Tata Aria 2.2 Prestige 4x2
PRUEBAS

Tata Aria 2.2 Prestige 4x2

Joan Dalmau

Joan Dalmau

64 opiniones

Un siete plazas polivalente

Hace unos años era imposible recomendar la compra de un Tata. La marca india tenía una calidad de fabricación muy deficiente pero, además, sus coches no estaban a la altura de los europeos en ningún aspecto. Esta situación va cambiando poco a poco y aunque los productos actuales del fabricante siguen situándose en la franja baja del mercado en cuanto a calidad percibida, equipamiento y diseño, bien es cierto que han ido mejorando notablemente y que tanto el pequeño Vista que probó hace unos meses nuestro compañero Juan Carlos Grande como este Aria, son vehículos planteables para clientes concretos en situaciones y necesidades concretas.

El Aria es un coche raro por concepción. Y digo que es raro porque uno no sabe muy bien donde encasillarlo. Tiene siete plazas y una carrocería con una notable fluidez de líneas que recuerda a un monovolumen pero, por otra parte, es un coche elevado, con ruedas de todoterreno. Que no es un todoterreno resulta obvio porqué no tiene ni tracción integral (hay otra versión que sí) ni reductora por lo que podemos recurrir a la socorrida palabreja de moda; la de crossover para definirlo sin temor a caer en falsos testimonios. Al fin y al cabo, hay otros coches que parecen un TT sin serlo y tienen más de monovolumen que de otra cosa. El Fiat Freemont o el Chevrolet Orlando, pongamos por caso son buenos ejemplos o el nuevo Ssangyong Rodius, sin ir más lejos.

El Aria, por tanto, es un coche de concepción familiar, precio bajo (17.900 euros) con el Plan Pima-Aire ya que no entra en el PIVE por su coeficiente energético y con pocas pretensiones a nivel de confort y equipamiento. Lo suyo es la habitabilidad y la capacidad de carga. Y en estos apartados cumple sobradamente.

Estéticamente es un monovolumen, por su capó delantero en caída acusada, su línea de cristales elevada y una forma peculiar del techo, con un corte de la parte superior de los cristales que busca un efecto redondeado pero manteniendo la altura del techo -y con ello la capacidad de carga- hasta el portón trasero.

Éste, de gran apertura, está enmarcado por unos pilotos verticales, detalle que junto a la forma de la parrilla y de los faros delanteros, crea un aire de familia con el pequeño Vista. Lo único que desentona un poco son las ruedas. Las llantas de acero de 16 pulgadas parecen de todoterreno más que de turismo -en realidad lo son- y lo mismo sucede con los neumáticos, unos 235 en perfil 70 y 16 pulgadas de diámetro cuyo dibujo con un taco notable les convierten en unos neumáticos muy aptos para circular fuera de carretera.

Esta monta de neumáticos es, cuanto menos, curiosa. El Aria no es, para nada un todoterreno pero entre estos neumáticos y la altura libre al suelo, más que generosa, puede circular por pistas sin temer por los bajos y con un nivel de tracción notable.

Habitáculo espacioso pero espartano

El habitáculo es espacioso, sencillo y con unos acabados inferiores a los que podemos encontrar en cualquier turismo europeo, japonés o coreano. El salpicadero tiene un diseño agradable pero los plásticos son sufridos y da sensación de poca calidad a consecuencia del mal ajuste con notables holguras en algunas piezas. Pese a ello, hay que reconocer el esfuerzo que está haciendo la marca para ofrecer una presentación más atractiva aunque el resultado todavía no esté a la altura de lo que se espera en un coche de este tipo.

La cantidad de huecos portaobjetos es notable, con guanteras y portalatas en todas las plazas y un montón de guanteras para gafas y CD en el techo, muy al estilo Voyager.

Para el que la presentación interior sea algo secundario, el Tata ofrece mucho espacio en sus tres filas de asientos. La central ofrece tres plazas amplias ya que está diseñada para acoger a tres personas, sin marcar las plazas exteriores -sólo el apoyacodos central puede llegar a molestar algo al pasajero central pero mucho menos que en otros coches ya que apenas se nota- y sin obstáculos en el suelo.

La banqueta central, además, es corredera para dejar más espacio para los pies a los ocupantes de la tercera fila y tiene el repaldo reclinable. El problema es que el recorrido de la banqueta es muy corto, de apenas 5 cm contra los 15-20 que suele ser habitual en otros modelos.

