Para enfrentarse, con elegancia, a la selva urbana
La categoría de los SUV de segmento B es una de las que más expectativas de crecimiento tiene en la actualidad. Según Renault, este segmento ya ha superado en Europa, gracias a modelos como el Nissan Juke o el Mini Countryman, las ventas de los monovolúmenes urbanos tipo Renault Grand Modus o Citroën C3 Picasso por lo que la marca del rombo ha decidido cambiar de estrategia y, en lugar de apostar por un nuevo Modus como complemento del Clio, ha desarrollado este crossover que busca reunir en un único modelo las ventajas de un monovolumen, las de un SUV y las de un compacto tradicional de cinco puertas. Antes de ver si lo consigue, os anticipo los precios. Renault Captur 0.9 TCe Life: 15.200 € Renault Captur 0.9 TCe Intens: 16.700 € Renault Captur 0.9 TCe Zen: 17.700 € Renault Captur 1.2 TCe EDC Zen: 19.800 € Renault Captur 1.5 dCi Life: 16.850 € Renault Captur 1.5 dCi Intens: 18.350 € Renault Captur 1.5 dCi Zen: 19.350 €
Diseño y posición de conducción de SUV
Renault cita el diseño como principal característica "SUV" de su nuevo modelo. Tiene ruedas grandes y una altura libre al suelo de 20 cm, la mejor de este nuevo segmento emergente y su parte trasera recuerda, efectivamente, a otros modelos de SUV más grandes. Es un coche bonito y bien proporcionado pero que no deja de recordar a un Clio "abombado" y ligeramente más grande.
El Captur mide 4,12 metros, una longitud similar a la del Juke y a la del futuro Peugeot 2008, el coche que será su gran rival en el mercado europeo y que mide 4,16 metros, y es claramente más corto que los primos Opel Mokka y Chevrolet Trax, que se van a los 4,23.
En realidad, el Captur está construido sobre la base del Juke -la plataforma es la misma que comparten éste y el nuevo Clio- y, respecto al Nissan tiene un diseño menos extremo y un mejor aprovechamiento del habitáculo. Frente al más pasional Juke, el Captur juega la carta de la funcionalidad con una habitabilidad claramente superior y una modularidad de la que el Nissan no dispone.
El Captur tiene una posición de conducción elevada -el conductor está a la misma altura que en un Scénic, por ejemplo- y una excelente visibilidad hacia cualquier dirección. Las plazas delanteras son cómodas y tienen regulación en altura y regulación de volante en altura y profundidad y las traseras están compuestas por una banqueta de tres plazas con la central relativamente aprovechable. Como es un coche bastante ancho (1,77 metros) y no hay apoyacodos trasero, pueden viajar tres personas con un mínimo de confort aunque es cierto que las dos plazas laterales, más marcadas en el respaldo, son más confortables que la del centro. La altura a techo desde la banqueta es de 86 cm en la parte trasera.
El salpicadero es de diseño agradable, muy parecido al del Clio y con plásticos duros pero con un grabado que le da cierto empaque y un tacto elegante. Parece muy bien rematado y con elementos de calidad, sin grandes holguras.
Modularidad de monovolumen
La banqueta trasera es corrediza, con un desplazamiento longitudinal de 16 cm. Retrasada al máximo ofrece una distancia entre filas notable y, por tanto, un espacio para las piernas de los pasajeros traseros de 21,5 cm, comparable según la marca a la de un Renault Laguna.
La principal ventaja de la banqueta corrediza es que permite distribuir el espacio entre la segunda fila y el maletero en función de las necesidades. El maletero tiene una capacidad inicial de 377 litros pero, si se adelanta a tope la banqueta trasera, algo que puede hacerse desde el propio maletero, la capacidad aumenta hasta los 455 litros.
El maletero cuenta además con un falso piso que puede situarse a dos alturas y que tiene dos caras, una enmoquetada y otra plastificada para dejar sobre ella objetos sucios o mojados y poder lavarla sin problemas. En la posición elevada de ese doble piso, pensada para que enrase con los asientos traseros abatidos, debajo del mismo quedan 45 litros. Con los asientos abatidos, por cierto, la capacidad es de 1.325 litros.
Otra de las particularidades del Captur es la gran cantidad de huecos portaobjetos de que dispone. Dentro del habitáculo pueden llegar a sumarse 27 litros entre puertas, apoyabrazos central, guantera superior y, sobre todo, la guantera-cajón delante del acompañante. Esta innovación -la guantera no tiene una tapa convencional sino que sale hacia afuera como un cajón- permite aprovechar al máximo sus 11 litros de capacidad y la convierte en más accesible para el conductor cuando va solo.
