Nissan Juke 1.5 dCi - Peugeot 2008 eHDi

Hay más, pero estos dos coches son rivales directísimos entre esta nueva generación de crossover compactos que, cada vez más, están conquistando el mercado. Son coches ideales para el día a día, muy adecuados para nuestros quehaceres cotidianos porque, no nos engañemos, aunque son coches que tienen la etiqueta de poder ser “aventureros”, el rol principal lo desempeñarán trasladándonos por ciudad y carretera, eso sí, con gran efectividad pero lejos, en cualquier caso, de grandes aventuras.

En definitiva hablamos de coches prácticos, con motores diesel de 115 CV, tracción sólo al eje delantero, cambios manuales de seis relaciones, unas dimensiones muy similares (4,13 metros de largo el japonés y 4,15 el francés) y unas prestaciones y consumos muy parejos, ya que la diferencia es mínima entre los 4,2 litros de consumo medio que anuncia Nissan para el Juke y los 4,0 que, según Peugeot, gasta el 2008 cada 100 km. Así que, si nos basamos en estos datos, parece que estamos ante dos coches prácticamente idénticos en todo menos en la estética. Pero nosotros tenemos dudas de que así sea. ¿Lo comprobamos?

El Juke tiene una marcada personalidad lo que, desde su aparición, ha motivado opiniones encontradas. Pese a tener un estilo muy crossover, una cintura ancha y unas angulosas líneas, los abombados pasos de rueda y el prominente frontal presidido por los dos faros redondos -con el resto de luces colocadas sobre el capó-, hacen que tenga un aspecto especial. Es cierto que ya nos hemos acostumbrado a verlo en nuestras calles, pero cuando llegó a mdiados de 2010, las miradas eran bastantes escépticas…

Por su parte, el 2008, derivado del Peugeot 208 con el que comparte plataforma y numerosos componentes, es menos agresivo estéticamente y presenta una parrilla central elevada y pequeña que obliga a incorporar otra toma de aire en el paragolpes.

Las líneas son más rectas y planas que las de su rival, mientras que la zaga ofrece un portón trasero muy práctico con un plano de carga bastante bajo y las luces de los pilotos “invadiendo” el lateral. En el techo toman protagonismo las sinuosas formas que aparentan darle mayor altura a la mitad posterior de la carrocería. Los pasos de rueda resaltan su aspecto crossover y ayudan a completar el estilo del 2008.

El interior del francés comparte un gran número de elementos con su hermano 208 como lo demuestran la herencia del mismo salpicadero y con ello el ya característico volante de diámetro reducido, situado en una posición muy baja de modo que la instrumentación queda a la vista por encima de él, y no por dentro de su circunferencia.

Los acabados del Peugeot son buenos pero no dispone de más huecos de los habituales en un utilitario. Dos portabebidas y un espacio en el apoyabrazos central son lo más destacable en este sentido. Mención especial para la palanca del freno de mano que, aunque no nos pareció muy práctica, presenta un diseño especial que recuerda, en cierta forma, a los mandos de un avión.

Tampoco su rival japonés se prodiga mucho en este aspecto. El Juke presenta un interior confortable, con un diseño que sigue la línea general del vehículo en el que destaca la forma de “deposito de moto” de la consola central, que dispone de dos huecos portabebidas, un pequeño espacio tras ellos para dejar algunas monedas y, en nuestra unidad, las dos teclas de la calefacción de los asientos. Poco más.

El cuadro de instrumentos es completo y de fácil lectura con dos amplios instrumentos principales, pero nos ha gustado más el del Peugeot, con su amplia pantalla del ordenador de abordo entre los dos indicadores. Ambos disponen de una pantalla táctil situada en el salpicadero desde la que se manejan el navegador, el equipo de música y el teléfono y permite la visión de la cámara trasera de aparcamiento.

En el 2008 la pantalla toma más protagonismo por su posición más “a mano” que la de su rival pero el funcionamiento nos parece mejorable por la complejidad de sus menús, muy poco intuitivos. En el caso del Juke, el "Nissan Dynamic Control" ofrece también una pequeña pantalla que nos permite regular la climatización o bien cambiar la respuesta de algunos aspectos del coche, según activemos el modo "Climate" o "D Mode" Este último permite elegir entre los modos Normal, Sport y ECO, con la información según la opción escogida por el conductor.

En el Nissan los asientos delanteros son amplios y cómodos pero cuesta encontrar la posición ideal del respaldo. Aunque la postura de conducción es correcta y la altura al techo amplia para conducir en una posición elevada -si se desea-, le vendría bien algo más de sujeción lateral. Por el contrario, los asientos del Peugeot gozan de una gran sujeción lateral y de un acolchado firme y cómodo.

