Un RAV4 más espacioso y más asfáltico
La cuarta generación del Toyota RAV4 llegará a nuestro mercado en abril. Se trata de un modelo completamente nuevo pero que aprovecha parte de la plataforma y de los motores de la generación actual, que se mantendrá a la venta hasta la llegada del nuevo modelo.
Los precios a los que se venderá son los que detallamos a continuación:
Toyota RAV4 150 AWD Advance: 31.000 € Toyota RAV4 150 AWD Advance Pack Drive: 33.500 € Toyota RAV4 150 AWD Executive: 36.300 € Toyota RAV4 150 AWD Multidrive Advance: 33.000 € Toyota RAV4 150 AWD Multidrive Advance Pack Drive: 35.500 € Toyota RAV4 150 AWD Multidrive Executive: 38.300 € Toyota RAV4 120d 2WD Advance: 27.700 € Toyota RAV4 150d AWD Advance: 31.700 € Toyota RAV4 150d AWD Advance Pack Drive: 34.200 € Toyota RAV4 150d AWD Executive: 37.000 € Toyota RAV4 150d AWD Autodrive Advance: 35.000 € Toyota RAV4 150d AWD Autodrive Advance Pack Drive: 37.500 € Toyota RAV4 150d AWD Autodrive Executive: 40.300 €
Estéticamente, los cambios son muy notables. El coche adopta un diseño frontal similar al visto en los Auris y Verso y una trasera con unos grupos ópticos horizontales de caprichosas formas. El perfil es el propio de un SUV, con una línea de cintura alta y, respecto al RAV anterior, desaparece el soporte de la rueda de recambio en el portón trasero. Ahora, éste es de apertura vertical y con opción de accionamiento eléctrico.
El RAV4 dispone de pasos de rueda en plástico negro y la parte inferior de ambos parachoques en este mismo material sin pintar. Delante monta además un protector inferior de plástico pensado más para mejorar la estética "todoterreno" que para proteger eficazmente la mecánica en circulación off-road dónde su principal utilidad será hacer de patín sobre barro o arena.
En el habitáculo sorprende el diseño del salpicadero, con un saliente a media altura acolchado (y tapizado en cuero en las versiones Executive) que desconcierta un poco. Se utiliza únicamente para insertar en él el equipo de climatización y el botón de arranque y, en mi opinión, es excesivamente invasivo.
Las personas altas que viajen de acompañante no se sentirán muy a gusto con ese saliente a la altura de las rodillas y, posiblemente, retrasarán más de la cuenta su asiento afectando así al espacio en las filas posteriores.
En el centro del salpicadero encontramos la pantalla del sistema Toyota Touch, del que existen tres versiones con diferentes tamaños de pantalla (6 o 7") y con o sin navegador. La pantalla es táctil y de manejo intuitivo y controla el equipo de audio, el de telefonía con Bluetooth y diferentes ajustes del coche.
La posición de conducción elevada proporciona una buena visibilidad aunque el mencionado saliente tapa parcialmente los botones ubicados en la parte inferior de la consola y los que se encuentran a la izquierda del conductor tampoco son visibles ya que los tapa el volante.
El salpicadero tiene también una salida de aire superior cercana al borde y una bandeja para dejar objetos sobre la guantera principal dónde va a ser difícil mantenerlos al estar enrasada con el borde del salpicadero.
Los asientos sujetan el cuerpo con corrección y disponen de regulación en altura. En opción pueden ser eléctricos y contar con calefacción.
La parte trasera del coche me ha gustado bastante más que la delantera. El aumento de la distancia entre ejes hasta 2,66 metros ha permitido ganar espacio para los pasajeros traseros que ahora disponen de 97 cm de distancia entre filas (del respaldo delantero a la base del respaldo trasero).
Además, y pese a ser un coche de tracción integral, el piso interior es casi plano, sin apenas presencia del túnel de transmisión, lo que facilita el acomodo del pasajero central que, no obstante, se las verá con un respaldo firme y sin forma para recoger la espalda.
La banqueta está dividida en dos mitades asimétricas y ambas tienen el respaldo reclinable para permitir a los pasajeros viajar más cómodos o para que los niños que se duermen en sus elevadores eviten los cabezazos.
Maletero de 547 litros de capacidad
El maletero también ha crecido notablemente. Ahora ofrece 547 litros si se opta por el kit de reparación de pinchazos que será de serie. Los responsables de Toyota España nos comentaron que se dispondrá también en opción de una rueda de repuesto de emergencia o de una completa. En este último caso, se pierde parte del espacio que queda libre bajo el falso piso y el maletero se reduce hasta 476 litros.
El piso elevado (con espacio extra debajo) que enrasa con el plano de carga es de serie al igual que la bandeja cubre-equipajes y un accesorio compuesto por dos barras de las que cuelga una red, ideal, por ejemplo, para dejar los abrigos. Tanto este accesorio como el soporte del cubre-equipajes pueden guardarse bajo el piso cuando no se utilizan.
Con los asientos traseros abatidos (y siempre con el kit de reparación de pinchazos), la capacidad del maletero aumenta a 1.167 litros medidos hasta la línea de las ventanillas y hasta 1.746 cuando se carga hasta el techo.