Dinamismo de compacto
La marca asegura que el Captur tiene el dinamismo de un coche compacto. Si hasta ahora era indiscutible que este nuevo Renault es, efectivamente, un coche de diseño atractivo, funcional, modular y muy habitable, en el tema del dinamismo ya no estoy tan de acuerdo con Renault.
Vayamos por partes. De entrada tenéis que saber que el Captur es, en este sentido, un SUV de boquilla ya que, aparte de la altura al suelo elevada (esos 20 cm comentados) que pueden permitirle rodar en pistas en buen estado sin sufrir por los bajos, no tiene ningún tipo de característica mecánica que le asemeje a un SUV. Por tanto, crossover sí, SUV no tanto.
No habrá ninguna vesión del Captur con tracción a las cuatro ruedas (Juke, Mokka, Trax y Countryman sí las tienen) ni habrá ningún tipo de sistema que mejore la motricidad, algo que sí tendrá el 2008 y que Renault también tiene disponible ya que lo montará en el Scénic XMod que, por cierto, llegará en el mes de junio.
La gama inicial estará compuesta por tres motores, dos de gasolina y uno diésel. Es una gama corta y que, de momento, no permite combinaciones de motor y cambio. El motor base de gasolina es el TCE de 0,9 litros y tres cilindros del Clio con 90 CV asociado a una caja de cambios manual de cinco relaciones. Esta versión no estaba disponible para pruebas en la presentación así que sólo os puedo decir que es un motor que me gustó mucho en el Clio y que, por tanto, debe ir también bien en el Captur que es un coche ligero (1.100 kilos).
El que sí pudimos probar es el 1.2 TCE, éste de cuatro cilindros y con 120 CV asociado sólo a la caja de cambios de doble embrague EDC de seis marchas. El motor no va nada mal pero la caja de cambios no me gustó nada; es muy lenta y muy poco utilizable en modo manual ya que hay que manejarla con la palanca -no hay levas tras el volante- e incluso en modo manual hace lo que le viene en gana subiendo y bajando marchas a su antojo aunque no se lo hayamos ordenado.
Si lo que se busca es confort de conducción y ritmos de paseo, puede ser una buena opción pero si lo que se busca es ese dinamismo de compacto de que habla la marca, lo mejor es optar por el diésel de cambio manual aunque sólo tenga 90 CV. El motor de gasoil va realmente bien, tiene par a bajas vueltas y gasta nada aunque la marca no ha considerado oportuno dotarle de una sexta marcha que le habría ido al pelo para ganar algo más de reprís en las marchas intermedias, que habrían sido más cortas, y buscar un consumo todavía más bajo.
Renault anuncia cifras de consumos y emisiones muy competitivas para la gama con 4,9 y 5,4 litros a los 100 para los gasolina y 3,6 para el diésel que tiene unas emisiones de 95 gramos por km de CO2. Para la segunda parte del año, Renault anuncia la llegada de la caja EDC también para el diésel pero no ha comunicado los consumos. En nuestra breve toma de contacto, en las carreteras del País Vasco, tanto el francés como el español, los consumos estuvieron muy por encima de lo anunciado, especialmente en el 1.2 de gasolina aunque hay que reconocer que el recorrido era tortuoso y con muchas subidas y bajadas. El ordenador marcó 8,7 de media en el gasolina y 5,8 en el diésel.
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Los responsables de la marca no quisieron pronunciarse acerca de nuevos motores para este coche. Sinceramente me parece que tal vez el 1.6 dCi de 130 CV pueda ser excesivo pero la versión de 110 del diésel se me antoja imprescindible para aquellos que se planteen el Captur como único coche familiar del hogar, algo que por las características de su carrocería, es plenamente factible. Lo más probable es que llegue pero no de momento.
Confortable y tranquilo
Que el coche no tiene el dinamismo de un Clio ya ha quedado claro pero es que, además, la marca ha buscado hacer del Captur un coche confortable y adecuado para el uso familiar y eso se nota también en el chasis, con una suspensión blanda -el que quiera hacerse puertos de montaña que se compre un Clio RS o, en su defecto, un Juke- y un cierto balanceo de la carrocería. Como además la posición de conducción es elevada, da la sensación que el coche es muy sensible al ritmo que se adopte y que lo suyo es un rodar tranquilo.
En carretera también me gustó mucho más el diésel que el gasolina pero, de nuevo, creo que es por la caja. Empeñada como está siempre en meter la marcha más larga posible, con el cambio automático era imposible llegar a las curvas en la marcha más adecuada, ni tan siquiera tirando del manual. La caja no retiene y hay que forzarle a ello bajando marchas -si se aviene, cosa que no pasa siempre-, de manera que es muy difícil encontrarse cómodo al volante del 1.2 EDC. Para colmo, a la salida de las curvas, al acelerar, pierde de nuevo el tiempo eligiendo una marcha menos cuando a veces no hace falta para cambiar de inmediato a la superior.
