Mercedes-Benz GLB: Familiaridad SUV
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Mercedes-Benz GLB: Familiaridad SUV

Jaume Gustems

Jaume Gustems

3 opiniones

Conducimos el nuevo Mercedes-Benz GLB, un SUV relativamente compacto que se sitúa entre el Mercedes-Benz GLA y el Mercedes-Benz GLC, con un espíritu más familiar y, por primera vez en un compacto de la marca, con una tercera fila de asientos. El GLB llegará a los concesionarios a principios del año que viene.

Pocos fabricantes hay con una gama de modelos tan completa como Mercedes.-Benz. No tenía bastante con el GLA y el GLC, sus SUV’s compactos, que ahora nos presenta un nuevo modelo a medio camino entre estos dos. El Mercedes-Benz GLB es el primer Mercedes compacto que ofrece 7 plazas, porque veréis, es más grande de lo que parece; Y tiene un aire evidentemente familiar. Es muy configurable, muy habitable, una buena opción si buscáis un SUV Premium con una estética que se aleje de la ya común estética cupé.

El Mercedes-Benz GLB es el octavo SUV en la cartera de Mercedes-Benz. Su plataforma es la misma que se utiliza en el GLA o el GLC, pero con más distancia entre ejes y esto hace que su estética y su capacidad interior sean diferentes. Tiene unas formas más cuadriformes, más de todoterreno, con un pilar A en una posición bastante vertical, una línea de techo que no cae de forma pronunciada hacia atrás sino que es más horizontal. Esta línea de techo se prolonga a partir del pilar C para acabar en un portón más vertical, con un estilo muy Station wagon.

Esta carrocería le permite tener una tercera fila de asientos, algo raro en este segmento, por lo que pueden viajar en él hasta 7 personas. Es un claro indicador del espíritu funcional, práctico y familiar, no tan deportivo, de este SUV.

Casi un GLC en medidas, diferente en estética

El Mercedes-Benz GLB se posiciona entre el Mercedes-Benz GLA y el GLC, aunque por tamaño se parece más a este último.
El Mercedes-Benz GLB se posiciona entre el Mercedes-Benz GLA y el GLC, aunque por tamaño se parece más a este último.

Mercedes Benz dice que el GLB es un coche compacto, pero en realidad no es tan compacto como parece. Mide 4,63 metros de largo, 1.83 de ancho y 1,66 de alto. Es sólo tres centímetros más corto que un GLC y 6 centímetros más alto, aunque también es 6 centímetros más estrecho.

Su frontal es inconfundible. Podéis ver la parrilla típica de Mercedes-Benz, unos discretos faros cuadrados, con luces diurnas LED. Atrás hay unas bonitas ópticas, en dos piezas, que se prolongan hacia los laterales.

Este es un SUV con una batalla bastante larga: 2,82 metros. Las ruedas están muy en las esquinas, lo que junto con los cortos voladizos y los marcados pasos de rueda le dan un aire muy robusto, casi más de TT que de SUV.

Sus formas más cuadradas recuerdan en parte a las del descatalogado GLK. Tiene un estilo más todoterreno y claramente familiar.
Sus formas más cuadradas recuerdan en parte a las del descatalogado GLK. Tiene un estilo más todoterreno y claramente familiar.

En la gama hay una versión 35 AMG, con paragolpes más deportivos y una calandra diferente, con barras verticales en lugar de horizontales.

Esta versión AMG tiene un spoiler trasero más grande y un paragolpes con doble salida de escape, y difusor en su parte inferior.

En cualquiera de sus versiones, lo cierto es que el GLB recuerda en parte al anterior CLK, que dejó de venderse en 2015. Parece como si los diseñadores de Mercedes-Benz hubiesen querido dar un paso atrás, de forma voluntaria, para crear un SUV con un estilo un poco más todoterreno.

Interior digital y amplio

El Mercedes-Benz GLB tiene la plataforma de los compactos de Mercedes, pero con una batalla más larga. Llega a los 4,63 metros de longitud.
El Mercedes-Benz GLB tiene la plataforma de los compactos de Mercedes, pero con una batalla más larga. Llega a los 4,63 metros de longitud.