La tercera fila es menos espaciosa que la segunda pero no está nada mal. No tiene el espacio de la tercera fila de un monovolumen grande de siete plazas pero es mejor que la de los monovolúmenes compactos o los SUV de siete asientos. La distancia entre filas no es muy generosa -incluso adelantando los asientos centrales- pero dos adultos pueden acomodarse en esa tercera fila con un cierto confort ya que la banqueta no queda muy cerca del suelo y no obliga a flexionar mucho las piernas.

Esta tercera fila está integrada por dos asientos de buen tamaño que se abaten contra el piso del maletero cuando no se utilizan y tienen su parte posterior tapizada. Lo peor es el acceso ya que el hueco que deja la segunda fila cuando se pliega no es muy grande para dejar paso a los ocupantes de la tercera. Esto convierte las plazas 6 y 7 aptas para niños o personas ágiles.

Maletero de 214 a 1.700 litros

El maletero es generoso con cinco plazas, aunque el plano de carga es elevado como consecuencia de la altura del coche y de los asientos abatidos contra el piso. Con siete plazas caben un par de bolsas (214 litros) como en todos los siete plazas de este tamaño, pero con la tercera fila plegada, aumenta hasta unos más que generosos 588 litros (el Aria es ideal para utilizarlo con cinco plazas y carga a tope) y si se abate el respaldo de la segunda fila, se llega hasta los 1.777 litros. El equipamiento del maletero se limita a una toma de 12 voltios y a una bandeja enrollable de muy mala calidad.

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El equipamiento de serie es correcto. Dispone de los elementos de seguridad obligatorios en un familiar (airbags frontales, laterales y de techo y ESP), cierre automático de puertas y cierre para niños, faros antiniebla, control de crucero y sensores de aparcamiento traseros útiles dado el tamaño del coche pero a los que hay que acostumbrarse ya que cuando marcan, con un stop en la pantalla monocromo, que se está a punto de golpear la trasera con el obstáculo, se está realmente cerca del mismo.

También lleva aire acondicionado, cuatro elevalunas eléctricos, cierre y retrovisores eléctricos, radio CD con USB y un volante forrado en cuero. La única opción es la pintura metalizada, económica ya que sale por sólo 370 euros.

Creo sinceramente que Tata se ha equivocado en su política de definición de gama. La versión 4x4, que se vende ahora en oferta por 19.900 euros, añade, además de la tracción integral conectable -el coche es un vehículo de propulsión trasera- el climatizador, la cámara de visión trasera, los retrovisores plegables eléctricos, los sensores de lluvia y encendido de faros, el sistema Bluetooth y el navegador. Todos estos elementos deberían ser, al menos, opcionales en esta versión 4x2 ya que será la más vendida de la gama y, la no disponibilidad de estos elementos obliga al cliente a saltar a una versión 4x4 que tal vez no le interese por su superior consumo y porque no tenga ninguna intención de abandonar en ningún momento el asfalto.

Chasis de largueros y motor enérgico

Mecánicamente, el Aria es un coche de la vieja escuela y, en ese apartado sí está más cerca de un todoterreno que de un monovolumen. El chasis es de largueros y travesaños -no es monocasco- y las suspensiones son de doble triángulo en el eje delantero y de eje rígido en el posterior, una solución ya desterrada en los turismos actualmente a la venta y que sólo conservan los todoterrenos puros y los pick-up.

Esta solución mecánica facilita la circulación en pista pero afea la calidad de tracción del eje posterior motriz y es poco adecuada para el asfalto ya que la suspensión no absorbe las irregularidades del firme como una de tipo independiente -en un coche con eje rígido motriz, lo que le pase a una rueda afecta directamente a la otra- y el comportamiento dinámico se resiente.

En autopista, con el firme en buen estado, no hay problema ya que el Aria presenta un nivel de confort notable y es un coche estable, entre otras cosas porqué es ancho y pesa mucho (2.120 kilos en vacío) pero en carretera ya no va tan bien. Al afrontar curvas, se nota la inercia del peso, la altura libre generosa, que eleva también el centro de gravedad, la blandeza de la suspensión y, sobre todo, la poca adecuación de los neumáticos al asfalto. Ello provoca notables derivas en la entrada en curva, con un subviraje crónico que ni tan siquiera el hecho de ser un coche con propulsión posterior consigue compensar.

