Equilibrio y polivalencia
Renault ha hecho, y muy bien, sus deberes a la hora de diseñar el relevo del Clio y es que a pesar de mantener su nombre, el nuevo modelo supera con creces a su predecesor por tamaño, línea, acabados, equipamiento y presentación. Es por decirlo brevemente, más y mejor coche en casi todo acompañado por un precio de partida, que sigue siendo un aliciente.
No lo ha tenido fácil Renault para sustituir al Clio. Si lo comparamos con el modelo anterior vemos que los cambios han sido realmente importantes sobre todo en lo referente a su tamaño y en esta versión Sport Tourer, aún más.
Esta nueva generación está más cerca del Megane que nunca. Adopta una línea muy compacta y original, con una parte delantera y trasera muy agresivas, que le conceden en conjunto una imagen de solidez y dinamismo. Para empezar, sus dimensiones has aumentado hasta los 4,27 metros en longitud, 1,73 en anchura y 1,44 en altura (casi 5 centímetros más bajo que la versión anterior) sobre una batalla de 2,58 metros.
El Sports Tourer Ha crecido tanto que ahora podría codearse sin complejos con algún que otro compacto. Sin embargo en el interior su espacio no ha cambiado mucho y sigue limitando su acceso a 4 plazas, salvo que las destinadas a los ocupantes traseros acojan a dos adultos y un niño. La anchura mejora ligeramente pero el hueco para las piernas de los ocupantes de las plazas posteriores sigue siendo justo.
Al abrir el portón trasero aparece un maletero sospechosamente grande, mayor incluso que el de un Megane berlina. Una vez medido vemos que su volumen alcanza los 443 litros (143 litros más que la versión 5 puertas) con una superficie de carga muy plana y con unas formas muy regulares y aprovechables que pueden ampliarse hasta los 1.380 litros, si se abaten los asientos traseros.
Decir también que parte de este volumen, unos 85 litros, queda oculto bajo el suelo del maletero lo que permite mantener diversos objetos fuera del alcance de la vista y que como opción se puede elegir que el respaldo del asiento del acompañante sea abatible hacia delante lo que permitirá ampliar la capacidad de carga y trasladar objetos de hasta 2,5 metros. En cuanto a la accesibilidad, ni un solo pero. La boca del maletero se encuentra lo suficientemente baja para que las maniobras de carga y descarga se realicen sin el menor problema.
En la práctica la sensación de amplitud dentro del nuevo Clio puede ser la misma que en sus renovados rivales de cuatro metros de longitud. Es más, la sensación de espacio incluso parece superior debido en parte al particular diseño de su salpicadero, con un cuadro presidido por dos grandes intsrumentos, claros y fáciles de interpretar que se acompañan de una pantalla central donde se instala el velocímetro digital.
Respecto a su llamativa consola central hay que decir que de forma opcional se puede equipar con un sistema multimedia R-Link por un precio bastante razonable (aproximadamente 500 euros) que la convierte en una “tablet” de 7 pulgadas. Viene acompañada de un menú fácil y accesible que nos conecta de forma rápida al navegador, a diversos sistemas multimedia, que ofrece parámetros del vehículo, conecta el teléfono móvil e incluye otras posibilidades como los avisos zonas de peligro en ruta, radares, gasolineras, análisis del tipo de conducción con niveles de eficiencia y así hasta un largo etc. con incluso la posibilidad de seleccionar el sonido del motor dentro del habitáculo.
En cuanto a la comodidad general, las banquetas de todos los asientos son algo cortas pero la posición frente al volante está bien conseguida. Muy buena visibilidad del entorno (asientos con múltiples reglajes pero sin apoyo lumbar) y una posición al volante (con doble reglaje) cambio y pedales, acertada si no tenemos manías personales.
El comentado diseño exterior también se lleva al interior y se encuentran múltiples huecos por todo el habitáculo. Esta sensación de “más coche” también nos hace sentirlo como “mejor coche” tanto por el diseño como por la calidad general percibida del material de los plásticos utilizados y ajustes. A esto contribuye el sonido que se percibe cuando las puertas se cierran y que transmite solidez al conjunto. Como único pero podrían estar la cantidad de piezas y superficies brillantes como el borde de los instrumentos del cuadro, reposabrazos de las puertas, etc. que en ocasiones producen reflejos indeseados que pueden llegar a ser molestos.
Motor TCe de bajo consumo
En cuanto a la mecánica, el nuevo motor TCe de tres cilindros, 0,9 litros, turbo (2 bar de presión) e inyección directa con función Start / Stop, eroga 90 caballos a 5.250 revoluciones, un nivel de potencia que en el mundo de los utilitarios da para muchísimo a pesar de lo que a primera vista pudiera parecer.
Técnicamente no tiene desperdicio. El bloque está fabricado íntegramente en aluminio y su progresividad en casi todo el rango de revoluciones es buena, entregando lo mejor de sí desde el bajo régimen y sin que ningún bache abrupto en la entrega de potencia aparezca, si bien, pasadas las 4.500 rpm, su empuje pierde carácter.
Se trata de una mecánica que en carretera se mueve con soltura, acelerando y recuperado bien sin depender en exceso del cambio mientras no bajemos de las 2.500 rpm. Incluso la rumorosidad, fruto de un buen trabajo de insonorización, está muy bien conseguida y solo unas mínimas vibraciones al ralentí se dejan entrever. La caja de cambios con 5 relaciones está bien escalonada y su guiado y precisión es muy bueno.
