Mercedes lanza su anti-M3
La gama del Mercedes C va completándose poco a poco y en París, la marca presentará las versiones más deportivas, como es habitual firmadas por AMG y con un numeral en el nombre que responde más a la tradición que a la realidad original de designar la cilindrada. Y es que eso del 63 ya no se corresponde con la realidad. Mercedes ha optado esta vez, siguiendo la tendencia downsizing, por equipar al C63 con una mecánica V8 biturbo de cuatro litros, muy similar -en realidad es la misma pero sin la lubricación por cárter seco- que utilizará el nuevo deportivo AMG GT, que también veremos en París.
Este nuevo AMG, rival directo del BMW M3 (la berlina) o del Audi RS4 (el Estate), se ofrecerá en dos variantes pero, a diferencia de su hermano mayor, el E63 AMG, sólo con propulsión al eje trasero. La primera variante dispone de 475 CV mientras que la segunda, bautizada con el nombre de S, rinde 510 CV. Ambos recurren a un nuevo bloque con los dos turbos en el centro de la V e inyección directa acoplado a una caja de cambios de doble embrague de siete velocidad con manejo automático mediante levas de aluminio tras el volante.
Las diferencias entre una y otra versión son interesantes. Ambos cuentan con suspensión pilotada con tres modos de funcionamiento, ESP también con tres modos (normal, retardado y desconectado) y un sistema de modos de conducción con cuatro opciones; eficiente, sport, sport plus e individual que afectan a las gestión de motor y cambio, al sonido y a la dureza de la amortiguación.
Sobre esta base y además del rendimiento del motor con los 35 CV extra y 50 Nm de par más (el S pasa de 650 a 700 Nm), el S dispone de un modo más de uso, el superdeportivo RACE, un diferencial trasero autoblocante de control electrónico (en la versión C63 es mecánico), llantas de 19 pulgadas contra las de 18 del más "modesto" y soportes de motor y cambio activos, que retienen ambos bloques en conducción deportiva para que no se muevan ganando con ello rigidez y restando inercias. Este sistema lo empleó por primera vez Porsche en la actual generación del 911 y Mercedes lo utilizará también en el AMG GT. Además, el S podrá llevar frenos carbonocerámicos opcionales en lugar de los discos con pinzas de acero de cuatro pistones que ambos llevan de serie.
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El C63 y el C63 S estarán disponibles con las dos carrocerías de la gama, la berlina de cuatro puertas y el break Estate. Las características técnicas de ambos son idénticas y la velocidad máxima está siempre limitada a 250 km/h. En cuanto al consumo, C63 y C63 S gastan lo mismo con una media homologada de 8,2 l/100 km para la berlina y dos décimas más para el Estate.
Como es habitual en las producciones de AMG, este Clase C superdeportivo tiene una estética exterior e interior personalizada, con parachoques diferentes, pasos de rueda más marcados, parrilla específica y llantas exclusivas en el exterior y un habitáculo con cuero por todas partes, inserciones específicas y un color negro predominante.
Los C63 estarán a la venta a partir del mes de febrero a precios todavía no comunicados. Finalmente, una consideración respecto al nombre. Estos modelos, como el AMG GT han perdido el Benz de la denominación y ya son Mercedes-AMG. Esta nomenclatura debería extenderse al resto de los productos realizados por la división deportiva de la marca.
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