El interior sigue la línea vista en otros modelos de la marca. Encontramos la pantalla Widescreen, formada por dos pantallas digitales unidas, una de ellas el cuadro de instrumentos y otra la pantalla del sistea de infoentretenimiento MBUX. Debajo de esta pantalla destacan las tres salidas de aire con diseño de turbina, un detalle de diseño que introdujo hace años el Clase A. Por debajo de esta pantalla se encuentran los mandos del climatizador y una consola central bien terminada, con buenos huecos para colocar objetos y elementos en aluminio decorativos. Estos elementos, con forma tubular, también los encontramos en la parte interior de las puertas, a modo de agarradero, o en la parte superior del salpicadero. Contribuyen a dar un aspecto de robustez casi más propio de un TT que de un SUV. La intención ha sido esa.

La marca alemana no ha prescindido de una versión deportiva GLB 35 AMG, con 306 CV.
La marca alemana no ha prescindido de una versión deportiva GLB 35 AMG, con 306 CV.

El sistema MBUX, que también podemos ver en otros modelos de Mercedes-Benz, supera claramente al anterior Comand. Sus gráficos son de alta calidad, se accede a los menús de forma muy fácil y rápida, ya sea de forma táctil, con el touchpad o a través de órdenes vocales, con el conocido “Hey Mercedes”.

A través de la aplicación de Mercedes, incluso es posible conocer dónde hay una plaza de aparcamiento libre en una ciudad, navegar hasta ella y hacer el pago directamente a través de la pantalla, sin necesidad de sacar tiqué.

Sólo una critica: Android Auto y Apple Carplay son opcionales, algo difícil de entender a estas alturas.

Espacio holgado y buen maletero

Las llantas son de 18 pulgadas, pero pueden ser hasta de 21 pulgadas opcionalmente.
Las llantas son de 18 pulgadas, pero pueden ser hasta de 21 pulgadas opcionalmente.

En las plazas delanteras se nota una buena sensación de espacio. Hay, por ejemplo, más de un metro de altura al techo, por lo que los más altos no tendréis problema.

La segunda fila también se nota amplia, hay buena distancia entre filas y al techo. No tanto en anchura, pero es confortable. La banqueta es corredera y tiene respaldos ajustables. Así podemos dar más espacio al maletero, hasta 190 litros más, o a los pasajeros de la tercera fila. En la tercera fila, encontramos lo de siempre: dos butacas que se recogen en el maletero, en las que caben dos niños o dos adultos que no superen el metro sesenta y ocho. Se entra en una sola operación, desplazando la banqueta de la segunda fila.

Mercedes-Benz también vende una versión del GLB con 5 plazas, que tiene un maletero con 570 litros de capacidad, ampliable a 1.805 litros. Es un gran maletero, mayor incluso que el de un GLC o el de un Land Rover Discovery Sport, uno de sus pocos rivales.

Tacto Mercedes

La gama de motores la forman dos diésel y dos gasolina, todos de 4 cilindros.
La gama de motores la forman dos diésel y dos gasolina, todos de 4 cilindros.

El Mercedes-Benz GLB es, ante todo, un SUV confortable, y en este sentido sigue la filosofía de la mayoría de turismos de esta firma alemana. Es un SUV muy rutero, en el que la fatiga tarda en aparecer en los largos viajes, muy enfocado a desplazamientos en familia o con artilugios de ocio en el maletero los fines de semana. Tiene el tacto de un turismo, aunque la posición de conducción sea más elevada. No balancea en exceso (menos aún la versión 35 AMG) y se percibe ágil y potente en cualquiera de sus motorizaciones, gasolina o diésel, que pude probar en Málaga (prácticamente todas excepto la 180d).

La gama de motores la forman dos propulsores de gasolina y dos diésel, todos de cuatro cilindros. En gasolina, la versión GLB 200 da 163 CV, la GLB 250 4Matic 224 CV, mientras que la GLB 35 4Matic AMG ofrece 306 CV. En diésel, se venden las versiones GLB 180d, con 116 CV, GLB 200d, con 150 CV y tracción delantera o 4Matic, y el GLB 220d 4Matic, con 190 CV.