El Aria balancea de manera notable en curva rápida y se muestra muy poco ágil en las lentas, donde hay que inscribirle bien con la dirección y dar gas con progresividad para evitar los cambios de pesos. Una vez adaptados a su uso y sabiendo que es un coche de carácter tranquilo y apacible, apreciaremos la buena disposición del motor, cuyo rendimiento es de lo mejor del coche.

La dirección no me gustó nada. El volante va situado muy horizontal y la asistencia no es la adecuada. Resulta dura a baja velocidad y con una cierta holgura en los primeros grados de giro hacia ambos lados. Sin duda un aspecto a mejorar pese a que ya no sea aquella dirección que llevaban los Tata antiguos en que había que ir apuntando cuando no circular recto con el volante girado.

El motor es un 2,2 litros diésel con 150 CV que tiene un empuje a bajas revoluciones notable y estira con decisión hasta las 4.000. Es un motor que mete bastante ruido -la insonorización no es lo más cuidado del Aria- y que gasta también bastante (la marca homologa 7,2 litros pero no resulta fácil bajar de 9) pero que ofrece un rendimiento elástico y, por tanto, resulta agradable de utilizar en cualquier tipo de carretera pese a que dispone sólo de cinco marchas.

Conclusión

Este Aria es un producto de calidad inferior a otros coches de parecido talante y eso se nota en todos los aspectos del vehículo (definición técnica, rendimiento del chasis, acabados, equipamiento, confort acústico) pero, por otro lado, es un coche económico de compra y, es de suponer, que también de mantenimiento, por su sencillez formal y una mecánica que parece robusta. Es un coche que cumplirá para aquellos que necesiten un siete plazas de primer precio con un equipamiento de seguridad correcto y un maletero de gran tamaño. Por dimensiones y capacidad interior sólo el Dacia Lodgy le supera en precio pero el modelo rumano tiene un motor claramente inferior al de este Aria aunque la calidad percibida sea más elevada.

Su target es el de familias sin complejos que quieran un coche grande, amplio y con siete plazas reales para usarlas de manera no habitual, con espacio, un buen maletero y pocas pretensiones a nivel de equipamiento y refinamiento de marcha. Si eres de este perfil, el coche vale el precio al que se vende. No tiene ningún tipo de lujos pero no presume de ello y, por tanto, cumple con lo que promete, siempre con la honestidad por bandera.

Pros y contras

Pros
  • Potencia del motor
  • Modularidad del habitáculo
  • Equipamiento correcto
  • Espacio en las plazas traseras
Contras
  • Calidad de materiales y ajuste
  • Motor ruidoso y gastón
  • Dirección muy dura
  • Sin posibilidad de navegador

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Anónimo

Este comentario ha sido eliminado.

r
riper

tengo el tata aria hace tres años ,el funciona muy bien.su consumo medio es 8% mas o menos.interior mente es muy basico.es un coche familiar de larga duracion

D
Dolores

Yo me compre un coche hace un año y la verdad que no se lo aconsejo a nadie ya lleva mas de 6 veces en el taller y cada vez que va al taller sale peor es un tata aria 4x4

c
carlos

pues mi tata aria tiene ya 100.000 km y no me a dado ningun problema y con el motor que tiene va muy bien y me meto por el campo sin problemas estoy harto de ir al pantano de mi pueblo a bañarme y nunca me a dejado tirado y el aire acondicionado no veas si enfria tiene tantas salidas de aire que enfria el abitaculo de momento y no a tenido ningun problema de motor ni de nada.estoy contentisimo por la compra a mi me costo 20.000 euros el mas alto de gama vamos una maravilla.saludos

y
you

A ver si algun propietario se anima a poner sus impresiones y si tiene problemas. Saludos

y
you

Está guapo.

JD
Joan Dalmau
| 5 respuestas

La palabra Premium, como tantas otras aplicadas al automóvil, es un invento de marketing que define un tipo de marcas y modelos cuya calidad percibida, precio, estatus y equipamiento queda por encima de la media del mercado. Las marcas premium ofrecen vehículos con un habitáculo más cuidado y una imagen más estatutaria que suelen acompañar, aunque no siempre, con una tecnología más elaborada, un nivel de equipamiento opcional -y conste que digo opcional- superior y un nivel de atención al cliente y de servicio de más calidad. A todo ello le acompaña, por supuesto, un precio de venta habitualmente más elevado. Esa es la definición de premium. La palabra puede gustar o no pero si la admitimos y la utilizamos es porque nos resulta útil para definir a un determinado tipo de marcas y de modelos.