Mecánicamente, el RAV dispondrá de tres motores, uno de gasolina y dos diésel. El primero es el dos litros actual con 150 CV al que se le han mejorado los consumos. Disponible con tracción integral y cambio manual o automático Multidrive (de tipo CVT), consume seis litros de media y permite al RAV alcanzar los 185 km/h.
La versión base en el campo diésel es un nuevo 2.0 de 124 CV ya conocido en el Auris. Este motor se ofrecerá sólo combinado con tracción delantera y cambio manual y será el RAV4 más económico. La marca habla de un consumo combinado de 4,9 litros y unas emisiones de 127 gramos de CO2. La mitad de los RAV4 que se vendan en España corresponderán a esta versión.
Finalmente, por encima queda el motor 2.2 D4-D de 150 CV heredado de la generación anterior y disponible con tracción integral y con cambio manual o automático (por convertidor de par) de seis velocidades.
En nuestra toma de contacto probamos los dos motores diésel. Teniendo en cuenta que el RAV4 ha perdido buena parte de las escasas aptitudes off-road de que disponía el modelo anterior, la elección del dos ruedas motrices es muy racional.
Con menos peso que el 4x4 (70 kilos), el motor de 124 CV cumple con creces para un coche de este tamaño y, en el acabado intermedio Advance, será el coche ideal para la mayoría de clientes.
El 2.2D lo probamos con cambio manual y con cambio automático. Las diferencias son mínimas y, a la espera de conocer el sobreprecio, la versión automática puede ser una buena elección ya que se combina con el nuevo sistema de conducción dinámica vinculado a la tracción integral.
Prevenir el deslizamiento de las ruedas
Este sistema afecta al rendimiento del cambio, del acelerador, de la asistencia de la dirección eléctrica y del ESP cuando se acciona el modo Sport. Éste afecta también al sistema dinámico de conducción.
El funcionamiento de este sistema, vinculado a la tracción integral, puede ser reactivo o proactivo. Me explico. En modo normal, es un sistema de control de tracción convencional que, como en otros sistemas 4x4, al detectar el patinamiento de las ruedas delanteras, traspasa par a las posteriores antes que cortar la entrega del mismo.
Hasta ahí, todo normal. En modo Sport, sin embargo, trabaja de manera preventiva. Si accionamos el modo Sport, el coche interpreta que vamos a conducir de manera más dinámica y, cuando se inicia el giro del volante, de manera automática pasa el 10% del par a las ruedas traseras.
Con ello se elimina parte del subviraje provocado por una rápida entrada en curva. Una vez dentro de la curva, al acelerar, el coche reparte el par en función del agarre de cada rueda (lo calcula teniendo en cuenta las aceleraciones longitudinales y transversales, la aceleración, el ángulo de giro del motor y el de la inclinación de carrocería) hasta un tope del 50% y luego, cuando las ruedas recuperan la línea recta, todo el par vuelve al eje delantero.
El comportamiento en asfalto es más deportivo que en el RAV anterior. La marca ha modificado los tarados de suspensión y la gestión de la dirección asistida eléctrica y ahora el coche va realmente muy bien en asfalto, a la altura de un Ford Kuga, por ejemplo.
En pista, por el contrario, el endurecimiento de la suspensión afecta al confort y a su capacidad de encaje de baches. Pese a que la versión automática dispone de control de descenso de pendientes y de bloqueo de diferencial al 50%, el RAV es un coche que sacará partido a su sistema de tracción a las cuatro ruedas sobre asfalto deslizante y sobre pistas en buen estado.
El equipamiento de la gama española ya está definido. Habrá un acabado Advance., el único disponible para el 2.0 de 124 CV con sensor de lluvia, climatizador, retrovisor interior fotosensible, Toyota Touch con pantalla de 6 pulgadas, retrovisores plegables eléctricamente, parrilla cromada, llantas de aleación de 17 pulgadas, faros antiniebla, retrovisores y elevalunas eléctricos, aire acondicionado, equipo de audio con USB y Bluetooth, ESP con asistente de arranque en pendientes, siete airbags (rodillas incluido), ordenador de a bordo, control de crucero, control de presión de neumáticos y stop/start.
Tal como sucede también con el Ford Kuga, el sistema Stop/start es exclusivo del 2.0 de tracción delantera, algo absurdo ya que los beneficios de este sistema en materia de contaminación urbana deberían estandarizarse a todas las versiones.
Los motores de 150 CV estarán disponibles en el acabado Advance y en el más completo Executive. Todos llevarán el sistema dinámico AWD con modo sport y control de descensos y los Executive llantas de 18", cristales traseros oscuros, faros de xenón de encendido automático, techo solar, tapicería de piel, asientos con calefacción, una instrumentación mejorada, aviso de cambio involuntario de carril y sensores de aparcamiento.
Entre las opciones merece citarse el sistema de advertencia del ángulo muerto, el navegador con pantalla de 7", la cámara de retrovisión con líneas de guía y la radio digital.
Toyota comunicará los precios en marzo, empezará a vender el coche en abril y espera que más de la mitad de los clientes se decidan por la versión Advance 4x2.
Hola, quisiera saber de las experiancias con Toyota Rav4 hibrido 2016-2018, de segunda mano, que tal salen como norma general.