Se trata de un automóvil de culto, de todo un icono; desde su debut en otoño de 1998, el Audi TT ha conquistado con ímpetu el segmento de los coupés deportivos y ha afianzado el perfil de la marca. Audi presenta ahora la segunda generación de este exitoso modelo. El nuevo TT Coupé representa el dinamismo en su estado más puro; en el diseño, en la potencia del motor y en las prestaciones.
La carrocería del nuevo Audi TT se ha realizado siguiendo el método de construcción ligera ASF. Estas siglas responden al tipo de construcción Audi Space Frame: la revolucionaria tecnología de aluminio que la marca de los cuatro aros creara a principios de los años 90 para la primera gama A8.
Dos motores de gasolina son los encargados de la propulsión del TT: un cuatro cilindros y un V6. Ambos motores proporcionan al vehículo una potente fuerza de arrastre y una potencia máxima muy elevada. Gracias a su potencia, el Coupé ofrece unas impresionantes prestaciones en marcha. El precio del Audi TT se encuentra casi al mismo nivel que el modelo predecesor. La versión 2.0 T FSI cuesta 35.280 euros y el 3.2 quattro se oferta a partir de 44.830 euros.
N. R.
Diseño exterior La primera generación del TT es ya un hito en el mundo del diseño automovilístico. Su trazado de líneas se basó en pura geometría, mostrando una pureza y una rigurosidad que provocaron asociaciones con el estilo Bauhaus de los años 20. Los motivos centrales de su diseño fueron el círculo y los arcos de la línea del techo, del frontal y de la zaga.
Audi ha conservado este código genético y lo ha perfeccionado desde el punto de vista estilístico. En el nuevo TT, los cuerpos geométricos se funden entre sí con gran fluidez. La estrecha y baja franja acristalada de las ventanillas se apoya, con sus delgados montantes, en la ancha y poderosa zona de cintura.
El frontal ha ganado en expresión y determinación. Su elemento más característico es la parrilla del radiador de una sola pieza. Las grandes entradas de aire son indicio del potencial de los motores, los faros inclinados y de corte preciso acentúan su imagen madura. La zaga típica del TT, con sus anchos pasos de rueda, refleja fuerza y dinamismo. Gracias a su profundidad visual, las luces generan un efecto tridimensional. Los poderosos tubos finales del sistema de escape, el ancho difusor y la luz antiniebla trasera, centrada, se han tomado prestados del deporte del motor.
Cuando el nuevo Audi TT Coupé está parado, su spoiler trasero, de accionamiento eléctrico, parece ser solo un discreto borde. A una velocidad de 120 km/h emerge automáticamente, aumentando así el empuje descendente en el eje trasero. Por debajo de los 80 km/h, el spoiler vuelve a sumergirse en la carrocería. También la estructura de los bajos del vehículo reduce el empuje ascendente.
Habitabilidad El primer TT fue ya uno de los pocos coupés en el mercado cuyo interior también presumía del diseño de un verdadero deportivo. También el nuevo modelo traslada el fluido dinamismo del exterior a su habitáculo.
Una arqueada línea une el revestimiento interior de las puertas con el tablero de instrumentos. En el cockpit vemos reflejado en distintos elementos el diseño circular ya clásico del TT, por ejemplo en los difusores de aire centrales. Todas las líneas desembocan en el cuadro de instrumentos, donde encontramos dos grandes esferas para la velocidad y las revoluciones. Como elemento nuevo, citar un gran indicador digital de la velocidad en la pantalla del sistema de información al conductor. El nuevo volante deportivo de serie se adapta perfectamente a la forma de la mano. Su poderosa corona, revestida con cuero napa de gran calidad, está achatada en la parte inferior, como sucede en el Audi RS 4 y en el prototipo deportivo Le Mans quattro.
