¡O sole mio!
Diseño
La singularidad de esta versión y el factor diferencial que le aporta toda la "charme" al 500 C es el ingenioso mecanismo de apertura y cierre de la capota, que no sólo reinterpreta fielmente el diseño del Fiat Cinquecento convertible de 1957 sino que además crea una fórmula muy sencilla, práctica y cómoda de disfrutar de la conducción a cielo abierto. El secreto reside en que la cubierta de lona de apertura eléctrica se desliza por los montantes laterales del techo, que se mantienen en su sitio descubriendo las cabezas de sus cuatro ocupantes pero sin desprotegerlas. La lona integra la tercera luz de freno y una luneta térmica de cristal, al tiempo que hace las veces de alerón y que quedan perfectamente recogidas en la zona trasera sobre el maletero. Para abrir la parte superior se precisan 15 segundos, mientras que para correrla del todo y destaparlo por completo, la operación conlleva 10 segundos más. Puede accionarse en marcha hasta 60 km/h. Este sistema comporta que goce de uno de los coeficientes aerodinámicos (Cx de 0.33) más favorables de la categoría y prácticamente idéntico al de la versión cerrada. Respecto a las posibilidades de configuración y personalización, el 500C se ofrece con once colores para la carrocería, tres para la capota (rojo, negro y beige), nueve diseños diferentes para las llantas de aleación, los diferentes tipos de adhesivos e insignias (muchos de ellos nuevos) y múltiples acabados para el interior.
Habitabilidad
Lo mejor del 500C es que su mecanismo de accionamiento del techo no roba espacio al interior del vehículo, conservando la habitabilidad en las cuatro plazas y una capacidad de maletero de 182 litros (apenas tres menos que la berlina). Fiat ofrece en opción un pequeño difusor que penaliza ligeramente las plazas traseras, ya que se sitúa entre ambas a la altura de los reposacabezas, y que como los que ofrecen la mayoría de los cabrios permite limitar las turbulencias al circular abierto. Cuando se circula con el techo cerrado por autopista y a alta velocidad, no se aprecian ruidos aerodinámicos específicos en esta versión, aunque la reverberación mecánica es superior a las versiones cerradas en su habitáculo. Con el techo completamente abierto, en cambio, el límite del confort acústico lo marca la barrera de los 80 km/h, aunque la protección contra el viento es buena y el aislamiento interior permite que la sensación de protección y seguridad sea siempre mayor que en un cabrio convencional.
Mecánica
El 500C mejora ligeramente el consumo de las variantes de techo cerrado (cifrado en un 2% aproximadamente), pese a que se aumenta también de forma discreta en algunos casos la potencia de los mismos. Todos cumplen la normativa de emisiones Euro5, y tres de ellos están exentos del impuesto de matriculación, al tener un nivel de emisiones de CO2 inferior a los 120 g/km. En todos los casos, mantienen unos registros de consumo muy contenidos gracias a un planteamiento de ahorro y funcionalidad en su desarrollo y a la presencia de sistemas específicos de reducción de consumo y emisiones. Así, los dos motores de gasolina disponibles, el 1.2 8V de 69 CV y el 1.4 16V de 100 CV ofrecen como opción el sistema Start&Stop que permite ahorrar combustible en conducción urbana o en atascos. También los bloques de gasolina pueden equipar en opción el cambio robotizado Dualogic, que aumenta el placer de conducción y reduce el consumo. En cuanto a motores diésel, el sistema Start&Stop es de serie en el nuevo propulsor Multijet II de 95 CV, que consigue un consumo medio homologado de auténtico record, sólo 3,9 l/100 km. Tanto éste como la segunda opción diesel, el 1.3 Multijet de 75 CV, cuentan con filtro de partículas DPF.
Comportamiento
Pese a contar con un techo practicable, la rigidez y la respuesta dinámica de su chasis no se ven especialmente afectados, demostrando en todo momento una estabilidad sorprendente para un utilitario de sus características y dimensiones. Frente a eventuales reacciones bruscas del conductor o a la salida de una curva cuando su conducción es más dinámica, el 500C se mantiene firme en su aplomo y recto en su trayectoria, sin titubeos ni apoyos que transmitan inseguridad al conductor. A este comportamiento contribuye sin duda la nueva suspensión trasera que monta esta versión cabrio del utilitario italiano. El 500C emplea la misma estructura detrás que el Abarth 500, con barra estabilizadora, que además de mejorar el comportamiento dinámico incide en una mejor maniobrabilidad y en un confort de marcha superior.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Seguridad
Al igual que el Fiat 500, la seguridad cobra especial importancia en el 500C. El diseño del mecanismo de la capota mantiene los niveles de rigidez del bastidor de la berlina, lo que permite conseguir la máxima puntuación en las pruebas de choque de EuroNcap (cinco estrellas, y preparado para las seis). La dotación de seguridad, con siete airbags de serie (incluido el de rodilla para el conductor), o el ESP con función Hill-Holder (de serie en el 1.4 de 100CV), convierten al Fiat 500C en una referencia de la categoría en materia de seguridad. En este apartado, el 500C también cuenta equipamientos propios de vehículos del segmento superior que sin ser directamente elementos de seguridad, si que contribuyen a aumentar el confort de conductor y pasajero, redundando finalmente en la seguridad de la conducción, como por ejemplo la disponibilidad de climatizador automático, sistema de manos libres integrado Blue&Me, navegador Blue&Me con pantalla táctil, sensor de aparcamiento o función Eco:Drive.
Valoración final
La gama 500C se compone de seis versiones compatibles con el Plan 2000E, por lo que su adquisición inmediata puede comportar importantes ventajas en la tarifa de compra. Con ello, el posicionamiento de este modelo es singular, pues por estilo, imagen y funcionalidad, se sitúa en la cúspide de la categoría, aunque sus precios con las ayudas estatales están en un tramo francamente ventajoso considerando su nivel de equipamiento y seguridad. Las versiones Pop incluyen dirección asistida eléctrica, siete airbags, radio con reproductor CD y MP3, elevalunas eléctricos, cierre centralizado con mando a distancia y ordenador de viaje. Las versiones Lounge añaden, entre otros elementos, volante en piel con mandos para el manejo de la radio, retrovisores eléctricos y térmicos, llantas de aleación, climatizador, sensor de aparcamiento trasero y sistema manos libres Blue&Me. La marca maneja unas previsiones de ventas en España de unas 600 unidades anuales de esta versión del 500, sobre todo de la terminación Lounge, aunque las previsiones iniciales responden a un criterio bastante conservador, por lo cual -y considerando el desbordante éxito alcanzado por su hermano de techo cerrado- es muy probable que se superen con facilidad esas cifras, especialmente debido al propicio momento de su lanzamiento, justo en primavera, y a la coincidencia del aumento del IVA en nuestro país en verano, justo la época en la que todo conductor desearía poder contar con un techo practicable como el del 500C.
PS
Hay un NO extraviado,quise decir que a mi NO me gusta ir muy rápido.