Un Golf con músculo
Hace tiempo que las marcas de automóviles se dieron cuenta de que muchos de los que clientes que se decantaban por un SUV lo hacen por la sensación de robustez y seguridad que aportan y no por sus cualidades fuera de la carretera o en condiciones de baja adherencia, así que empezaron a ofertar versiones 4x2 de este tipo de modelos. Volkswagen no ha sido ninguna excepción, de modo que ofrece un Tiguan 2WD. ¿las ventajas? Menor precio y menor consumo. El Tiguan 2.0 TDI 2WD Advance cuesta 29.090 €.
Aunque obviamente el Tiguan tiene su propio carácter, se asemeja bastante al Golf, eso sí algo crecido y con más músculo. Mide 4,43 metros de longitud, 1,81 de anchura y 1,69 de altura. En el frontal lucen una parrilla casi idéntica recorrida por dos bandas cromadas en su parte central y enmarcada en el mismo acabado. Los grupos ópticos y la forma del capó son diferentes. La trasera, sin embargo, muestra unas líneas que inmediatamente recuerdan al citado compacto.
Del habitáculo del Tiguan destaca su alto nivel de acabado. Por ejemplo, todos los huecos para dejar objetos tienen el fondo recubierto por una goma removible. También llama la atención que con la banqueta del asiento situada en su posición más baja, hace falta ser bastante alto para no percibir que el salpicadero y el volante quedan demasiado elevados. Tanto, que la mayoría de los conductores tienden bajar el volante al máximo y subir la banqueta un buen trozo para encontrar la postura adecuada. Pero una vez realizados estos ajustes quedaremos perfectamente acomodados para tener una correcta visibilidad y todos los mandos a nuestro alcance. Las plazas traseras resultan confortables, a excepción de la central que ve mermado su espacio para las piernas por la consola central y el túnel de transmisión. El maletero no sobresale por su capacidad de carga, 395 litros, pero es muy aprovechable y los asientos traseros se pueden desplazar hacia delante hasta 16 centímetros para ganar espacio.
El 2.0 TDI de 140 CV que equipa el Tiguan ha abandonado el sistema de bomba-inyector por el conducto común. Esta es una de las novedades que aporta la gama Tiguan 2009. Lo que ha permitido básicamente el nuevo sistema de inyección es reducir el consumo y las emisiones contaminantes. Es un motor más suave que el anterior pero aún se sigue percibiendo su rumorosidad desde el habitáculo. Va asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades a la que se han alargado los desarrollos para lograr mejores cifras de consumo. Comparado con la versión 4x4 es fácil ahorrar algo más de medio litro por cada 100 kilómetros recorridos. Las emisiones de CO2 se quedan en 155 gr/km.
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Las cualidades dinámicas del Tiguan sobre el asfalto son un referente entre los de su clase. Se muestra estable y afronta las curvas enlazadas sin apenas balanceos de la carrocería, demostrando una agilidad por encima de la media. Aunque en ciudad pierde algo de esa agilidad, puesto que su radio de giro no es de los mejores. La acertada regulación de la suspensión, firme pero sin comprometer el confort de los ocupantes, y la precisión de la dirección contribuyen, en gran parte, al buen comportamiento del Tiguan. El motor tiene una buena respuesta desde bajas vueltas, pero en marchas largas le cuesta recuperar. Tampoco los frenos responden con la contundencia esperada, lo que no quiere decir que se vea comprometida la seguridad en algún momento, solo que hay que anticipar algo la frenada.
De serie viene equipado con ABS y los controles de estabilidad y tracción. También con airbags frontales, laterales y de cortina. El carecer de tracción a las cuatro ruedas no es, sin embargo, algo que repercuta negativamente en la seguridad aunque, puede dar mayor confianza en condiciones de baja adherencia, pero en el uso cotidiano por asfalto el aplomo y el agarre que proporciona una y otra versión no difiere.
La principal ventaja de elegir la versión 4x2 es económica. No ya porque consuma menos, aunque todo cuenta, sino porque la diferencia en el precio base supera los 4.000 euros y eso sí que se nota. Claro que dicha elección también implica renunciar al atractivo de poder hacer ciertas incursiones por el campo o a despreocuparse en mayor medida de las cadenas, pero para los que solo les interesa una posición más elevada, desde el punto de vista de la conducción se entiende, y la imagen de robustez que tiene este tipo de vehículos, la opción 4x2, sin duda, sale más rentable.
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