Preparado para liderar

En 2007 Nissan hizo diana con el lanzamiento del Qashqai. Creó un coche del que se han vendido más de 1,5 millones de unidades en Europa y se han fabricado más de 2 millones en la planta de Gran Bretaña. Un coche que abrió las puertas a aquellos que buscaban espacio, funcionalidad y que se resistían a la opción monovolumen. Un coche para aquellos que querían tener “un todo terreno” -que hubo un tiempo que “molaba” mucho- y, finalmente, un coche para los que estaban cansados de tener, como única opción, un compacto de cinco puertas. Llegó el Qashqai y con él, se podría decir que la revolución.
El segmento crossover paso a formar parte de nuestras vidas. Nissan había creado un “monstruo”. Pero, hoy eso ya es historia. La competencia, que se apresuró a buscar la fórmula para obtener “su Qashqai” particular y el paso del tiempo, han obligado a que el líder indiscutible tuviera que renovarse. ¡Qué faena!, debieron pensar los ingenieros de Nissan. Mejorar el Qashqai era muy difícil ya que había que renovarlo por completo sin apartarse del espíritu del original.
Nosotros hoy probamos dos opciones diferentes y, más que un comparativo, se podría hablar de una doble prueba. En fin, llamadlo como queráis pero aquí tenéis los nuevos Nissan Qashqai, uno con el motor 1.5 dCi de 110 CV, tracción delantera y acabado N-Tec y el otro, un 1.6 dCi 130 CV con tracción 4X4 y acabado Tekna, ambos con cambio manual de seis relaciones.
Más grande, más bonito
El nuevo Qashqai propone un aspecto más moderno aunque sin tomar excesivos riesgos. No son pocos -y en este tipo de coches más-, los que, a la hora de tomar la decisión final para comprar un vehículo, anteponen la estética a cualquier otra consideración. En Nissan lo saben y por eso han hecho un Qashqai más atractivo, con aspecto “de coche grande”. Pero no sólo es el aspecto el que influye. Realmente el coche ha crecido y así lo demuestra el paso de 4,32 a 4,38 metros de largo y los 2 cm de mayor anchura que ahora tiene, para llegar al 1,80 metros.
Aunque sigue “el patrón” de su predecesor, goza de un estilo que lo acerca a segmentos superiores y se han realizado cambios palpables, especialmente en la parte delantera. La parrilla toma protagonismo por su mayor tamaño y su forma “de sonrisa”, dando paso a una ópticas rasgadas, con la iluminación diurna de LED en forma de bumerang.
El capó recibe unos grandes “nervios” que le dan un aire poderoso -aunque pesa una exageración-, mientras en el lateral destacan unas marcadas líneas que le hacen la “cintura alta” y unos pasos de rueda muy marcados. Todo ello, junto a una menor altura total y un peso más liviano que el de su antecesor, le otorgan una imagen más dinámica y moderna. En definitiva, el nuevo Qashqai tiene “pinta” de crossover robusto y actual, pero sin perder su identidad original.
Un paso al frente en el interior
Si el exterior ha cambiado, el interior también lo ha hecho y Nissan ha querido mejorar todo aquello que era mejorable y que algunos clientes habían “pedido” con sus opiniones a través del tiempo. Así, el habitáculo ha dado un salto hacia la calidad y el confort. Ahora, la calidad percibida y la de los plásticos es sensiblemente superior. El salpicadero ofrece un mejor tacto y un aspecto más envolvente. La pantalla del navegador Connect -disponible de serie en los acabados N-TEC y Tekna- ha crecido considerablemente y todas las versiones han ganado en equipamiento.
El sistema Connect permite acceder a una serie de aplicaciones que se descargan desde Internet -de pago-, que facilitan la navegación y aportan información extra. Asimismo, el navegador está ligado a Google y dispone del sistema Send to Car que permite diseñar un recorrido, a través de Google Maps, desde la oficina o desde casa y enviarlo al navegador para que, una vez descargado, éste lo utilice.
Chasis modular de nuevo desarrollo
El Qashqai utiliza una nueva plataforma con una distancia entre ejes ligeramente más grande que permite ganar algo de espacio en todas las cotas. Las plazas delanteras son amplias y cómodas y, aunque les falta sujeción lateral, debemos considerarlas más que correctas. Unos buenos asientos, junto a los nuevos materiales y la también nueva disposición de los elementos, hace que se tenga sensación de confort y hasta de cierto lujo, en los nuevos Qashqai.
