La firma que Jean Rédelé fundó en 1955 con el lanzamiento de su primer modelo, el A106, resurge en 2017 de la mano de Renault con el A110. En 1962 ya existió un A110, de hecho es en el diseño de aquel biplaza que se inspira este nuevo deportivo del Siglo XXI.
Las principales novedades son que ahora el motor ya no está colgando por detrás del eje trasero, no cuenta con chasis tipo espina ni tampoco con carrocería de fibra. El nuevo A110 ha sido creado sobre un monocasco de aluminio con motor turbo central trasero.
Detrás del habitáculo este propulsión cuenta con un 4 cilindros turbo que declara 252 CV y un par máximo de 320 Nm. Una mecánica que trabaja en conjunción con una caja de cambios de 7 relaciones con doble embrague y fabricada por Getrag.
Las prestaciones que anuncia la firma de Dieppe no están nada mal. Sobre el papel acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanza una punta de 250 km/h. Su extrema ligereza lo beneficia a la hora de lograr estas marcas frente al cronómetro, no en vano, sólo pesa 1.080 kilos.
El habitáculo es bastante amplio, con buen espacio para las piernas, asientos tipo backet bastante cómodos y una buena altura libre al techo. Para ser un deportivo puro y duro, ofrece una buena calidad de acabados y un gran hueco central para dejar objetos. Si bien los Alpine clásicos destacaban por sus indicadores analógicos Jaeger el nuevo modelo apuesta por una pantalla digital configurable.
Se fabricarán 1955 unidades de la edición de lanzamiento A110 Première Edition que se facturará en torno a 60.000 euros. De serie cuenta con llantas Fuchs forjadas en aluminio específicas para esta serie limitada.
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