Pues que puede escabullirse de lugares estrechos en un abrir y cerrar de ojos y aparcar en un santiamén. Obliga a realizar algunas vueltas más de volante que su rival, pero se trata de un “engorro” más que compensado por su extraordinario radio de giro, un parámetro que en ciudad vale su peso en oro. El Mii también demuestra que está hecho para la jungla urbana y se mueve con gran soltura y agilidad por ella, aunque no llega al nivel del Twingo por el tema de la maniobrabilidad comentada.
También fuera de la ciudad
Dada su naturaleza, ninguno de los dos coches está pensado como un compañero de largos viajes. Está claro. Pero eso no quiere decir que no les guste salir de la ciudad de vez en cuando. Así es como comprobé más a fondo otras diferencias dinámicas entre ambos modelos, pues el Mii saca a relucir un mayor confort de marcha conseguido, sobre todo, por un tarado de suspensión algo más blando que trata mejor a nuestro cuerpo en zonas bacheadas. La mayor firmeza del Twingo no supone incomodidad, ya que absorbe bien las irregularidades de la calzada, pero sí que se notan reacciones algo más secas en general.
Aunque las carreteras de montaña no sean aparentemente su zona predilecta, la verdad es que no se comportan nada mal por ellas para tratarse de “ratones” de ciudad. En este apartado, el del rombo aventaja al de la marca de Martorell. Su tracción trasera sale a relucir y lleva al Twingo a demostrar una impecable motricidad que invita a subir el ritmo. De hecho, transmite un porcentaje de deportividad que sorprende para un coche de esta categoría.
Por contra, a alta velocidad, se echa en falta más aplomo del tren delantero. Mientras tanto, el Mii pide una conducción más "tranquila" pues, de lo contrario, su carrocería tiende a mostrar algunos balanceos. Sin embargo, su dirección tiene un comportamiento más directo que en el Renault y ello le da un punto más de precisión.
Y vienen bien equipados
Analicemos ahora los equipamientos, un aspecto que hace no muchos años era poco importante en este segmento pero que hoy en día ha pasado a ser una de las cuestiones determinantes. De serie, el completo equipamiento del Twingo, dentro de este acabado Zen, incluye luces diurnas de LED, regulador-limitador de velocidad, aire acondicionado, elevalunas eléctricos delanteros, volante multifunción, alerta de cambio involuntario de carril, airbags delanteros de tórax y cabeza, ABS, ordenador de a bordo, faros antiniebla, sistema de control de presión de los neumáticos y llantas de 15 pulgadas.
Todo ello se puede "reforzar" con diversos extras que mejoran tanto el confort como la seguridad. Uno es el Pack Tecno que, por 1.000 €, incluye sistema multimedia R-Link Evolution, radio R-Link con unidad de conectividad, radar de proximidad con cámara trasera y portaobjetos en la consola central con toma USB. También cuenta con el Pack Clima, que cuesta 250 € e integra climatizador automático y sensores de lluvia y luminosidad. Además, puede ampliarse con el Pack Asientos (con sistema Isofix para el asiento del pasajero y asientos delanteros calefactables por 200 €) o el Pack Sound (formado por dos altavoces, dos twetters, subwoofer y bafles mejorados, por 150 €), entre otros elementos.
En cuanto a su rival, el sello de esta edición Mii by Mango se encuentra en los elementos decorativos de color gris, los asientos de Alcántara con bordados en beige, un gancho para colgar el bolso en la tapa de la guantera, alfombrillas específicas, el volante (que no es multifunción) y el pomo del cambio en piel y la identificación Mii by Mango en los reposacabezas. Incluso la funda de la llave está personalizada. Además, integra el equipamiento de la terminación Style (no tan completo como el Zen del Twingo), que abarca airbags frontales y laterales delanteros, radio CD con seis altavoces, control de estabilidad y aire acondicionado.
Por el lado de los extras, disponemos del Seat Sound Pack, que cuesta 240 euros e incorpora seis altavoces, subwoofer y amplificador de 300 W, el Paquete Invierno, con asientos calefactables, cuyo precio es de 210 euros y el paquete Confort, por 630 euros. Este último integra control de crucero, ordenador de a bordo, sensor de parking trasero y faros antiniebla. Esta unidad también dispone del sistema Seat Portable System Live con navegador por 380 euros. Si se quiere equiparlo aún más, es posible incluir el asistente de frenada en ciudad, por 250 euros, entre otros elementos.
Resumiendo
Una vez desgranados estos dos urbanitas, quedan claras algunas de las bazas de cada uno de ellos. Si buscáis un coche pequeño y urbano, de maniobrabilidad extraordinaria pero que pueda sacaros además alguna sonrisa cuando os escapéis por carreteras de montaña, el Twingo es la opción más acertada. Si dais más importancia al espacio y la comodidad por encima de todo sin renunciar a un automóvil práctico, ágil y de proporciones reducidas, el Mii se acerca más a esos parámetros.
La personalización “by Mango” -que supuestamente atraerá más al público femenino- a mi me parece muy acertada. Ahorro de combustible frente a prestaciones es otro de los factores a tener en cuenta, ya que el 1.0 del Seat gana en las aceleraciones pero el Renault se lleva el gato al agua en eficiencia. Y una última pero importante cuestión. Sin los descuentos incluidos que pueden ofrecer ambas marcas, el Mii tiene un precio de serie de 11.851 €. mientras el francés, se sitúa en 13.025 €. Sin embargo, no hay que pasar por alto que el Renault viene mejor equipado de serie.
Los coches pequeños de Seat y VAG en general desde el Arosa/Lupo son unos cochecitos amplios, de poco consumo y universalmente elogiados por su comportamiento y tacto de coche grande. Tanto es así que el que los posee no se desprende fácilmente de ellos. El problema es que por precio te llevas el hermano mayor en oferta, un Fabia, Polo o Ibiza prácticamente por el mismo precio pero con una versatilidad multiplicada.