En el Nissan, el acceso a las plazas traseras es correcto pero se ve superado por el 2008 tanto en facilidad de acceso -espacio de entrada más ancho en el francés- como por el espacio para las piernas y por altura al techo. Las diferencias son pequeñas pero, en conjunto, hacen que el 2008 sea un poco más amplio y cómodo para los ocupantes de las plazas traseras.

Por lo que respecta a los maleteros, el 2008 dispone de más espacio como lo demuestran los 360 litros de que dispone frente a los 251 litros del Juke, en ambos casos con las dos filas de asientos disponibles. Se trata de una diferencia muy notable que podría decantar a favor del modelo francés la elección de aquellos que pretendar usar el coche como primer vehículo familiar.

Con la segunda fila abatida, el Peugeot alcanza los 1.194 litros mientras el Nissan se queda en 830 litros. En nuestra opinión ambos ofrecen unas plazas delanteras confortables mientras que las traseras, pese a ser correctas, no son tan generosas como en modelos más grandes de este mismo segmento. El 2008 disfruta de cierta ventaja en este apartado al tener algo más de espacio y la plaza central más confortable que la de su rival pero en el caso del maletero, esa diferencia se amplía notablemente.

Las dos marcas ofrecen un buen nivel de equipamiento en estos modelos y acabados. Nuestro 2008 correspondía al acabado Allure mientras que el Nissan era un Tekna Premium y la verdad es que pocas cosas echamos en falta. El 2008 dispone de ABS con repartidor electrónico de frenada, airbags frontales de conductor y pasajero, airbags de cabeza delanteros y traseros, airbags laterales delanteros y 2 fijaciones Isofix en 2ª fila.

Siguiendo con la seguridad no faltan el asistente de arrancada en pendiente, control de estabilidad (ESP), el control de tracción Grip Control que mejora el agarre en superficies deslizantes, asistente de aparcamiento trasero, retrovisores exteriores calefactados, faros antiniebla con función "cornering" y sensor de luces y de lluvia. También dispone de cierre automático de puertas en movimiento, función start/stop, pantalla táctil, conexión USB, Bluetooth, llantas de aleación de 17 pulgadas y climatizador bizona.

Si lo deseamos, opcionalmente podremos dotarlo de navegador adquiriendo el pack más sencillo -navegador más USB adicional, con un coste de 500 €-, o el más completo que incluye navegador más USB adicional y el sistema de ayuda de emergencia Peugeot Connect, por 800 €-. Asimismo es opcional el Park Assist que permite que el coche aparque sólo (350 €), el Pack Cielo -techo panorámico y lunas traseras sobretintadas (490 €)-, el Pack Cuero -tapicería de cuero, asientos con calefacción y freno de mano de cuero (1.000 €)-, y el equipo de audio JBL (100 €).

El Juke, en este acabado, cuesta algo más que su rival pero presenta un equipamiento muy completo y prácticamente sin opciones. Dispone del mismo número de airbags que el 2008, fijaciones Isofix (dos en 2ª fila), ABS, asistente de frenada, control de tracción, cámara de visión trasera, cierre de puertas sensible a la velocidad, control de crucero y limitador de velocidad.

Por supuesto, su equipamiento de serie incluye control de estabilidad (ESP), Nissan Dynamic Control, dirección asistida eléctrica sensible a la velocidad, distribución electrónica de frenado (EBD), faros antiniebla, sensor de luces, llantas de 18”, acceso sin llave, start/stop, climatizador, tapicería de piel, pantalla táctil, navegador Nissan Connect 2.0, Bluetooth y USB.

En precios, inicialmente el Peugeot aventaja al Nissan -19.990 € el francés frente a los 23.100 € del Juke-, pero las diferencias se acortan si equipamos al 2008 con lo que ofrece el Juke de serie. Es decir, si al Allure le incluimos el navegador y los asientos de cuero con calefacción que el Nissan trae de serie, cuesta 21.790 €. El Peugeot sigue liderando en precio, pero por un margen más reducido. -Estos precios no contemplan promociones-

Es como mejor se nos ocurre definir a los dos propulsores de nuestros protagonistas. En el caso del Nissan, se trata de la evolución del ya conocido 1.5 dCi de cuatro cilindros y 110 cv, en el que se ha conseguido un aumento de par de 20 Nm -que lo lleva a los 260 Nm de par máximo-, un menor consumo y menos emisiones gracias a la adopción del sistema stop/start, a unos nuevos inyectores y a unos desarrollos de cambio modificados para mejorar reducir el consumo.

Con todo, los hombres de Nissan cifran el gasto medio en 4,2 litros cada 100 km, lo que significa una reducción de 0,6 l. Por otro lado, el sistema Nissan Dynamic Control ahora no sólo selecciona la sensibilidad adecuada del pedal en los modos Eco y Sport, sino que, limita el par en modo Eco a 220 Nm, aunque los 260 Nm siguen estando disponibles si presionamos a fondo el pedal del gas. No cabe duda que Nissan ha hecho un buen trabajo con este motor y que pone las cosas complicadas a sus rivales, pero el 2008 no se amedrenta porque también dispone de un gran propulsor.