El interior del Mercedes-Benz GLB muestra un diseño parecido al de algunos otros modelos de la marca. La pantalla widescreen es la protagonista.
El interior del Mercedes-Benz GLB muestra un diseño parecido al de algunos otros modelos de la marca. La pantalla widescreen es la protagonista.

Dependiendo del motor y el acabado, pueden incorporar tracción a las cuatro ruedas 4Matic con distribución variable de par. Este sistema varía su funcionamiento dependiendo del modo de conducción elegido con el interruptor Dynamic Select, como también lo hace la entrega de potencia, la suspensión variable (en opción) o la dureza de la dirección. En el programa de conducción “Eco/Comfort” la distribución del par es de un 80:20 entre el eje delantero y el trasero. En el modo “Sport” la relación es de 70:30, mientras que en el modo “Offroad” se asume la función de un bloqueo central para repartir la fuerza de forma equilibrada en un 50:50.

Las cámaras de 360º facilitan el aparcamiento y el tránsito por zonas off-road.
Las cámaras de 360º facilitan el aparcamiento y el tránsito por zonas off-road.

Todas las versiones del Mercedes-Benz GLB vienen con cambio automático de 7 u 8 velocidades, no hay cambio manual. El cambio automático proporciona placer de conducción en un SUV bien diseñado para ir por carretera.

Pero también es útil para hacer todoterreno. Porque Mercedes-Benz ha querido da run enfoque más campero a el GLB, para diferenciarlo de sus hermanos GLA o GLC.

Aptitudes todoterreno decentes

Los acabados son sobresalientes, como se espera en la marca.
Los acabados son sobresalientes, como se espera en la marca.

De entrada, este GLB puede venir equipado con un programa específico para circular fuera de carretera, que se añade al Dynamic Select. Es el modo “off-Road”, que modifica el reparto de par en la transmisión (lo deja al 50% entre los dos ejes de partida), dulcifica la respuesta del motor al acelerar y modifica el tacto de la dirección y la acción del ESP para garantizar una buena motricidad.

El GLB no es un todoterreno, pero tiene una buena altura libre al suelo: 20 centímetros. No son tan buenos los ángulos característicos: el de ataque, 18 grados, 13,9 el ventral y 18,3 el de salida. Son muy justos, pero si el terreno no es demasiado complicado, dan bastante juego para afrontar obstáculos.

El espacio en las plazas traseras es holgado. Sobresale la altura al techo.
El espacio en las plazas traseras es holgado. Sobresale la altura al techo.

Pude comprobar sus aptitudes en el circuito TT del EnduroPark Andalucía, muy cerca de Málaga. Mercedes-Benz preparó un circuito no demasiado complicado pero que sí tenía fuertes pendientes, aptas para un SUV medianamente preparado como éste.

En esta circunstancia, contar con un control de descensos electrónico es una buena ayuda, ya que permite bajar con total seguridad sin necesidad de tocar el freno. Este control de descensos permite decidir a qué velocidad queremos bajar la pendiente. Podemos modificar esa velocidad, entre 2 y 18 kilómetros por hora, sobre la marcha. El coche baja con total control y sin que debamos hacer nada. Sólo guiar el volante.

En el cruce de puentes quedó de manifiesto que este SUV, como tantos otros, tiene unos cortos recorridos de suspensión, y fácilmente levanta alguna de sus ruedas. Pero la acción del control de tracción 4Matic, repartiendo el par motriz a las ruedas que mantienen el contacto sobre el terreno, garantiza el avance.

La tercera fila se pliega en el maletero. La capacidad de carga es notable.
La tercera fila se pliega en el maletero. La capacidad de carga es notable.

A la hora de afrontar una pendiente lateral, hay que ser conscientes de que el GLB puede superar un ángulo máximo de 35º. Por encima de esto, hay peligro de volcar. Para evitarlo, nos muestra en el cuadro de instrumentos y en pantalla el grado de inclinación en tiempo real, a modo de inclinómetro.

