Los orígenes de Mercedes-Benz Clase E se remontan a 1947, año en el que llegó el 170 V (W 136), el primer turismo de la marca de la posguerra. Pero no sería hasta mediados de 1993 cuando el nombre de Clase E se utilizó por primera vez, en este caso para denominar a la serie 124. A día de hoy ya son once generaciones del Clase E en toda su historia (seis con la nueva denominación). Nosotros hemos estado conduciendo el último Mercedes-Benz Clase E, una berlina cuyos primeros pedidos se iniciarán a finales del verano con la previsión de que se empiecen a entregar en otoño.
Como buena berlina premium que es y con el bagaje que ya acumula, las novedades del nuevo Clase E son muchas. Ya te las contamos en este artículo.
Yo me voy a centrar en destacar lo más importante y mis impresiones de conducción y del interior. Por cierto, tuve la oportunidad de conducir uno de sus antecesores, el Mercedes-Benz 200 (W 110) del año 1965. A pesar de la gran diferencia generacional, el lujo, el confort y el comportamiento dinámico se siguen manteniendo.
La estrella llega al diseño de las ópticas
Si algo desprende el Clase E es elegancia. Siempre lo ha hecho aunque en las últimas generaciones ya se ha notado la renovación de la marca para darle a sus diseños un toque más moderno y no tan clásico. Esta berlina clásica de tres volúmenes apenas modifica su tamaño con 4.949 milímetros de largo, 1.880 de ancho y 1.468 de alto. Si destaca los dos centímetros que se añaden a la batalla (2.961 mm) y que repercuten en un habitáculo más amplio.
Pero antes de pasar al interior nos ha llamado la atención la parrilla del radiador de diseño tridimensional progresiva o clásica, según la línea de equipamiento, el marco iluminado de la rejilla (opcional) y el diseño de las ópticas traseras que ahora integran la clásica estrella de tres puntas de la marca.
El Clase E con el interior más tecnológico
La nueva berlina media alemana no escapa de la moda de la digitalización e incorpora muchos de los elementos del buque insignia eléctrico de la marca, el EQS (puedes leer aquí la prueba del Mercedes-Benz EQS 580 4Matic). Y la primera muestra de ello es la gran pantalla digital que cubre casi todo el salpicadero, la ‘Superscreen’ realmente se compone de tres pantallas unidas entre sí, una de ellas para uso y disfrute del copiloto, aunque, eso sí, el tamaño visual es más reducido que el de la pantalla central y algunas aplicaciones no se ven igual de bien.
Sí, sí, has oído bien. Ahora en el Clase E puedes ir viendo vídeos de Tik Tok, también puedes entretenerte con el juego de Angry Birds, hacer búsquedas en el navegador Vivaldi… Eso sí, solo si está el coche parado o eres copiloto (el conductor no puede ver contenidos dinámicos en la pantalla del pasajero). Otra de las novedades es que incluye la plataforma de colaboración Webex y la de videoconferencias Zoom.
Podrás ir haciendo reuniones virtuales a través de Zoom y utilizar la cámara selfie sobre el salpicadero (con el coche parado), con la que también puedes grabar vídeos y hacer fotos. Lo más, de lo más…. Aunque sospecho que esto será un elemento más de distracción al volante. Tiene botones de acceso directo al volumen y al climatizador, pero son táctiles y, por tanto, no tan intuitivos como los botones tipo ruleta de toda la vida. Cuando le preguntamos a la marca el porqué de tanta digitalización, la respuesta la tienen clara: “nos lo piden los usuarios”.
Máximo confort en el Clase E
El programa de entretenimiento de la Clase E es más interactivo que nunca. Así lo dice la marca y están en lo cierto, sobre todo para el pasajero delantero que puede tirarse horas investigando las muchas funciones que puede ofrecer. A mí una de las que más me ha gustado ha sido la de masaje, con varios programas diferentes: masaje de ondas, de piedras calientes, reactivante…
Como novedad también está el programa contra el mareo de Energizing Confort que puede ayudar a los pasajeros afectados a aliviar los síntomas, o la función de biorretroalimentación para el Energizing Coach que puede reducir la sensación de estrés con ejercicios de respiración. Otra novedad es la integración del Apple Watch y la ampliación de los datos vitales en la pantalla del Clase E.
Pero hay más. Entre el equipo opcional está la climatización automática Thermotronic Digital Vent Control que aumenta la sensación de bienestar ya que ajusta automáticamente las salidas de aire delanteras de forma individual a cada asiento. También podrás crear rutinas como, por ejemplo, “si la temperatura es inferior a 12 grados, encienda la calefacción de los asientos y ponga la iluminación ambiental en naranja cálido”.
Como vemos, Mercedes-Benz se vuelca una vez más en el confort de su Clase E que ahora ofrece cinco milímetros más de espacio para la cabeza del conductor mientras que los pasajeros traseros se benefician de diez milímetros más de espacio para las rodillas y de 17 paras las piernas. El espacio para los codos también mejora en 25 milímetros, casi al nivel de la Clase S. Eso sí, los ocupantes de la segunda fila tienen que lidiar con un túnel central elevado. La calidad de los materiales y ajustes son otra de sus señas de identidad. Como novedad muchos componentes del Clase E están fabricados con materias primas recicladas y renovables.
En cuanto al volumen del maletero, éste se mantiene sin cambios en 540 litros, una cifra que se reduce a los 370 litros en las versiones híbridas enchufables, un hándicap que siguen sin mejorar, teniendo en cuenta el carácter viajero de esta berlina premium.