Peugeot ofrece varias alternativas entre motores gasolina y diesel pero el que hoy nos ocupa, es decir, el diesel 1.6 e-HDi cuatro cilindros de 115 CV a 3.600 rpm, con un par máximo de 270 Nm a 1.750 rpm, no le teme a nadie. Y no lo hace porque ofrece una respuesta y un rendimiento fantásticos. Ambos se muestran ideales para este tipo de coches que utilizaremos tanto por ciudad, como para desplazamientos interurbanos o largos viajes. En cualquier caso sus prestaciones y consumos son muy competitivos.

No es que esperáramos que no fueran bien, pero sí es cierto que no imaginábamos tanta efectividad en carreteras de montaña, especialmente en el caso del Peugeot. Del Juke ya sabíamos de su buen hacer tanto en ciudad como en carretera y especialmente en virajes rápidos en los que se beneficia de su buen aplomo y de un tarado de suspensión que le permite ser muy efectivo en ese tipo de curvas.

En las lentas no va nada mal, pero en conducción “deportiva” se ve superado por su rival. En esas circunstancias, el Juke “nota” más los cambios de apoyo, se muestra más subvirador y un poco menos ágil. Es cierto que pesa un poco más que el 2008 -1.329 kg. frente a los 1.255 kg del Peugeot-, pero no sólo es eso. Es algo más ancho y en carreteras muy estrechas y reviradas se nota.

La rapidez de dirección del 2008 es superior y el tarado de suspensión también. Durante el comparativo, el Peugeot se mostró más eficaz en carreteras de montaña y nos sorprendió gratamente. Durante un tramo bastante largo de curvas, el 2008 “nos dejó conducir” como si de un deportivo se tratara. Bueno, no tanto, pero fue sorprendente comprobar como enlazaba curvas con rapidez, sin balanceos, sin subviraje y con unos frenos que no desfallecieron en ningún momento. Chapeau. Pero también hay que decir que el Juke aguantó el envite con fuerza y no se dejó avasallar, especialmente utilizando la opción “Sport” del Nissan Dynamic Control.

De hecho, aunque el motor del 2008 nos gustó mucho por su respuesta constante a partir de 1.800 rpm, que ayuda a conducir con comodidad sin tener que cambiar de marcha manteniendo un buen ritmo, el del Nissan nos agradó en gran medida a partir de las 1.700/1.800 rpm hasta alcanzar las 5.000 rpm, ofreciendo una respuesta muy contundente, llena y eficaz. Hay que decir que fuera de las carreteras de montaña llenas de curvas, ambos están muy cerca. Pocas diferencias en autovías y autopistas como para decidirse por uno u otro.

Los dos son muy eficaces en este tipo de vías y también en ciudad. En la urbe se mueven bien, -el Nissan se aprovecha del nuevo desarrollo con las dos primeras marchas mas cortas y las otras cuatro más largas en pos de un buen consumo-, mientras que el Peugeot es siempre más ágil. En nuestra opinión, tan sólo la visibilidad trasera, especialmente en el Juke, los limita un poco. También en consumos están muy igualados aunque con una ligera ventaja para el 2008 con el que conseguimos rozar los 6 litros “pelados” frente a los 6,4 litros del Juke. Fuera del asfalto los dos están limitados y aunque no se puede hablar de coches “off road” el Nissan se defiende bien por una cierta altura al suelo y una respuesta de motor resolutiva.

Por su parte, el 2008 dispone del sistema Grip Control del que, mediante el mando situado en la consola central, se pueden elegir cinco modos de uso para mejorar el agarre sobre superficies con poca adherencia. El sistema reparte el par entre las ruedas delanteras en función de las condiciones del terreno y utilizando unos neumáticos M+S. Las opciones son Standard, Nieve, Todocamino, Arena y ESP Off -que desconecta el ESP hasta los 50 km/h-. Con ello, el Peugeot es capaz de “envalentonarse” ante algún reto off road, pero no hay que confundirse. Este es un buen sistema y se defiende bien, pero sigue siendo un 4x2 con las limitaciones propias de un coche de estas características.

Tras esta comparativa, estamos en disposición de asegurar que nuestros dos protagonistas de hoy son grandes rivales y unas de las mejores opciones del segmento. Versátiles, con una estética atractiva -o cuando menos diferente a un utilitario o un monovolumen-, de consumos contenidos, con capacidad de carga (más el 2008), con unos habitáculos amplios y bien equipados y con unas buenas prestaciones, se nos antojan como vehículos ideales tanto para un uso cotidiano por ciudad como para viajar en familia. El 2008 parece que obtiene una cierta ventaja global gracias a pequeñas diferencias que, a la postre, marcan una mínima distancia. En cualquier caso, ambos dan la talla y tienen carácter.