Kia Sportage: Cuando hay poco que corregir, todo es mejorar
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Kia Sportage: Cuando hay poco que corregir, todo es mejorar

Juan Carlos Grande

Juan Carlos Grande

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Hemos viajado hasta Alicante para traeros nuestra primera videoprueba del nuevo Kia Sportage, que en realidad -y como sin duda habréis adivinado- no es un modelo completamente nuevo sino un restyling sobre la cuarta generación, llegada a España a primeros de 2016. Además de las pertinentes actualizaciones en cuanto estética y equipamiento, estrena para la marca un sistema mild hybrid o “híbrido ligero” de 48 V. El modelo con especificaciones de 2018 ya está a la venta desde 25.000 euros (sin aplicar descuentos).

Ahora también como "híbrido ligero"

Iniciemos este repaso abordando la principal novedad en el apartado dinámico, el sistema mild hybrid de 48 V denominado por la firma coreana como EcoDynamics+; y vaya por delante que, a diferencia de otros fabricantes que han optado por emplear un motor térmico de gasolina, Kia ha preferido hacerlo con un diésel.

Se trata de un propulsor turboalimentado de dos litros de cilindrada, que se combina con un dispositivo eléctrico capaz de realizar las funciones alternador y motor. Este dispositivo, alimentado por una batería de iones de litio de 48 V y sólo 0,44 kWh de capacidad, se conecta mediante una correa al cigüeñal del motor diésel, de manera que es capaz de asistirlo en las aceleraciones con una potencia de hasta 12 kW (16 CV); y en sentido contrario, en las fases de retención, deceleración y frenada, se ocupa de recargar la batería. El sistema de 48 V empleado por el Kia Sportage es en esencia el mismo que también puede equipar desde ahora su "primo" Hyundai Tucson.

El Kia Sportage sale muy beneficiado con este restyling que mejora su imagen, equipamiento y gama de motores.
El Kia Sportage sale muy beneficiado con este restyling que mejora su imagen, equipamiento y gama de motores.

A diferencia de lo que sucede con los híbridos convencionales, la escasa potencia del motor eléctrico no le permite mover al coche en solitario. En compensación, el sistema híbrido ligero es mucho más barato y sirve aún para rebajar los consumos hasta un 7% y las emisiones de CO2 hasta un 4%. Lo que no ha conseguido el Sportage híbrido ligero es acceder a la “etiqueta ambiental” ECO, que según la caótica e impredecible legislación española garantiza el acceso sin restricciones a los grandes núcleos urbanos. En nuestro país, este automóvil exhibe el distintivo ‘C’.Sigamos.

Su principal novedad en el apartado dinámico es el sistema "híbrido ligero" de 48 V

La potencia total del sistema es de 185 CV, con 400 Nm de par. En el Sportage se integra con un sistema de tracción a las cuatro ruedas y puede acompañarse de una caja manual de 6 marchas o bien, como era el caso de la unidad probada, de una nueva caja automática de tipo convertidor de par con 8 velocidades.

Nuestro recorrido de prueba por carreteras alicantinas nos permitió comprobar que la experiencia de conducción de este diésel pseudo-híbrido es muy parecida a la de conducir un diésel convencional de potencia equivalente. Y eso es bueno, ya que demuestra cómo los ingenieros del grupo coreano han logrado que las constantes transferencias de energía entre los componentes del sistema pasen casi desapercibidas para el conductor medio. El motor térmico puede desconectarse con mayor frecuencia para ahorrar combustible, pero la fuerza de arranque del alternador-motor permite que su encendido sea poco perceptible. Y también notaremos una retención más acusada al soltar el acelerador (momento que se aprovecha para cargar transformar la energía cinética en eléctrica); pero por lo demás, como digo, el tiempo de adaptación por parte del conductor es casi nulo.

La versión "mild hybrid" combina potencia, tracción total, consumos razonables y una rebaja de emisiones.
La versión "mild hybrid" combina potencia, tracción total, consumos razonables y una rebaja de emisiones.