Anónimo

#60 En definitiva y ajustándome a su definición, es una palabra inventada para vendernos algo. Y piensa usted que tiene credibilidad como tal al provenir del marketing?, no existían palabras anteriores a esa con una terminología similar?no es demasiado subjetiva y se puede mal utilizar?. un saludo y gracias por su respuesta.

JD
Joan Dalmau

#61 Tiene la credibilidad que le demos. Palabras procedentes del mundo del marketing las hay a montones y las utilizamos. Tenemos smartphones, nos dirigimos a determinado target, hacemos reuniones de benchmarking, las empresas tienen key account managers, hacemos masters de MBA... La discusión sería si hay que utilizar o no esos anglicismos pero por un tema de pureza del lenguaje y de intentar buscar palabras equivalentes en nuestro idioma pero creo que esa es otra discusión. Premium es una palabra aceptada por todos los que nos movemos en el mundo del automóvil; las propias marcas, los periodistas, los lectores. La definición que dí en la respuesta anterior es la que utilizamos nosotros y la verdad es que resume correctamente una tipología de marcas y vehículos que, de otra manera, nos costaría definir. Es como SUV, una palabra extraña también pero que hemos adoptado porque facilitaba la comprensión de lo que era un determinado tipo de coche. Es el mismo caso y por ello la utilizamos. Un saludo.

Anónimo

#62 Muchas gracias por la respuesta ante todo. No es que me moleste que sea un anglicismo, sino que no sea objetivo como tal, y por lo tanto no exista una linea de la cual al traspasar sea premiun, y hacia abajo no, es mas bien lo que se perciba o lo que nos quiera vender el departamento de marketing de la empresa de turno cuando presenta un vehículo. Personalmente siempre he usado al igual que muchos usuarios la palabra calidad, concepto que me parece muy respetable y que como opinión mía y de los demás usuarios me molesta que sea desplazada por un concepto que se le ha ocurrido al ejecutivo de turno para decir que su coche es mejor que el resto, aunque sea generalista, cosa que debemos decidir los usuarios y no ellos. Sin mas, muchas gracias de nuevo y un saludo.

P
Power-Fiat

#60...#62. No estoy en absoluto de acuerdo en adjetivar como premium a un vehículo, simplemente no existen, lo que sí existe son infinidad de adjetivos calificativos en nuestro rico idioma para definir a un vehículo según sus características, bien sea de corte deportivo o mas lujoso. En el diccionario de la R.A.E, podremos encontrar multitud de palabras que pueden sustituir de manera mas fidedigna lo que se quiere expresar, evitando el manido anglicismo. Perfectamente se puede cambiar lo de premium por, lujoso, majestuoso, espectacular, vistoso, pomposo, oneroso, fastuoso, aparatoso, sensacional, impresionante, emocionante, estupendo, magnífico...extraordinario....etc, etc, etc. Como tampoco estoy de acuerdo en lo del estatus...yo tambien llevo bastantes años moviéndome dentro del mundo del automovil, y puedo asegurar, que en algunas ocasiones me han tratado mejor en talleres de marcas con menos postín que esas otras a las que usted da a entender.

A
Alberto

#65. Resumiendo...que la nobleza no obliga, --no?.

A
Anonimo

yo prefiero este a la ultima estirada de Fiat.este es un coche de trabajo,duro como la carne de perro,y además hay chapa y vigas y travesaños,y poderío para tirar con solvencia de todo.con promoción y descuentos sale por menos de 15.000 euros.150 cv..

y
you

Pues yo al menos lo iria a ver y probar y luego decidir. Ni lo caro es tan bueno ni lo barato es tan malo.

Anónimo

este es un buen vehículo destinado para lo que esta destinado, y sino entienden por ejemplo que lleve ruedas de todo-terreno, pues es que no han tenido que meterse con un coche lleno de trabajadores en una obra o en una pista para ir a una huerta. las ruedas de perfil bajo no sirven, y como coche de trabajo y trasporte lógico es mas que viable, donde los sensores de pijadas no hacen falta. desde luego que no es para que el pijo de turno vaya a la estación de esquí, pero si para hacer un uso lógico y de trabajo. un saludo.