El trabajo y esfuerzo realizado por la marca en esta nueva generación también se ve reflejado a la hora de valorar su comportamiento dinámico. Bien es cierto que no se han utilizado complejas y sofisticadas soluciones en el planteamiento y desarrollo de sus suspensiones pero lo cierto es que el resultado es satisfactorio.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
En los ejercicios de agilidad a los que se sometió el coche y que incluyen maniobras en las que se buscan lo mejor y lo peor de sus capacidades dinámicas se constató buena parte de su carácter en carretera, superando las pruebas una a una, con solvencia. El tren delantero guía con decisión las intenciones del conductor y dirige al vehículo donde el volante le indica.
Por otro lado el tren trasero sigue con absoluta fidelidad lo marcado por las ruedas delanteras, siempre que se tenga en cuenta que se trata de un “pequeño” vehículo al que se le ha dotado de un voladizo adicional respecto de la berlina de la que deriva. Y es que si a mitad de un fuerte apoyo dejamos de acelerar, incluso si se fuerzan sus reacciones con el volante, el vehículo mantiene un aplomo y eficacia más que suficiente. Incluso más de lo esperado.
Una vez en carretera nos encontramos con un Clio que a pesar del uso para el que ha sido concebido en curvas rápidas mantiene sus buenas maneras con absoluta trasparencia y permite ir rápido sin que el bastidor nos avise continuamente de por dónde están sus límites. Por otro lado en curvas más rápidas, sin problemas, superando la prueba con notable alto.
Respecto al tarado de las suspensiones se nos antoja equilibrado y sujetan la carrocería con suficiente energía y sin que aparezcan movimientos parásitos que resulten molestos cuando se circule rápido. Incluso los baches e irregularidades del terreno los digiere sin problemas y ese equilibrio entre muelles y amortiguadores consigue que la vida a bordo sea cómoda.
En carreteras viradas con distintos radios de giro también mantiene el tipo aunque, eso si, cuando se fuerce al límite se muestre más cabezón de lo que debería. La dirección con asistencia eléctrica también ayuda a este panorama dinámico. Es directa y progresiva en su asistencia y como único pega para algunos podría estar en su elevada asistencia.
El equipo de frenos tiene un rendimiento adecuado pese a que los traseros sean unos sencillos tambores. Su resistencia y efectividad conceden unas cortas distancias de frenado y salvo que nos apliquemos con interés en su uso intenso, su eficacia quedar fuera de cualquier duda.
En cuanto a los sistemas de seguridad activa y pasiva este nuevo Clio incluye las ayudas electrónicas a la conducción como ABS, asistencia y reparto de la fuerza de frenado o control de estabilidad ESC, y que el mercado ha convertido en obligadas dentro de los paquetes de serie. A este equipo de serie habrá que sumar el control de arranque en pendientes, una sólida estructura contra impactos con zonas flexibles de absorción de energía, 4 airbags, reposacabezas que contribuyen con su diseño a reducir las lesiones en caso de alcances por detrás y unos resultados de cinco estrellas en las pruebas de Euroncap, lo que en conjunto no está nada mal.
El equipamiento de confort de este Clio incluye el control de velocidad con limitador, el volante de cuero regulable en altura y profundidad, el aire acondicionado, los elevalunas eléctricos delanteros, los retrovisores eléctricos, el acceso y arranque manos libres con tarjeta Renault, el navegador MediaNav con pantalla de 7" y equipo de audio con Bluetooth y USB y la llantas de aleación diamantadas de 16 pulgadas.
Las opciones son numerosas y a precio razonable. Hay un interesante paquete llamado Confort Plus que, por 600 euros, incluye cámara de visión trasera con radar de proximidad, reposacabezas central trasero, climatizador, elevalunas traseros, espejos exteriores plegables eléctricamente y sensores de encendido automático de faros y limpias.
El Pack Clima incluye, por 250 euros, climatizador y los sensores de faros y limpias y el Pack Eléctrico comprende, por otros 250 euros el tercer reposacabezas, los elevalunas traseros y los espejos plegables. También está disponible el sistema multimedia R-Link con navegador Tom Tom, conexión a Internet, activación por voz, tableta multimedia de 7" y un equipo de sonido superior. Este paquete cuesta 590 euros.
Finalmente, el Clio Sports Tourer Dynamique puede completarse con el pack Look con elementos negros y cromados que llevaba nuestra unidad de pruebas (200 €), las pinturas metalizadas o especiales (entre 200 y 495), el techo de cristal panorámico fijo (550 €) y las llantas de aleación de 17" (150 €). Si queremos rueda de repuesto deberemos pagarla (100 € tanto si es completa como de emergencia) y renunciar al espacio bajo el maletero.
Si de lo que se trata es poner en una balanza las virtudes y defectos de este nuevo Clio Sport Tourer podremos decir que las virtudes que lo acompañan como consumos, tamaño, habitabilidad y completo equipamiento de serie consiguen ocultar criticas como resultado de confiar a tambores sus frenos traseros o la de una habitabilidad trasera poco generosa en relación a su tamaño.
Se trata de un automóvil que aporta dentro de la gama de Renault un buen equilibrio general y polivalencia en su uso diario con una imagen original y divertida a un precio de partida más que razonable…..aunque pensándolo bien, el Captur está también ahí, aunque eso, será otra historia.
yO HE TENIDO RENAULT 1.6 110 CV SCENIC 11 años ningun problema gasolina por que los renault en gasolina son muy buenos algun problema con la inyección pero lo han resuelto jamas me perdio aceite pregunta a coches alemanes tienen que estar rellenado aceite cada dos por tres,como? si en coches que valen tres veces más caros tengo ahora un dacia duster 1.2 130 cv anda pero requetebien y gasta siete litros por cierto gasolina por ecologia ,por silencio por todo Renault siempre ha sido unos coches fabulosos en gasolina y muy seguros ,decir que renault es una marca mala es no conocer la historia del automovil