Dodge, una de las marcas estadounidenses del Grupo Stellantis ha anunciado hoy el lanzamiento del Dodge Charger, el primer muscle car eléctrico del mundo. Este nuevo modelo que, según la marca, seguirá siendo “el muscle car más rápido y potente del mundo” tendrá, como tope de gama, la versión Charger Daytona Scat Pack con 670 CV y una aceleración de 0-100 km/h en 3.3 segundos. Su hermano menor, el Dodge Charger Daytona R/T se lanzará con de 496 CV.
En contra de lo anunciado hace unos meses, sin embargo, este nuevo Dodge Charger no se lanzará únicamente como modelo eléctrico ya que la marca anuncia también el Dodge Charger Sixpack H.O. con un motor de seis cilindros en línea biturbo de gasolina de 3 litros y 420 CV. Según la marca, este motor supera en rendimiento a los antiguos V8 HEMI de 5,7 y 6,4 litros.
Otra novedad trascendente es que este nuevo Charger sustituye en la gama tanto al antiguo Challenger cupé como al Charger berlina ya que se ofrecerá con carrocerías de tres y cinco puertas. Estos coches se empezarán a fabricar a principios de 2025 en la planta de Windsor, en Ontario (Canadá) y, en principio, no está prevista su llegada a Europa, aunque nunca es descartable.
La tecnología del nuevo Dodge Charger eléctrico
Los Dodge Charger Daytona eléctricos dispondrán en todos los casos de tracción integral y de una arquitectura de 400 voltios. El coche dispone de dos motores, uno sobre cada eje de los que el delantero se desconecta para ahorrar energía cuando no resulta necesario y el trasero integra un diferencial mecánico de deslizamiento limitado para aumentar la tracción. Cada uno de los motores genera 335 CV.
La batería tiene una capacidad de 100,5 kW y una descarga máxima de 550 kW, lo que permite incrementar al máximo la aceleración habilitando al motor para utilizar la mayor potencia que la batería puede generar en el lapso de un cuarto de milla (la distancia sobre la que se corren en Estados Unidos las carreras de aceleración). Dodge explica que la batería tiene unas celdas de níquel, cobalto y aluminio en forma de prisma, más estables y con mejor rendimiento térmico.
Sobre esta base eléctrica y como si se trata de los típicos packs de mejora de los muscle cars de la década de 1970, Dodge ofrece diferentes posibilidades de mejora de las prestaciones. El Charger Daytona R/T llega con un kit de actualización Stage 1 que añade 40 CV hasta 496 mientras que el Daytona Scat Pack monta un kit Stage 2 que eleva la potencia a 670 CV. Las autonomías respectivas son de 510 y 420 km y la recarga de la batería puede efectuarse hasta a 350 kw.
Los Charger Daytona cuentan con un sistema de frenado regenerativo personalizable, de modo que el conductor puede elegir entre diferentes modos con 0,1, 0,2 o 0,3 g mediante levas detrás del volante. Además, estos coches dispondrán de un modo PowerShot con 40 CV extra durante 15 segundos, un modo drag para carreras de aceleración, modos “donut” y “drift” para derrapar con toda seguridad, una función Launch Control y otra llamada Line Lock para bloquear las ruedas delanteras, eliminar el par de ese eje y hacer girar los neumáticos traseros para limpiarlos y calentarlos antes de acelerar.
Las llantas serán de 20 pulgadas con neumáticos Goodyear Eagle F1 Supercar que podrán llegar a ser de medidas 305/35ZR20XL los delanteros y 325/35ZR20 los traseros en la opción Track Package del Scat Pack, los frenos Brembo con discos de 16 pulgadas y pinzas de seis pistones delante y cuatro detrás serán los más grandes ofrecidos nunca en un Dodge y la suspensión opcional será de tipo semiactiva con amortiguadores de doble válvula.
Diseño del nuevo Dodge Charger
La estética del Dodge Charger es una reinterpretación de las formas clásicas de un muscle car con una carrocería visualmente de tres volúmenes, pero con portón trasero perfectamente disimulado (3 o 5 puertas) en la que el frontal es muy limpio, con los faros y una línea de luz empotrados en la parte superior, una parrilla inferior ancha pero no muy alta y un capó con un alerón delantero integrado.
La trasera, con un montante posterior muy grueso y un tercer volumen relativamente corto, tiene un diseño muy limpio, de nuevo con los pilotos integrados y varías líneas de luz horizontales a todo lo ancho de la carrocería. Dodge ofrece el coche con un techo de cristal integrado con el parabrisas y la luneta trasera como alternativa al techo negro brillante que se ofrece de serie. La marca ofrece 8 colores para la carrocería.
En el interior, de diseño clásico, con una consola central muy ancha, la instrumentación es digital con presentación en tres dimensiones (pantalla de 10,25 o de 16 pulgadas) y con un head-up display de apoyo opcional, la pantalla central, de 12,3 pulgadas, se encarga de la mayoría de las funciones y el volante es muy grande, algo habitual en los coches estadounidenses y achatado tanto por arriba como por debajo. La iluminación interior permite elegir entre 64 colores distintos. Los asientos de tela y cuero sintético son de serie, con opciones que incluyen asientos de cuero con calefacción.
El maletero, al que se accede por un portón trasero alcanza una capacidad total, con los asientos traseros abatidos, de 1.090 litros (Dodge no da la capacidad con todas las plazas ocupadas) y se complementa mediante otro maletero delantero de 42 litros adicionales.
¡Pues está chulísimo!