Ahora, en la parte trasera hay más hueco para las rodillas en la segunda fila y más espacio útil en anchura y en altura libre al techo -aunque es más bajo- pero, eso sí, la plaza central mejor que sea utilizada sólo por niños… El maletero gana en espacio -430 litros frente a los 410 litros anteriores- y mantiene el sistema de doble fondo con dos bandejas intermedias rígidas que pueden situarse tanto sobre el piso como enrasadas con el umbral del portón o con una de las dos partes en vertical para dividir el maletero de diferentes maneras. La banqueta trasera se puede plegar asimétricamente pero no es corredera.
Bien equipados
Todas las versiones han ganado en equipamiento y las utilizadas en esta “prueba/comparativa” -N-Tec y Tekna- salen a la calle con pocas “lagunas” en este aspecto. En ninguno de los dos acabados faltan los elementos de seguridad habituales como los airbags, el ABS, la distribución electrónica de frenado (EBD) dirección asistida eléctrica, control de estabilidad (ESP), sistema anti-colisión frontal, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara de visión trasera, faros antiniebla, control de trazada activo (sistema que evita el subviraja frenando la rueda interior en las curvas y mandando así más par a la exterior), control de crucero, fijaciones ISOFIX en plazas traseras, luz de día LED, identificador de señales de tráfico y retrovisores exteriores con calefacción.
Entre los elementos de confort debemos destacar el acceso sin llave, asientos delanteros Advanced Comfort con soporte dorsal, freno de mano eléctrico, botón de encendido Start/Stop, climatizador dual, techo panorámico, cristales traseros oscurecidos, luces automáticas, sensor de lluvia, retrovisores abatibles eléctricamente, función Stop&Start, apoyabrazos central delantero y trasero, volante multifunción de piel, y toma de corriente de 12 V.
El equipamiento de serie de sonido y multimedia incluye la Navegación Nissan Connect, pantalla táctil de 7”, radio con lector de CD, seis altavoces, conexión Bluetooth, conector de MP3, USB, y sistema Send to Car. Está claro que la versión N-Tec llega muy bien equipada, pero el Tekna aún dispone de más “cositas” como la cámara de visión 360 grados, el control de ángulo muerto, el asistente de aparcamiento automático, el detector de fatiga, el asiento del conductor con ajuste eléctrico y con calefacción, las barras de techo, los faros LED y la tapicería parcialmente en cuero.
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En ambos casos la pintura metalizada es opcional con un coste de 450 € mientras las llantas de 19” tienen un precio de 500 €. Estas son las únicas opciones que Nissan propone. Así, nuestra unidad de pruebas con acabado N-Tec tiene un precio de 25.350 €, mientras que el Tekna sube hasta los 31.950 €, eso sí, con un motor más potente y tracción 4x4.
Por todas partes
Eso es lo que hicimos con nuestros protagonistas. Ir por toda clase de carreteras y caminos para ponerlos a prueba. La jornada iba a ser larga -siempre lo es cuando grabamos video- pero “pintaba” bien. Teníamos en nuestras manos dos novedades importantes con motores y soluciones diferentes. La versión con el motor diesel de 110 CV y la de 130 CV 4x4. El Qashqai “pequeño” montaba las llantas de 17” con neumáticos de perfil alto, que mejor hubieran ido en el 4x4 para circular fuera de carretera, donde las llantas de 19” con neumáticos de perfil bajo no ayudan en exceso. Pero así llegaron.
Pese a todo, ambos dieron “la cara” en caminos y pendientes aunque, lógicamente, la versión de tracción total sacaba partido de su condición. El 4x2 con sus 110 CV se defiende hasta que llegamos a zonas de subidas pronunciadas o con dificultades en el terreno que nos haga “circular” a muy baja velocidad. Como podéis ver en el video, el 4x4 marca diferencias. Pero no nos engañemos. Está bien que los probemos fuera del asfalto e incluso que les pidamos respuesta ante situaciones -digamos- off road pero, sinceramente, pensamos que el resultado poco va a influir a quienes estén interesados en uno de los nuevo Qashqai porque casi nadie los utilizará en esas circunstancias.
La opción 4x4 estará bien para aquellos que “suban” a las pistas de esquí asiduamente o para quienes vivan en zonas de lluvias y nevadas habituales. Pero no creemos que alguien escoja esa opción para hacer off road puro. Y, si lo hace, se equivocará como se equivocaría con cualquier SUV actual del segmento.