Estrena el cambio de carril automático
El Mercedes-Benz Clase E es el elegido para estrenar en Europa la función Cambio Automático de Carril (ALC) que permite adelantar automáticamente a los vehículos más lentos y hacer el cambio de carril de forma totalmente autónoma. Lo pudimos probar en las autopistas de Viena y realmente funciona bastante bien. Se activa en combinación con el control de crucero y con el sistema MBUX Navigation a una velocidad entre 80 y 140 km/h. Adelanta de forma completamente autónoma y lo hace de manera suave y con seguridad.
También incluye el sistema de detección de distracciones gracias a la cámara de la pantalla del conductor 3D opcional, puede equipar el sistema de frenada de emergencia en intersecciones y en giros y puede aparcar y desaparcar con el Intelligent Park Pilot (nivel 4 de conducción autónoma).
Motores del Mercedes Clase E
Además de ser el Clase E más digital también es el más sostenible ya que el 50% de sus versiones europeas serán híbridas enchufables de cuarta generación con autonomías en modo eléctrico de unos 100 kilómetros. Podrás conducir sin emisiones en tu día a día.
La gama estará formada por seis versiones en el momento del lanzamiento, tres con motores de combustión mild hybrid (MHEV) y tres híbridas enchufables (PHEV), aunque más adelante se incorporarán más PHEV con motores de combustión diésel.
Entre los híbridos ligeros se puede elegir el motor de gasolina E 200 (204 CV) y el diésel E 220d con tracción trasera o integral E 220 d 4Matic (197 CV en ambos casos). Incorporan una nueva batería y la potencia del motor eléctrico ha aumentado de 15 a 17 kW.
La novedad más destacada de las versiones enchufables con etiqueta Cero es su nueva batería de 25,4 kWh de capacidad que le da una autonomía eléctrica entre 95 y 118 kilómetros (antes la batería de 13,5 kWh le aportada unos 53 km). Esta batería, además, se puede cargar en corriente alterna a una potencia de 11 kW y también, en opción, con corriente continua a 55 kW. El motor eléctrico también aumenta su potencia a 95 kW (129 CV), antes eran 90 kW. Cuando se ponga a la venta se podrá elegir entre el E 300 e (313 CV), E 300 e 4Matic (313 CV) y E 400 e 4Matic (381 CV).
Como apunte, Britta Seeger, máxima responsable global de Ventas y Marketing de Mercedes-Benz Cars y miembro del Consejo de Dirección de Mercedes-Benz Group AG, nos comentó que los clientes están cambiando sus intereses, "ahora no se preocupan tanto por la autonomía total y sí lo hacen más por el tiempo que necesitan para recargar la batería al 80%. Actualmente estamos totalmente enfocados en las baterías".
Al volante del Clase E
Durante la presentación internacional del Mercedes-Benz Clase E he podido conducir tres variantes híbridas enchufables, la 300 e con 313 CV, la 400 e 4Matic con 381 CV y la diésel 300 de, del que desconocemos los datos porque todavía está en proceso de homologación ya que se incorporará a la gama más adelante.
El comportamiento dinámico de las berlinas de Mercedes no defrauda. Siempre se han caracterizado por ser coches con un gran aplomo y estabilidad, con una aceleración suave y progresiva, un elevado confort de marcha y un buen tacto de dirección y suspensión. Y aunque en esta nueva generación el fabricante haya puesto casi toda ‘la carne’ en la digitalización, no descuida la parte dinámica de la que apenas podemos sacarle pegas.
Entre los PHEV de gasolina no encontramos grandes diferencias más allá de que el 400 e 4Matic tiene tracción integral, 68 CV más de potencia y 55 kilos más de peso que, sobre un total de 2.265 kg, tampoco es que sea destacable. No se echa en falta más potencia ni con 381 ni con 313 CV, solo quizás, cuando funciona solo en eléctrico, vendrían bien algunos caballos más ya que tiene que mover un elevado peso con 95 kW (129 CV). En EV la velocidad máxima que alcanza son 140 km/h mientras que en modo híbrido está entre 236 km/h (300 e) y 250 km/h (400 e).
En la aceleración de 0 a 100 el más potente lo hace en 5,3 segundos frente a los 6,4 del PHEV de acceso. La autonomía en modo EV del 300 e oscila entre 99 y 118 kilómetros y el del 400 e entre 95 y 111 kilómetros.
En cuanto al diésel PHEV, la marca no ha informado de datos técnicos del sistema propulsor por lo que tenemos que suponer que desarrollará algo más de potencia que el de la anterior generación con 306 CV. Sí se nota que el par lo ofrece desde la parte baja del cuentarrevoluciones cuando circula en modo híbrido por lo que se mueve con más brío y más dinámico.
En los tres casos cuenta con levas detrás del volante que sirven para cambiar la intensidad de la regeneración de la frenada cuando circulamos en modo eléctrico e híbrido y para cambiar las marchas cuando nos vemos en modo Sport.
A la hora de maniobrar con una berlina de casi 5 metros, no lo hace mal gracias a la dirección opcional del eje trasero. En los modelos de la Clase E con 4MATIC, el radio de giro es de 11,1 metros en lugar de 12 metros, mientras que en las versiones de tracción trasera se reduce de 11,6 a 10,8 metros. También opcionalmente puede equipar suspensión continua Airmatic con amortiguación regulable continua adaptativa ADS+ y dirección en el eje trasero.
Precios Mercedes-Benz Clase E 2023
Esta última generación del Clase E se podrá empezar a comprar después del verano con la previsión de que las primeras unidades se entreguen en otoño. Los precios todavía no se han comunicado pero estarán por encima de los casi 57.000 euros que cuesta el más barato de los MHEV (con etiqueta Eco) o de los 69.000 euros que cuesta ahora el más básico de los PHEV (con etiqueta Cero).
Pregunto, ¿viene algo de serie aparte de las ruedas y la carrocería? Porque opciones un montón, así sale la cuenta final...
El volante.