En cuanto a prestaciones, el conjunto ofrece una respuesta muy llena que facilita las recuperaciones a cualquier velocidad. No nos emocionaremos con aceleraciones fulgurantes ni grandes sensaciones de conducción, pero la impresión general es la de tener motor de sobra para cualquier uso. Además, la nueva caja automática es suave y efectiva, sin apenas interponerse en nuestro camino. En cierto modo es como un buen árbitro de fútbol: cuando no pensamos mucho en él, es porque lo está haciendo bien.

Si nos gusta el Sportage y queremos hacerle muchos kilómetros pero no estamos dispuestos a realizar la inversión económica que exige el sistema de 48 V, también hay a nuestra disposición un motor diésel convencional con dos niveles de potencia a elegir. El anterior 1.7 CRDi da paso al nuevo propulsor de 1.6 litros, en versiones de 115 CV y 136 CV. Ambos llevan de serie una caja manual de 6 marchas, y como opción, el más potente ofrece como opción la caja automática de doble embrague con 7 velocidades así como un sistema de tracción total.

Sus motores de gasolina, actualizados a Euro 6d Temp

La versión de gasolina de 177 CV tiene "nervio" y es la más divertida de la gama.
La versión de gasolina de 177 CV tiene "nervio" y es la más divertida de la gama.

Por su parte, las dos mecánicas de gasolina, ambas con 1.6 litros de cilindrada, apenas cambian salvo para adaptarse a la normativa Euro 6d Temp, lo que ha exigido equipar un nuevo filtro de partículas. La variante atmosférica GDi entrega 132 CV pero sólo 161 Nm de par, mientras que la turboalimentada T-GDi eleva estas cifras a 177 CV y 265 Nm. Esta última permite elegir entre tracción delantera o total y entre cambio manual de seis velocidades o el automático de 7 relaciones.

Durante la jornada de pruebas tuve ocasión de ponerme a los mandos del 1.6 T-GDi de 177 CV con cambio manual y tracción delantera; y en parte por sorpresa, resultó ser el que ofrece mejores sensaciones al volante. Cabía esperar, por supuesto, que el conjunto se mostrase más ágil que el del diésel mild hybrid, frente al que rebaja bastante peso por equipar un motor más pequeño y ligero, renunciar a la tracción total y, obviamente, prescindir de todos los elementos del sistema híbrido. Pero además, este motor de gasolina compensa su cilindrada relativamente baja con un buen empuje a medio régimen y una estirada destacable.

Las buenas prestaciones del 1.6 T-GDi tienen un precio: el del litro de gasolina.
Las buenas prestaciones del 1.6 T-GDi tienen un precio: el del litro de gasolina.

Me temo que en esta versión, la parte negativa tiene que ver con los consumos, aparente y lógicamente mucho más elevados que los del diésel híbrido. Tampoco sería justo extraer conclusiones tras conducir ambos modelos durante unas pocas horas; de manera que, a falta de que realicemos mediciones más precisas en próximas ocasiones , os indico los consumos homologados: 5,7 l/100 km para el diésel 2.0 Mild Hhybrid automático y 7,5 l/100 km para el gasolina 1.6 turbo de 177 CV con cambio manual y tracción delantera.

Si la familia de mecánicas ha recibido una completa actualización, el chasis del Kia Sportage permanece sin cambios. Se mantiene el esquema de suspensiones, de tipo McPherson en el eje delantero y multibrazo en el posterior; y como antes, las versiones GT Line presentan un ajuste algo más firme sin renunciar al confort de marcha que caracteriza al SUV coreano y por el que éste apuesta sin reservas. Por lo tanto, el nuevo modelo preserva la importante mejoría aportada por esta cuarta generación desde su llegada en 2016.

Sin ser en absoluto un automóvil de aspiraciones deportivas, el Sportage actual ofrece un nivel de dinamismo al que su antecesor simplemente no podía acceder. Sigue mostrándose como un SUV relativamente ágil, de reacciones nobles y perfectamente capaz de afrontar con suficiencia cualquier carretera que se le ponga por delante. Me parece particularmente equilibrado el ajuste de Sportage GT Line, más reactivo e igualmente confortable. Y hablando de confort: quiero dar buena nota a la cuidada insonorización del habitáculo, factor que aporta enteros a su agrado general de marcha.