Los asientos deportivos del conductor y del acompañante se han montado algo más bajos que en el modelo predecesor, con lo que garantizan una posición muy deportiva y una sujeción lateral excelente. Como ocurre con la columna de dirección, los asientos también pueden regularse en longitud y en altura y ofrecen a cada conductor una perfecta posición deportiva.
En comparación con su predecesor, el Coupé es 137 mm más largo y 78 mm más ancho, aunque solo 6 mm más alto. Su longitud es ahora de 4.178 mm, su anchura de 1.842 mm y su altura de 1.352 mm. La batalla del TT mide 2.468 mm. El habitáculo también se ha beneficiado de este crecimiento. En longitud ha aumentado 75 mm, midiendo ahora 1.577 mm; a la altura de los hombros, el crecimiento ha sido delante de 29 mm, pasando a 1.352, y detrás de 23 mm, siendo ahora de 1.206 mm. En las medidas básicas, el maletero, cubierto por un gran portón, tiene un volumen de 290 litros.
Mecánica Dos motores de gasolina de montaje transversal son los encargados de la propulsión del nuevo Audi TT: un cuatro cilindros y un V6. Ambos motores proporcionan al vehículo una potente fuerza de arrastre y una potencia máxima muy elevada. Gracias a su potencia, el Coupé ofrece unas impresionantes prestaciones en marcha.
El cambio de doble embrague S tronic opcional y la tracción quattro para el V6, dos tecnologías exclusivas en el segmento de los coupés deportivos, transmiten la fuerza del motor a la calzada de forma majestuosa.
El cuatro válvulas responde de forma espontánea al pedal del acelerador y gira con gran refinamiento. Ya a 1.800 rpm genera 280 Nm de par; este alto valor se mantiene constante hasta las 5.000 rpm. Entre las 5.100 y las 6.000 rpm se libera la potencia nominal de 200 CV. El 2.0 T FSI acelera al Audi TT Coupé de 0 a 100 km/h en solo 6,4 segundos (en la versión con el cambio de doble embrague S tronic) y alcanza una velocidad máxima de 240 km/h. Por cada 100 km se conforma en promedio con 7,7 litros de combustible.
El V6, con una cilindrada de 3.189 cc, ofrece una potencia aún mayor. Alcanza un par máximo de 320 Nm, disponible entre 2.500 y las 3.000 rpm, y una potencia de 250 CV a 6.300 rpm. En marcha, el V6 de 3,2 litros demuestra una gran elasticidad y una asombrosa facilidad de giro.
Convence en todo el margen de revoluciones por su armonioso sonido, que realza especialmente el ruido de aspiración. Con salida parada, el TT 3.2 quattro acelera hasta los 100 km/h en 5,7 segundos (con S tronic). Su velocidad máxima es de 250 km/h (limitada), su consumo promedio de 9,4 litros por cada 100 km.
En cuanto a la transmisión de fuerza, incorpora de serie el cambio manual de seis marchas con una ligera carcasa fabricada en magnesio. Como opcional puede equiparse una destacada tecnología que realza la especial posición del TT entre sus competidores: el cambio de doble embrague S tronic. En el modo manual es el conductor el que cambia las marchas, bien moviendo levemente la palanca de selección o bien tirando de una de las levas, que, como en un vehículo de competición, se encuentran en el volante.
El Audi TT con el motor T FSI de cuatro cilindros es básicamente un vehículo de tracción delantera, mientras que el V6 incorpora tracción permanente a las cuatro ruedas. Su tracción quattro, que ha sido desarrollada especialmente para motores de montaje transversal, funciona con un embrague multidisco de accionamiento hidráulico y control electrónico. Para mejorar la distribución de la carga entre los ejes, el embrague se ha colocado en la zona trasera del TT, al final del árbol cardán y antes del diferencial del eje trasero.