Por este y otros detalles, puedo afirmar que aunque el Mercedes-Benz GLB no es un todoterreno, sí que podemos considerarlo un SUV mínimamente preparado para el franqueo, y esto siempre es positivo. Aunque ya sabemos que la mayoría de clientes de este coche sólo pisarán la tierra si no tienen más remedio, bueno es saber que si se quiere, se puede salir del asfalto sin complejos.

Finalmente, sólo comentaros que la prueba TT la hicimos con una unidad de GLB 200d 4Matic, equipada con neumáticos de invierno. Por lo demás, estrictamente de serie.

Versión AMG, para los más “quemados”

No es un todoterreno, pero la electrónica y la tracción integral permite que pueda afrontar pasos complicados.
No es un todoterreno, pero la electrónica y la tracción integral permite que pueda afrontar pasos complicados.

En el lado opuesto a este GLB 200 diésel, se encuentra la versión AMG . Este es el GLB más deportivo. En él se nota la mano de AMG, no sólo en el motor, un 4 cilindros con 306 CV, sino también en el chasis. Tiene una dirección paramétrica electromecánica más directa, dura, deportiva. Lo mismo hay que decir de las suspensiones, con un tarado más rígido, que hacen que el coche gire más plano,. Viene muy bien calzado con llantas de 19 hasta 21 pulgadas, equipo de frenos de alto rendimiento y Dynamic select con los programas deportivos Sport y Sport plus.

Este es el GLB más pasional. Dirigido a personas que quieren los genes deportivos de un AMG, pero sin renunciar a la versatilidad que da poder transportar hasta siete pasajeros. Es un poco la versión para los que lo quieren todo.

La versión 35 AMG hace del GLB un SUV compacto bastante deportivo. Empuja mucho y vira bastante plano.
La versión 35 AMG hace del GLB un SUV compacto bastante deportivo. Empuja mucho y vira bastante plano.

El GLB 35 4Matic AMG llegará a los concesionarios a principios del año que viene, junto con prácticamente toda la gama GLB al completo. Todos equipados con los más recientes sistemas de seguridad activa, como el Distronic con asistente de distancia, control de velocidad activo, detector de ciclistas y peatones con función de frenado, control de ángulo muerto o mantenimiento de carril activo, este último bastante intrusivo, por lo que pude experimentar en Málaga.

Mercedes-Benz ha creado un SUV muy equilibrado. Familiar, versátil y capaz en off-road y deportivo en su versión AMG.
Mercedes-Benz ha creado un SUV muy equilibrado. Familiar, versátil y capaz en off-road y deportivo en su versión AMG.

Desde la versión más básica, el GLB equipa cámara de marcha atrás, llantas de aleación de 18” y 5 radios, climatizador bi-zona, faros LED, portón trasero automático, segunda fila de asientos con regulación longitudinal y la línea de equipamiento Progresive (incluye calandra con lamas en color plata, inserción cromada en el paso de las puertas, volante deportivo en cuero, palanca de cambio en napa y tapizado de tela Albury de color negro con costura doble en color gris, entre otros).

Todas las unidades del GLB que se vendan en Europa llegarán a principios de 2020 procedentes de la planta que Mercedes-Benz tiene en Aguascalientes, México.

El coche se empieza a vender a partir de 42,675 euros, hasta 55.000 euros. La lista de las primeras versiones que llegan a España es la siguiente:

Mercedes-Benz GLB 200 DCT 42.675 € Mercedes-Benz GLB 250 4M 55.000 € Mercedes-Benz GLB 200d DCT 42.675 € Mercedes-Benz GLB 200 d 4M 45.000 € Mercedes-Benz GLB 220 d 4M 47.350 €

Pros y contras

Pros
  • Habitabilidad interior
  • Buen maletero
  • Confort de marcha
  • Correctas aptitudes TT
Contras
  • Sistema mantenimiento carril muy intrusivo
  • Apple CarPlay y Android Auto opcionales
  • Ángulos característicos mejorables

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Opiniones de Mercedes-Benz GLB: Familiaridad SUV

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M
MotorLover

Lo mejor de todo lo espacioso que es manteniendo un tamaño que se podría considerar (en el límite) del segmento medio.

A
Angel

El tamaño de la estrella de la parrilla es mayor que el del volante, debe ser para camuflar lo feo que les ha salido el niño.

Anónimo

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