Se nota que quiere gustarnos más

Las cambios de diseño en la parrilla, ópticas, paragolpes y llantas han sido para mejor.
Las cambios de diseño en la parrilla, ópticas, paragolpes y llantas han sido para mejor.

Pasando a cuestiones estéticas, el Sportage ha cambiado lo justo para poner al día y, en mi opinión, mejorar claramente su imagen. La parrilla es menos rectangular y gana personalidad con sus formas algo más trabajadas y sus nuevos tramados de parrilla. Las luces diurnas se componen ahora de cuatro puntos LED, muy al estilo Porsche, y los antinieblas también cambian. Los dos paragolpes son nuevos y quedan definidos por la línea cromada que los recorre de extremo a extremo. El posterior reúne los intermitentes, reflectantes y luces de marcha atrás, grupo que queda encastrado para protegerlo en las maniobras de aparcamiento. Las ópticas traseras cambian su firma luminosa, y la línea roja que las une prescinde de la anterior moldura cromada.

Las versiones GT Line siguen exhibiendo unas salidas de escape ovaladas, que ahora se integran mucho mejor con la plancha protectora del paragolpes. Estas salidas de escape son meramente decorativas en el modelo híbrido, aunque para ser justos debemos aclarar que sí son auténticas en el resto de casos.

Las versiones GT-Line, con ese toque deportivo, resultan especialmente llamativas.
Las versiones GT-Line, con ese toque deportivo, resultan especialmente llamativas.

La vista lateral apenas cambia aunque no podían faltar nuevos diseños de llantas, con medidas de 16”, 17” o, como es el caso del Sportage GT Line, de 19”. Llegan asimismo cinco nuevos colores a la oferta de pinturas de carrocería. Por lo demás, las dimensiones exteriores no han cambiado: sigue midiendo 4,49 m de longitud, aunque el GT Line es 1 cm más largo a causa de sus voluminosos paragolpes.

El interior conserva su agrado visual y su buen nivel de calidad; el sistema multimedia ha sido actualizado y el volante también es nuevo.
El interior conserva su agrado visual y su buen nivel de calidad; el sistema multimedia ha sido actualizado y el volante también es nuevo.

El habitáculo del Sportage conserva su buen nivel de calidad, confort y ergonomía; y de hecho, su diseño ha cambiado muy poco. El volante es nuevo, aunque parecido al que conocíamos; y también se pone al día el sistema de infoentretenimiento, disponible con pantallas de 7 y 8 pulgados. A partir de ahora, la pantalla dará acceso a la siempre bienvenida visión periférica; y además, podremos consultar los precios del carburante en gasolineras cercanas y buscar plazas de aparcamiento por la zona. El abundante equipamiento de seguridad activa se completa con el control de crucero adaptativo con función automática de parada y arranque; y también es novedad la detección de fatiga del conductor.

Las plazas traseras siguen albergando con holgura a dos personas adultas. No hay el menor problema de espacio para las rodillas ni de anchura para los hombros, y el techo permanece razonablemente lejos de la cabeza incluso en las versiones con techo de cristal. La plaza central sí es incómoda por la dureza del respaldo (que alberga el reposabrazos) y porque el túnel de transmisión no permite juntar los pies. Como buen detalle, los respaldos cuentan con diferentes grados de inclinación para favorecer el confort de los ocupantes o bien maximizar el espacio de carga.

En la versión "mild hybrid", la batería nos impide llevar rueda de repuesto y reduce la capacidad del maletero a 439 litros.
En la versión "mild hybrid", la batería nos impide llevar rueda de repuesto y reduce la capacidad del maletero a 439 litros.

El maletero, a propósito, conserva sus cualidades: puede equipar portón eléctrico, cuenta con una amplia boca de acceso y sus formas interiores son lo bastante limpias como para no complicarnos la vida. Un buen detalle es que el estor cubreequipajes puede colocarse en una segunda posición más retrasada para permitirnos inclinar más los respaldos; y además, podemos guardarlo limpiamente bajo el piso si nos interesa.

