Puesta al dia tras el verano
Mazda lanzará este otoño un Mazda3 ligeramente rediseñado con pequeños cambios cosméticos y más equipamiento, más calidad de materiales y mejor acabado interior. Esta puesta al día es muy similar a la que recibieron en su momento el Mazda CX-5 y el Mazda6 para actualizarse a nivel de equipamiento, sobre todo de seguridad.
A nivel estético, habrá que fijarse mucho para distinguir a estos nuevos Mazda3 de sus antecesores. En el frontal, los faros mantienen la forma pero el marco cromado de la parrilla que se extiende hasta los faros cambia ligeramente y ahora "entra" dentro de los propios faros. Además, los faros antiniebla cambian su diseño y el logotipo de la marca, situado hasta ahora en la parte superior de la parrilla, baja ligeramente para quedar perfectamente dentro de la misma. En la parte trasera cambia la parte inferior del parachoques y el diseño, que no la forma, de los pilotos traseros.
En el habitáculo no hay cambios en el diseño pero Mazda asegura que emplea mejores materiales, en especial en los elementos de adorno, y que la mejora en el acabado será también perceptible en un intento de acercar este modelo a las referencias premium de su segmento.
A nivel mecánico no se prevén cambios más allá de la llegada del motor 1.5 diésel, disponible ya en la generación actual (aquí tenéis el enlace al primer contacto con este motor) y a la disponibilidad, por primera vez, de una versión 2.2 diésel con transmisión integral.
Por lo que respecta al equipamiento, el nuevo Mazda3 incluirá un sistema de vectorización del par en el eje delantero que mejora la entrada en curva (elimina el subviraje) y facilita las reacciones del coche en casos de esquiva, por ejemplo, una nueva pantalla para el head-up display, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico y unos nuevos asientos eléctricos para las versiones superiores con hasta 10 regulaciones diferentes.
El coche es precioso por fuera y por dentro pero la pantalla queda de pena y no me lo puede negar ni el Dalmau