Con el diésel, con más par a la salida de las curvas y la posibilidad de jugar con el cambio antes de la curva, el coche es más fácil de llevar y el mayor peso sobre el eje delantero lo aposenta en curva, con un ligero subviraje muy fácil de corregir. Insisto, no se trata de un tema de consumos, que también, sino de agrado de conducción lo que me lleva a recomendaros el diésel. Por cierto, el modelo naranja de las fotos es el gasolina mientras que el azul es el diésel.
Como perfecto usuario de la plataforma B de la Alianza Renault-Nissan, el Captur tiene una suspensión delantera McPherson y una trasera por eje torsional con estabilizadoras en ambos ejes. En autopista viaja con gran aplomo y con una estabilidad muy buena y en carreteras de montaña, lo dicho, no le agradan los ritmos elevados -menos con la caja EDC- y prefiere que sus ocupantes gocen del paisaje.
Una gama corta
La gama española, que se pondrá a la venta el 24 de este mes de abril, se estructura en tres niveles de acabado que cambian en relación a los conocidos en la marca. Como en el nuevo Zoe, el base se llama Life, el intermedio Intens y el más completo Zen.
Todos los Captur llevan airbags frontales y laterales delanteros para cabeza y tórax -incomprensiblemente no lleva airbags de cabeza traseros-, ESP con asistente al arranque en pendiente, control de crucero con limitador de velocidad, cierre centralizado, cuatro elevalunas eléctricos, asiento regulable en altura, retrovisores eléctricos y llave en formato tarjeta. Para completar este equipamiento, el acabado Life ofrece un paquete con aire acondicionado y radio CD con USB y Bluetooth por 735 euros que, por tanto, hay que sumar al precio de salida.
El acabado Intens añade el aire acondicionado y la radio mencionadas pero, además, monta faros antiniebla, faros y limpias automáticos, acceso y arranque sin llave y llantas de aleación de 16".
El Zen tiene llantas de 17" y además dispone de antinieblas con función "cornering" -giran con el volante en parado-, climatizador, volante de cuero, el sistema de navegación Media Nav y la pintura bicolor.
Opciones de personalización
La marca nos contó en el Salón de Ginebra que todos los Captur iban a ser bitono. No es cierto. Sólo los Zen serán bitono de serie y los Intens podrán serlo si se paga un extra de 347 euros. Las combinaciones posibles se efectúan en base a nueve colores de carrocería y tres complementarios para el techo que son el negro, el naranja y el marfil pero hay que tener en cuenta que no son todos combinables. El techo naranja, por ejemplo, sólo puede elegirse si la carrocería es negra, plata o blanca.
Además de la pintura bicolor, los Zen disponen de tapicería desenfundable con cremalleras. Ello permite cambiar el aspecto de los asientos el día que nos cansemos del color elegido (comprando otras fundas, claro está) y lavar la tapicería en lavadora a 30 grados. Para los Intens, la opción de tapicería desenfundable cuesta 289 euros.
Los Life tienen tiradores de puertas y retrovisores en negro, los Intens tienen ambos elementos del color de la carrocería y en los Zen, los retrovisores son del color del techo. El contraste cromático afecta también en el exterior al adorno inferior en las puertas, la banda en la parrilla, los marcos de los antiniebla, la banda de adorno trasera y las llantas. Por 82 euros, Renault nos pintará todos esos elementos en el color del techo (las llantas parcialmente). Y si pagamos 247 euros más, tendremos un sticker de techo a juego.
En el interior puede darse ese mismo toque de color (otros 82 euros mediante) al volante, el marco de la consola central, la franja de la guantera y los marcos de los aireadores exteriores.
El Captur es un coche 100% español ya que se fabrica en la planta de Valladolid donde nacen también los motores diésel y, próximamente, se fabricarán también los de gasolina. Los precios arrancan en los 15.200 euros y van hasta los 19.800. A ellos hay que descontar los 2.000 euros del Plan PIVE si el cliente puede acogerse al mismo.
El Captur es, en definitiva, un crossover de segmento B planteable como una opción más habitable y más práctica a los coches del segmento. Servirá tanto como primer coche para un familia con dos niños como para segundo coche familiar y tiene una muy buena relación precio-equipamiento-producto.
Más pequeño pero más barato que el Mokka y con más habitabilidad y maletero que un Juke, busca y encuentra el punto justo en este nuevo segmento en expansión en el que su gran rival, el Peugeot 2008, llegará también en breve.
No lo recomiendo para nada hace dos años me compre el captur 120cv y gasta 8.7litros/100km por autopista y tiene 40000km me arrepiento mucho