Por desgracia, allí también se hace espacio para la batería del modelo mild hybrid, en el que la capacidad del maletero se rebaja a 439 litros; y tampoco es posible disfrutar del piso a dos alturas que sí encontraremos en las versiones diésel y gasolina. La capacidad de carga puede variar en función de la mecánica elegida y de si equipamos rueda de repuesto o kit antipinchazos; en este último caso, podremos aprovechar hasta 503 litros. Si abatimos los respaldos de la segunda fila de asientos, la capacidad máxima disponible es de 1.496 litros.

Bien equipado desde (casi) el modelo más sencillo

Siempre ha sido y sigue siendo un SUV atractivo, funcional y muy bien equipado en relación a su precio.
Siempre ha sido y sigue siendo un SUV atractivo, funcional y muy bien equipado en relación a su precio.

El nuevo Kia Sportage ya está a la venta con cinco niveles de acabado, que van desde el sencillo Concept hasta los completísimos GT Line Essential y GT Line Xtreme, pasando por los más equilibrados Drive y Emotion. Podemos adquirir un Sportage "básico" por 25.000 euros, pero os recomiendo dar el salto al nivel Drive que, por 2.000 euros más, ofrece un abundante equipamiento de serie, con asistentes avanzados de conducción, navegador, Android Auto y CarPlay, climatizador bizona, antinieblas delanteros, ópticas traseras LED y llantas de 17” entre otros elementos.Las unidades que hemos probado en este primer contacto, equipadas “hasta arriba”, corresponden al nivel GT Line Xtreme. Con el motor de gasolina de 177 CV cuesta 34.600 euros, y si damos el salto al híbrido ligero 4x4 con cambio automático (el más costoso de toda la gama) ya hablaremos de 42.131 euros.

Aquí tenéis la lista de precios, sobre los que cabe aplicar un jugoso descuento directo de 2.805 euros antes de impuestos:

Kia Sportage 1.6 GDi 132 CV Concept 25.000 € Kia Sportage 1.6 GDi 132 CV Drive 27.700 € Kia Sportage 1.6 GDi 132 CV Emotion 30.800 € Kia Sportage 1.6 T-GDi 177 CV GT Line Essential 31.850 € Kia Sportage 1.6 T-GDi 177 CV GT Line Xtreme 34.600 € Kia Sportage 1.6 T-GDi 177 CV GT Line Essential 4x4 33.850 € Kia Sportage 1.6 T-GDi 177 CV GT Line Essential 4x4 aut. 35.950 € Kia Sportage 1.6 T-GDi 177 CV GT Line Xtreme 4x4 36.600 € Kia Sportage 1.6 T-GDi 177 CV GT Line Xtreme 4x4 aut. 38.700 € Kia Sportage 1.6 CRDi 115 CV Concept 27.000 € Kia Sportage 1.6 CRDi 115 CV Drive 29.500 € Kia Sportage 1.6 CRDi 115 CV GT Line Essential 31.500 € Kia Sportage 1.6 CRDi 115 CV GT Line Xtreme 34.250 € Kia Sportage 1.6 CRDi 136 CV Concept 28.000 € Kia Sportage 1.6 CRDi 136 CV Drive 30.501 € Kia Sportage 1.6 CRDi 136 CV GT Line Essential 32.501 € Kia Sportage 1.6 CRDi 136 CV GT Line Xtreme 35.251 € Kia Sportage 1.6 CRDi 136 CV GT Line Essential aut. 34.601 € Kia Sportage 1.6 CRDi 136 CV GT Line Xtreme aut. 37.351 € Kia Sportage 1.6 CRDi 136 CV GT Line Essential 4x4 34.501 € Kia Sportage 1.6 CRDi 136 CV GT Line Xtreme 4x4 37.251 € Kia Sportage 1.6 CRDi 136 CV GT Line Essential 4x4 aut. 36.601 € Kia Sportage 1.6 CRDi 136 CV GT Line Xtreme 4x4 aut. 39.351 € Kia Sportage 2.0 Mild Hybrid 185 CV 4x4 40.251 € Kia Sportage 2.0 Mild Hybrid 185 CV 4x4 aut. 42.351 €

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