Comportamiento También el tren de rodaje deportivo del TT Coupé proporciona el máximo dinamismo, gracias a un centro de gravedad 9 mm más bajo y a su elaborado diseño. El tren de rodaje dinámico Audi presenta un nuevo desarrollo y ajuste. Las modificaciones principales son el ensanchamiento de la vía, las secciones transversales de las ruedas de mayor tamaño con diámetros de 16 a 19 pulgadas y las múltiples intervenciones en el ámbito de la elastocinemática.
La suspensión de las ruedas delanteras se ha alojado en un portaeje de aluminio. Su ancha vía mide 1.572 mm. Como dirección se ha utilizado un sistema de cremallera que dosifica la servoasistencia electromecánica en dependencia de la velocidad. La dirección se caracteriza por la transmisión directa y por la alta precisión. Una innovación con respecto a la construcción de brazos interconectados del modelo predecesor es el eje trasero de cuatro brazos con un ancho de vía de 1.558 mm. Aquí, los resortes cilíndricos y los amortiguadores se encuentran dispuestos por separado. Los brazos oscilantes longitudinales absorben las fuerzas de propulsión y de frenado, y han sido ajustados de forma relativamente suave en beneficio del confort. Los tres brazos oscilantes transversales de cada rueda, por el contrario, presentan una unión rígida para poder dirigir las fuerzas transversales a la carrocería con precisión.
El TT 2.0 T FSI monta llantas de 16 pulgadas en fundición de aluminio con neumáticos en formato 225/55 R 16. El 3.2 quattro ha sido equipado con llantas forjadas de aleación ligera de 17 pulgadas y neumáticos en formato 245/45 R 17. Todos los Audi TT equipan frenos de disco de grandes dimensiones y nuevo desarrollo. Las nuevas pastillas de freno desarrollan coeficientes de fricción especialmente elevados, con lo que mejora la respuesta y las prestaciones. El programa de estabilización ESP, de nuevo desarrollo, ha sido adaptado a un modo de conducción dinámico, consiguiendo así el comportamiento del volante del TT neutral que tiende al subviraje. La línea característica deportiva proporciona una convincente agilidad, el mayor placer de conducción y un majestuoso comportamiento en marcha.
Seguridad También los sistemas de retención pasivos responden al más actual estado de la técnica. Los airbags del conductor y del acompañante se activan según la gravedad del choque en dos fases; reciben la señal de un sensor de impacto, que gracias a su ubicación en el frontal del vehículo detecta la colisión con gran rapidez. En los asientos delanteros, tensores y limitadores de fuerza de los cinturones protegen al conductor y al acompañante.
En la columna de dirección se dispone de 100 mm de recorrido de deformación definido. Un mecanismo utiliza el movimiento relativo del cubretablero y del soporte del cockpit para apartar los pedales de las piernas del conductor.
En los respaldos de los asientos delanteros se han integrado airbags laterales que protegen el tórax y la cabeza de los pasajeros. El sistema Audi backguard protege las cervicales en caso de choque trasero con ayuda de los apoyacabezas, compensando así el peligro de sufrir un traumatismo.
Audi ofrece distintas opciones que aumentan aún más la seguridad. Para el montaje de asientos para niños se ofrecen fijaciones Isofix de forma opcional en la banqueta trasera, en combinación con pretensores del cinturón en la parte trasera, y de serie en el asiento del acompañante. El sistema lavafaros (de serie con los faros de xenón dobles) proporciona una clara visibilidad en caso de nieve o lluvia, mientras que la ayuda de aparcamiento acústica Audi parking system facilita las maniobras de aparcamiento hacia atrás. Además se ofertan retrovisores exteriores antideslumbrantes y abatibles.
La alarma antirrobo ofrece versiones con o sin vigilancia del habitáculo. El control automático de la velocidad hace las largas etapas en autopista más relajadas. Al igual que el volante de cuero multifuncional, que incorpora teclas para el manejo de la radio, del control por voz y del teléfono. En las versiones con S tronic incluye además levas para el cambio de marcha.