Así que, en esta prueba -aunque obviamente anduvimos “por tierra”-, por donde más rodamos fue por asfalto. Por carretera y por ciudad. En la urbe, el nuevo Nissan se encuentra a gusto porque la respuesta del motor es suficientemente buena para circular con comodidad, porque la dirección es suave y porque permite conducir bastante alto y controlar nuestro entorno. Por el contrario, una dirección bastante desmultiplicada -que “pide” más movimiento de volante- y un morro bastante amplio -al menos en sensación-, lo hacen menos ágil y práctico de lo que podría ser. Con todo, hay que decir que no es menos eficaz en este aspecto que cualquiera de sus rivales.
Carreteras y curvas
El tramo de autopista que hicimos para grabar algunas tomas del video nos sirvió también para comprobar que ambas versiones ofrecen una buena respuesta, en todos los sentidos, en este tipo de vías. Los dos se muestran aplomados, confortables, con poca sonoridad y, pese a disponer de una suspensión más bien tirando a blanda, no notamos bamboleos o imprecisiones ni en las rápidas curvas de este tipo de vías ni en los baches o junturas del asfalto. A velocidades legales, el consumo es contenido y la respuesta suave, lo que da buenas sensaciones para viajar con cualquiera de ellos.
Cuando llegamos a las carreteras de montaña en las que seguimos grabando el video y haciendo las fotos que podéis ver, las diferencias empezaron a aparecer, aunque hay que decir que menos de las que esperábamos. Es decir. Esperábamos que el 130 CV fuera sensiblemente más rápido y eficaz que el 110 CV y, lo fue, pero no tanto. Esperábamos que habrían diferencias entre la respuesta a bajo régimen de los propulsores y no las hubo. Y tampoco a nivel de estabilidad y eficacia de suspensiones el salto fue brutal.
El “pequeño” se defendió bien pese a que le Tekna -el 130 CV-, disponía de control de trayectoria activo -que elimina el subviraje a base de frenar la rueda interior en las curvas- y de control de la carrocería que mide las oscilaciones de la misma, aplicando algo de freno para estabilizar la propia carrocería. Lo cierto es que, en los dos, la respuesta a bajo régimen es algo escasa y necesitaremos acercarnos a las 2.000 rpm para empezar a tener “algo con carácter”.
El Qashqai con el motor de 110 CV cambia notablemente con el “empujón” que da cuando sobrepasa las 2.000 rpm y nos hace pensar que nos va a llevar con rapidez al corte de encendido, sin embargo, es una falsa alarma. El “trayecto” hasta la potencia máxima -allá por las 4.000 rpm-, no es todo lo vivo que nos hubiera gustado. Para quien tenga que viajar cargado habitualmente o con las plazas al completo, quizá este motor sea un poco “justo”.
Es en esa zona, precisamente, donde más se notan las diferencias entre uno y otro. Ahí, el dCi de 130 CV -que pese a su mayor potencia tiene que “arrastrar” la tracción total y un mayor peso-, se muestra más eficaz y ofrece una respuesta acorde con su potencia. Un punto mejorable en ambos es la dirección. Mejor dicho, la desmultiplicación de la dirección. Entendemos que en pos del confort se ha buscado una dirección suave y cómoda pero, en nuestra opinión, es demasiado “lenta” y poco directa, algo que transmite la sensación de que el nuevo Qashqai es poco ágil y dinámico. Afortunadamente es sólo una sensación, pero se podría evitar. A veces las sensaciones son muy importantes.
Que se nos hace de noche!
De nuevo una larga jornada pero bien aprovechada. Volvíamos a casa sabiendo que ambos son grandes opciones gracias a un comportamiento dinámico bastante competitivo, excelente en carreteras de curvas rápidas y autopistas, suficientemente preparados para defenderse en zonas viradas y capaces de dejarnos adentrar en caminos de tierra. Buena estabilidad en los dos, frenada eficaz, con buen tacto de pedal y escasos bamboleos de carrocería.
También los consumos nos convencieron pese a quedarse lejos de los anunciados por la marca. Con el N-Tec de 110 CV conseguimos una media de 6.4 litros. Con el de 130 CV, 7,3 litros. No está mal, sobre todo teniendo en cuenta que en las zonas de carretera de montaña no fuimos especialmente despacio… Pero creemos que la conclusión más importante a la que llegamos es la de que Nissan ha conseguido lo más difícil. Mejorar un coche que ha sido la referencia sin hacerle perder ni la identidad ni todo lo bueno que le hizo ser el rey del segmento. Hoy, nos atrevemos a decir que el nuevo Qashqai está preparado seguir siendo el líder…
Ola buenas quiero comparar me un Nissan Qashqai motor 1500 dci con 106cv me podríais decir sin con tan pokitos caballos da resultado y ba bien en carretera