Ferrari ha presentado en el Autódromo Internacional de Mugello (Italia) su más reciente creación, el Ferrari Daytona SP3, una edición limitada inspirada en los prototipos que dieron la victoria a Ferrari en las 24 horas de Daytona de 1967.
El Ferrari Daytona SP3 sorprende por su estilo barchetta, de coche de competición, muy aerodinámico, un nuevo biplaza que Ferrari incluye dentro del grupo de los Ferrari “Icona”, en el que se encuentran los Ferrari Monza SP1 y SP2 (enlace al video de los Ferrari Monza SP1 y SP2).
Su carrocería es tipo “Targa”, con el techo extraíble, y está construida con materiales compuestos, mezclando fibra de carbono en su mayoría y kevlar en las áreas donde es necesario un refuerzo extra. Los dos asientos están integrados en el chasis, también con el objetivo de reducir peso y dar una posición de conducción similar a la de un modelo de competición. Pensad que el coche solo hace 1,14 metros de altura.
El motor está situado en posición central trasera, y se trata del V12 de Ferrari, con 840 CV de potencia, 657 Nm de par y un máximos de revoluciones de 9.500 rpm.
Con este propulsor, el Ferrary Daytona SP3 hace el 0 a 100 km/h en 2,85 segundos, y de 0 a 200 km/h en 7,4 segundos. A
Aerodinámica muy estudiada
Ferrari señala en su comunicado que el Daytona SP3 es el automóvil más eficiente aerodinámicamente jamás construido por Ferrari sin haber recurrido a dispositivos aerodinámicos activos.
De hecho, su aerodinámica se basa en la precisa utilización de elementos como las entradas de aire a la altura de las puertas, que canalizan el aire hacia los radiadores laterales; los retrovisores en posición adelantada, para evitar influir en ese flujo de aire hacia los laterales y de paso hacer un guiño a los deportivos de Ferrari de los años sesenta; la tapa móvil de los faros, que recuerda los típicos faros retráctiles de los superdeportivos antiguos; las pequeñas aletas del paragolpes delantero que guían el flujo de aire hacia el paso de rueda; los elementos aerodinámicos destinados a generar vórtices que interactúan con los bajos y las ruedas delanteras para desarrollar la carga aerodinámica y reducir la resistencia; la posición elevada y central de los escapes, para no interferir en la acción del difusor trasero; o el peculiar diseño del alerón trasero, que ocupa todo el ancho de la carrocería para aumentar la carga aerodinámica, entre otros detalles.
En el interior, vemos el típico estilo cockpit de Ferrari, con un salpicadero bastante purista y funcional, con el cuadro de instrumentos digital como protagonista; los asientos, curiosamente, con reposacabezas independientes; o los pedales ajustables, entre otros detalles.
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La trasera no me acaba de convencer del todo...